Diez aeródromos se reparten por la Región con el auge de los vuelos lúdicos

El presidente del Aeroclub Cierva Codorníu, que opera en Los Martínez del Puerto, indica que «el modelo del aparato siniestrado es seguro y muy sencillo de pilotar»

Zenón Guillén

Sábado, 7 de enero 2023, 01:24

El impulso que vive la aviación privada en la Región, con vuelos de carácter lúdico y de práctica deportiva, a los que se suman ... también servicios profesionales de transporte ejecutivo o de uso para labores agrícolas, ha hecho proliferar un buen número de pequeños aeródromos a lo largo de todo el territorio. Así, se contabilizan hasta una decena de instalaciones que, con sus distintas peculiaridades, atienden la afición y las necesidades de quienes surcan el cielo. Y ni siquiera tragedias como la de los dos fallecidos el jueves en San Javier merman el auge de esta actividad.

Y, entre las entidades pioneras, está el Aeroclub Cierva Codorníu de Murcia, cuyos estatutos se remontan al año 1954, además de ser uno de los socios fundadores del Real Aeroclub de España. En su caso, tiene ubicado su aeródromo en la pedanía de Los Martínez del Puerto, donde da cobertura a sus 46 asociados. Su presidente, Miguel Moreno, reconoce el auge que existe por aprender a volar, sobre todo con ultraligeros, ya que ni es difícil ni caro sacarse la licencia.

Solo dos aeródromos, Los Martínez del Puerto y Alhama, permiten aparatos de más de 600 kilos; el resto, ultraligeros

Precisamente, las pistas de Los Martínez del Puerto –aunque sea de tierra– y Alhama de Murcia (asfalto) son las únicas que están habilitadas para vuelos de aviación general (aparatos pequeños por encima de 600 kilos), mientras que el resto solo pueden acoger a los denominados ultraligeros, ya que su extensión de pista es mucho más reducida, con menos de 500 metros de longitud.

Inspecciones de Aesa

Entre los municipios que disponen de instalaciones para acoger únicamente estas avionetas ultraligeras, se encuentran San Javier (Los Garranchos), Lorca, Totana, Yecla, Cieza, Caravaca de la Cruz y Puerto Lumbreras. Todas ellas está sometidas a la inspección y controles de la Agencia Española de Seguridad Aérea (Aesa) para que todo esté acorde con la legislación, en particular ante la modificación en edificaciones.

«En absoluto aumenta el temor por volar ante lo ocurrido, pero te planteas no correr ciertos riesgos», asegura Miguel Moreno

Moreno, ingeniero industrial, que ha llegado a volar en siete u ocho ocasiones con un modelo de avioneta similar a la que se precipitó al suelo –Tecnam Sierra– asegura que «es un aparato seguro y muy sencillo de pilotar, y no tiene ninguna dificultad como pueda pasar en otros casos». De hecho, «es muy noble y está, incluso, bien cotizada su adquisición en el mercado de segunda mano», añade.

Con respecto a si un suceso como el acontecido hace despertar el temor entre quienes practican este tipo de vuelos, manifiesta que «en absoluto», porque la gente «asume que ocurren desgracias como en todos los ámbitos», aunque admite que «sí te planteas no correr ciertos riesgos, como, por ejemplo, quienes tenemos licencia específica para acrobacias no hacerlas con aviones que no estén certificados para ello, como son los ultraligeros».

Condolencias

El consejero de Fomento e Infraestructuras, José Ramón Díez de Revenga, cuyo departamento no tienen ninguna competencia en este tipo de instalaciones, ni tampoco en materia de regulación aérea, ya que es responsabilidad estatal, manifestó a LA VERDAD que lo sucedido «es una desgracia tremenda, que se suma a otras que ya tuvimos hace poco tiempo. Y lo único que se puede es lamentar el triste suceso y enviar un abrazo muy fuerte a los familiares por parte del Gobierno regional».

También el Aeroclub Cieza quiso transmitir ayer sus condolencias por el fallecimiento de los dos pilotos. Además, el subteniente del Ejército del Aire Adolfo Baños «tenía mucha vinculación con nuestra entidad y era habitual que realizara vuelos en nuestros cielos, utilizando nuestro aeródromo de la Venta del Olivo», destacó Eduardo Pérez, uno de los responsables. Y es que, durante el tiempo que por razones sentimentales estuvo residiendo en Cieza, «Adolfo se convirtió en una de las piezas clave de nuestra entidad, con una amistad que seguíamos manteniendo a día de hoy», apostilló Pérez, informa Claudio Caballero.