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Andrés egea
Miércoles, 7 de diciembre 2016, 20:42
El UCAM tuvo el partido perdido en varias ocasiones y siempre se agarró a lo que pudo para continuar dando guerra, pero los errores se pagan caros y los árbitros no perdonan. Antelo forzó la prórroga con un triple a falta de 4 segundos para el final del partido pero, pese a realizar un buen partido y equilibrado, salvo en los últimos cinco minutos del primer cuarto, la diferencia en el lanzamiento de tiros libres, 22 los malagueños por 6 los murcianos, decidió la suerte del encuentro.
El partido comenzó muy equilibrado, con reparto de aciertos en el lanzamiento y alternativas en el marcador. Mientras que los locales anotaban desde el exterior, en el UCAM buscaban la circulación rápida para meterle balones a Radovic dentro de la zona. El equilibrio se mantuvo hasta el ecuador del primer cuarto, pero la entrada del polaco Waczynski marcó las diferencias. El internacional comenzó a anotar de tres y de dos hasta llegar a los 10 puntos y su equipo se fue 30-20. El conjunto murciano aguantó como pudo para evitar que su rival se fuese en el marcador y fue en ese momento cuando el UCAM demostró que anímicamente se puede recuperar. Fallando mucho de tres pero asegurando de dos, los de Quintana se fueron 32-24 abajo.
Los primeros minutos del segundo cuarto fueron buenos por parte visitante. El UCAM defendió con mayor agresividad y pronto obtuvo su fruto. Provocó los errores en el lanzamiento de los locales y eso le sirvió para recortar poco a poco. No hubo prisas, ni ansiedad, los de Quintana jugaron de forma inteligente y fueron limando la renta de su oponente hasta que Campazzo, con la bocina sonando de fondo, anotó un triple para empatar el encuentro a 43. La igualdad fue máxima y mientras que los malagueños se empeñaban en tratar de romper el partido a base de triples, el UCAM no tenía ningún problema en esperar su ocasión para seguir en el encuentro a base de canastas muy trabajadas, de dos puntos. Al descanso, con el empate en el marcador los visitantes brillaban en el tiro de tres puntos y los murcianos en el de dos y el rebote, sobre todo el ofensivo. Otra cuestión era la diferencia de lanzamientos de tiros libres, mucho más castigado el equipo visitante.
Tras el descanso la igualdad se mantuvo. Ninguno de los dos conjuntos logró irse en el marcador. Casi se convirtió en un duelo entre Fogg y Baron a la hora de encestar. Solo en la recta final, debido a los errores visitantes, el partido comenzó a tomar color verde. Errores no forzados permitieron a Unicaja una pequeña renta que le permitiría afrontar el último cuarto con la posibilidad de jugar con el tiempo de forma inicial. La sensación era que los locales se harían con la victoria sobre todo porque siempre fueron por delante, pero no contaban con el triple de Antelo casi al final (73-73). Ya en la prórroga, los triples de Jamar Smith hicieron mucho daño. Con Soko fuera de juego por las faltas, no tuvo un defensor que lo frenase. Entre sus triples y los tiros libres anotados por Suárez, dejaron sin opción al UCAM, que al menos no perdió el average particular.
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