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La Asociación de Constructores de Murcia (Acomur) reclama a la Demarcación de Carreteras del Estado en la Región que active los numerosos proyectos de obra pública aprobados que están pendientes de licitación. La entidad, que representa a empresas contratistas de la Región, pide que se analice la situación de las infraestructuras clave que están paralizadas desde hace varios años y que se indiquen las previsiones a medio y largo plazo para su ejecución, con el fin de que las compañías del sector puedan tener en cuenta las fechas contempladas.
Entre las principales obras pendientes, la asociación señala el Arco Norte, que potenciará el eje Murcia-Alicante, que actualmente soporta una elevada intensidad de tráfico. La lista también incluye el tercer carril en la A-7 en dos tramos importantes (Orihuela-Monteagudo y Alcantarilla-Alhama), así como en la MU-30.
Como publicó LA VERDAD el domingo, el bloqueo de los proyectos del Arco Norte y de la segunda fase de la autovía del Reguerón, así como los terceros carriles, está repercutiendo en la congestión de tráfico en la Ronda Oeste, lo cual se ve agravado también por el plan de movilidad de Murcia que está expulsado el tráfico urbano hacia el extrarradio. La intensidad media diaria en la Ronda Oeste y el nudo de Espinardo alcanza los 115.000 vehículos.
Acomur resaltó que la falta de ejecución de estas obras «no solo afecta negativamente al desarrollo económico, sino que dilata poner solución a los problemas de congestión del tráfico, lo que aumenta los costes de transporte y tiene un impacto negativo por la contaminación ambiental».
«Estamos comprometidos en colaborar estrechamente con la Administración para encontrar soluciones efectivas y avanzar en estos proyectos de vital importancia», resalta en un comunicado José Juan González, presidente de Acomur.
La falta de licitación de los proyectos no es lo único que preocupa a Acomur. La asociación ha querido mostrar también su «descontento por las condiciones que se establecen en los concursos de obra pública, donde el precio de los materiales es, con frecuencia, inferior a su valor de mercado».
Indica que esto impide presentarse a muchas empresas de construcción debido a la escasa o nula rentabilidad del trabajo, lo que aumenta las probabilidades de que la licitación quede desierta o de que la oferta elegida sea temeraria y, por tanto, la finalización de la construcción en las condiciones acordadas sea inviable.
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