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El estonio Rein Taaramae vence, ayer, en la meta del Castillo de Lorca. :: sonia lario / agm
Un estonio conquista el Castillo

Un estonio conquista el Castillo

Taaramae sucede a Valverde en la Vuelta a Murcia, con Luis León en quinto lugar

JUAN ANTONIO CALVO

Domingo, 15 de febrero 2015, 00:45

Un estonio cuyo nombre resulta desconocido para el gran público pero que figura entre los mejores quince corredores del mundo, Rein Taaramae, fue ayer el vencedor de la 35 edición de la Vuelta Ciclista a Murcia, Gran Premio Costa Cálida, sucediendo en el palmarés de la carrera al murciano Alejandro Valverde, ausente este año. Taaramae cubrió en solitario los últimos kilómetros desde que se escapó en la ascensión al Collado Bermejo y, pese a los esfuerzos del Movistar por cazarle y gracias a los frenazos de los kazajos del Astana, logró cubrir en solitario el tramo final, llegando a gozar de una ventaja que fue de más de dos minutos en algún tramo.

Reim Taaramae, profesional desde 2008, que estuvo seis años en el Cofidis francés y ha sido fichado por el Astana esta temporada, corría por vez primera la Vuelta a Murcia, en una edición de 198,1 kilómetros con 147 corredores, 20 equipos y final en el bello escenario del Castillo de Lorca que, por tercer año consecutivo, acogía la llegada de la Vuelta a Murcia. Y si Taaramae fue el gran triunfador de la carrera, el calificativo de héroes hay que aplicárselo a dos modestos corredores españoles, Martín y Bravo, que aunque no gozaron de la corona de laurel del triunfo final, sí merecen el unánime aplauso de todos por la hazaña de recorrer en solitario 146 kilómetros en la gran fuga del día.

Esta escapada se fraguó apenas salir del Puerto de Mazarrón y contó con la inacción del resto de grupos, que apenas dieron importancia a la fuga, sabiendo que la etapa era larga y que ya les llegaría la hora de cazar a los escapados. Mientras tanto Víctor Martín (Burgos BH) y Garikoitz Bravo (Murias) iban aumentando, sin prisa pero sin pausa, su ventaja, que llegó a ser de 4.38 ante la tranquilidad de los equipos del pelotón, entre los que únicamente el Movistar daba señales de vida y mostraba una ansias, pequeñas, de liderar la caza.

Con esa calma chicha y el buen tiempo, incluso sol, la carrera fue transcurriendo plácidamente hasta llegar a las estribaciones de Sierra Espuña, donde ya sí, comenzó la guerra para dar caza a los escapados. Y en cuanto el pelotón se puso manos a la obra, los dos fugados entregaron la cuchara y se resignaron a su suerte.

Se había llegado a Sierra Espuña. Y entonces fue cuando de verdad comenzó la carrera. Así lo entendieron un grupo de 25 o 26 corredores que comenzaron su guerra particular en pos del triunfo. Y quien mejor lo entendió fue el estonio Taaramae, que se marchó solo y muy pronto obtuvo una ventaja de 1.20, corta si se tiene en cuenta quiénes eran los perseguidores, pero suficiente de momento para ir tirando, a la espera de acontecimientos.

Naturalmente el Astana kazajo -entre sus filas está el muleño Luis León Sánchez- hacía todo lo posible para ralentizar la marcha del grupo y no perjudicar a su compañero escapado. Y por eso el estonio fue aumentando la ventaja hasta llegar a los 2.18, a falta de 15 kilómetros para la meta, ventaja que parecía suficiente para permitirle llegar a la meta sin sobresaltos.

10 segundos

Al final el pronóstico se cumplió a medias, porque si bien es verdad que el estonio llegó en solitario a la meta del Castillo de Lorca, pagó el esfuerzo de la miniescapada en solitario y esa ventaja, que parecía más que suficiente, se vio reducida en la meta a solo 10 segundos. Es más, en los últimos metros el estonio llegó a temer por su triunfo.

Al final, el equipo Astana consiguió su primera victoria de la temporada, Taaramae sumó así su segundo triunfo en España, donde ya había ganado una etapa de la Vuelta de 2011. Además, ha sido dos veces campeón de Estonia, tanto de ruta como de contrarreloj, y el año pasado logró la victoria en el Tour de Turquía y el Tour du Doubs (Francia).

Le siguió el holandés Bauke Mollema (Trek), a 10 segundos, y con el mismo tiempo, tercero, entró el checo Zdenek Stybar (Etixx-Quick Step), en un grupo en el que se encontraba el muleño Luis León Sánchez, que al final fue quinto. El también murciano Rubén Fernández estuvo en el grupo perseguidor del vencedor, sin lograr dar caza al estonio.

Un año más, y ya van 35, la Vuelta Ciclista a Murcia, con Paco Guzmán como maestro de ceremonias, fue un éxito de organización, deportivo y de público, que apoyó desde las orillas de la carretera y en el propio Castillo de Lorca a los ciclistas. La Vuelta ha perdido en días, pero no en calidad y en espectáculo.

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