El Lorca pide refuerzos a gritos en enero

Los últimos partidos jugados por el Lorca hacían intuir que un día de estos podía llegar el tropezón. Y el día llegó ayer. El filial del Córdoba, que se encontraba en zona de descenso, terminó ridiculizando a un equipo que hizo aguas en todas sus líneas. El 1-0 del primer tiempo daba esperanzas al Lorca, pero el segundo fue una caja de sorpresas con tres tantos más del filial que dejaron muy claras las carencias de un equipo que necesita muchos cambios para luchar por el liderato e intentar el ascenso de categoría.

La baja de Molo en el centro de la defensa obligó a contar con Antonio López y Borja García en esa demarcación. La sorpresa estuvo en el centro del campo, ya que se quedó en el banquillo Noguera y entró Juanra, jugador del filial. Chumbi, que estaba entre algodones, finalmente se pudo recuperar para jugar de inicio. El resto de jugadores fueron los habituales de otros partidos.

El Lorca empezó apretando, pero marcas del equipo de Carlos Losada impedían las llegadas a su área y, con el paso de los minutos, fue el guardameta Dorronsoro quien estuvo más cerca de la pelota. Cuando el Lorca quiso darse cuenta, su rival ya había forzado dos saques de esquina, ambos sin consecuencias.

El peligro a favor del Lorca llegaba a balón parado, siempre de las botas del centrocampista Juanra. En una de esas acciones el balón llegó al corazón del área, pero el remate de cabeza de Chumbi no encontró puerta y la defensa despejó sin dificultades. El Lorca tenía problemas con el pase, porque las jugadas apenas pasaban del medio campo ante la gran presión del rival.

Debido a la ineficacia lorquina en ataque, el Córdoba B empezó a llegar al área del rival. La defensa blanquiazul impidió entonces que esas jugadas acabasen con peligro, pero los hombres de Julio Algar, aunque tenían el partido controlado, necesitaban dar un giro al partido para hacerse con los tres puntos.

El giro no llegó y el filial se adelantó. Traoré remató, el balón tocó en Antonio López y se alojó en la portería de Dorronsoro. Todo eran malas noticias para los lorquinos, porque en la siguiente acción Cristian Bustos vio la tarjeta amarilla y se perderá el siguiente partido ante el Mancha Real.

Pareció que el equipo de Julio Algar perdía el control por momentos, sin ideas en el centro del campo y escasas llegadas en ataque. Necesitaba un 'tiempo muerto' el Lorca para aclarar ideas e impedir que los hombres de Carlos Losada pusieran en evidencia a los blanquiazules.

Algar siguió desgañitándose y dando instrucciones, pero su equipo estaba contra las cuerdas y, lejos de intentar la igualada, tenía muchas posibilidades de encajar el segundo. El primer tiempo se fue muriendo sin que el guardameta Marc Vito supiera cómo remataban los delanteros del Lorca. Los únicos argumentos visitantes eran colgar balones a Chumbi y Manu Onwu. Solo en los últimos instantes el Lorca resucitó, pero sin el tiempo suficiente para hacer daño.

Tras el descanso hubo un cambio en el equipo lorquino. La penosa actuación del primer acto requería una modificación. Así, salió Gonzalo Poley a los cuatro minutos por Juanra. El equipo necesitaba algo en el medio campo para dar un cambio a su juego. El Lorca empezó a dominar y sus llegadas pusieron en aprietos a la defensa local.

Hasta seis ocasiones

Fueron los mejores minutos de un Lorca que hizo seis ocasiones de gol en un minuto, pero el balón se negó a entrar y, pasada la efervescencia, el Córdoba empezó a hacer contras buscando el segundo.

El partido se rompió, sin dueño en el centro del campo. Y lo que ocurrió fue el segundo del Córdoba B, cuando el central Pablo Vázquez remató de cabeza en el primer palo para marcar el segundo y dejar el partido muy decantado para los locales. Al Lorca no le quedaba otra que atacar para acortar distancias a falta de quince minutos para el final, pero el choque lo sentenció David Moreno con el tercero, y un minuto después fue Trauré el que terminó de sacar los colores a un Lorca que acabó haciendo el ridículo