El día de la relatividad de la política murciana

Filas enteras del teatro ocupadas por quienes serán alguien, o no, en la inminente foto política. Antonio Luengo y Valle Miguélez fueron vecinos de butaca. Francisco Bernabé compartió reposabrazos con alguna compañera socialista en la Asamblea. Quien fue y sigue siendo, Alberto Garre, llegó a San Javier, su segunda casa, advirtiendo: «Estoy en plena forma». Ruidosas ausencias al acto institucional de la Región fueron las del candidato del PSRM, José Vélez, el de Vox, José Ángel Antelo, y la de Podemos, María Marín, aunque estaban invitados y habían confirmado asistencia.

Los de Vélez hicieron corrillo en torno a Inmaculada Sánchez, número uno al Senado, y a Carmina Fernández, quien se rindió a la evidencia «de lo que nos han dicho las urnas, que seamos una oposición responsable». Será casualidad, pero a los que les sonrieron las urnas el 28-M, se mostraron especialmente relajados y sonrientes en la antesala del acto conmemorativo, como la socialista María Carmen Moreno, a quien de momento nadie le tose en Águilas, o la popular Visitación Martínez, quien se encamina a la presidencia de la Asamblea, con una estela de tres mayorías absolutas en San Pedro del Pinatar a sus espaldas. La aguileña hizo corrillo con los artistas de Muher, Francisca Muñoz y Manuel Herrera, que también ven el mundo lleno de flores reventonas. El municipio pinatarense, sin embargo, es una de las trincheras donde el PP se ha propuesto esperar hasta la anoxia para pactar con Vox después de perder la mayoría absoluta.

De negociaciones y de pactos habló el diputado de Vox, Pascual Salvador Hernández, quien remarcó que «por activa y por pasiva tendemos la mano», pero con la peana que le da el avance electoral logrado, advirtió de que «no vamos a permitir que se falte el respeto de nuestros votantes». En nombre del PP, Joaquín Segado, se mostró convencido de que «cualquiera de nuestros 21 diputados haría un buen papel de presidente». Ahí lo dejó.

Al presidente de los empresarios murcianos, José María Albarracín, lo que le importa en realidad es que «se conforme cuanto antes un Gobierno regional solvente porque las urnas han sido claras», comentó al entrar en el acto institucional, cuya duración trataron de endulzar con una colección de mermeladas como regalo a cada invitado. Los tarritos de varios sabores son elaborados artesanos de la marca P Listo, creada por una empresa familiar de El Mirador, capaces de convertir en confitura hasta al más desabrido de los políticos.

El acto mañanero, con sol radiante en el Mar Menor, pedía a gritos tonos claros en la vestimenta, que obedeció con un blanco roto casi nupcial la diputada del PP Miriam Guardiola. En el rojo de la corbata coincidieron -pura casualidad sin conexión- el secretario general del PP regional, José Miguel Luengo, anfitrión del acto, y el ya expresidente de la Asamblea regional, Alberto Castillo. Luengo dio la bienvenida a todos ante un 'photocall' con eslogan telúrico: 'La tierra que nos inspira'. «Es la tierra con la que nos sentimos identificados», dijo al medio millar de invitados, de los que solo 150 eran de San Javier, y «ningún protocolo para los recientemente elegidos», aclararon desde la organización. Estaba presente, por tanto, el exalcalde de San Javier Juan Martínez Pastor, pero no su hermano, el médico Antonio Martínez Pastor, número tres del PP en las recientes elecciones regionales.

Los 'salzillos', como se conoce a los integrantes de los Coros y Danzas de Murcia, Cieza y Yecla, lucieron con estoicismo su traje de terciopelo y medias caladas de rigor a pesar del sol naciente tras las tormentas. Sus trajes regionales fueron el contrapunto de lo que Boris Izaguirre ha llamado 'liberalismo tropical' en la vestimenta dispar, y a veces disparatada, de los actos sociales. Nada que ver con la sobriedad del fiscal superior de la Región, José Luis Díaz Manzanera, o con el contenido gesto de emoción del atleta español Mohamed Katir El Haouzi, muleño de adopción, en la ceremonia de reconocimientos.

Entre los numerosos premiados, dos huecos irreemplazables, el del expresidente de la Comunidad Autónoma de Murcia, Carlos Collado, convaleciente de una operación quirúrgica a sus 85 años, y el pintor lorquino Manuel Belzunce, ambos representados por sus hijos en el banco de los 'medallas de oro' de la Región este año.

La última en llegar, y a toda prisa, fue Isabel Franco, quien ha sido vicepresidenta del Gobierno regional, como tránsfuga de Ciudadanos, en una legislatura convulsa. Entró en el nuevo auditorio a toda prisa, tras la espalda de Fernando López Miras. Entre el ruido de los acuerdos futuros, se deslizó en algunos corrillos la diversidad de opiniones sobre el destino político de los 'exnaranjas' que apoyaron a Miras en el difícil trance de la moción de censura promovida por el PSOE y Ciudadanos.

La música aprovechó el 'impasse' de silencio al inicio del acto para darle el verdadero poder a la banda Kalima Jazz Quartet, de Antonio Baeza, con Paco Corbalán al violín, Samuel Baeza en la batería y Ángel Valdegrama en los teclados. El archiconocido 'Spain', de Chick Corea, resonó en el nuevo teatro justo cuatro años después de que el músico de Massachusetts tocara a pocos metros de allí, en el auditorio Parque Almansa, dentro del Festival de Jazz de 2019. Dos años después, murió dejando un legado musical de afecto por España. El ganador de 20 premios Grammy se coló este viernes en las cuerdas del maestro Baeza, cuya inspiración dio paso a la entrega de los premios anuales de la Región.