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El refuerzo de la plantilla de Atención Primaria permitió reducir el año pasado el número de pacientes por médico de familia en todas las áreas ... de salud salvo en Lorca y Mar Menor, según datos recientemente publicados por la Consejería de Salud. De las 1.382 tarjetas sanitarias por facultativo que se registraban en la Región de Murcia en 2022 se ha pasado a 1.322 un año después. Los cupos están disminuyendo de forma paulatina desde 2018, después de un largo periodo de incremento fruto de los recortes derivados de la crisis de 2008.
Esta reducción acerca al Servicio Murciano de Salud al objetivo de las 1.250 tarjetas sanitarias por médico de familia, pero solo el Noroeste está ya por debajo de ese umbral. La disminución, además, está siendo desigual. Mientras en las áreas VI (Vega Media) y VII (Murcia Este) los cupos se sitúan en 1.277 y 1.283 pacientes por médico de familia, respectivamente, en Lorca y Mar Menor se llega a 1.415 y 1.445. En estas dos áreas, la presión sobre las consultas de Primaria aumenta ligeramente con respecto al año anterior.
Estas dos zonas, especialmente afectadas por el déficit de médicos, apenas han visto reforzadas sus plantillas en 2023, de acuerdo a los datos publicados por la Comunidad. Así, en Lorca había 116 médicos de familia a cierre de 2023, solo uno más que el año anterior. En el Mar Menor, la plantilla en esta especialidad ha aumentado únicamente en dos facultativos. Los pacientes de Lorca se encuentran precisamente entre los que más demoras suelen sufrir para conseguir cita con su médico de Atención Primaria.
Por el contrario, Cartagena es una de las áreas que experimenta una mayor reducción de los cupos, desde los 1.423 pacientes por médico de familia a 1.313. Esto obedece a la incorporación de 17 facultativos, según la estadística de Salud.
En total, en toda la Atención Primaria regional hay 1.001 médicos de familia, 60 más que el año anterior. Con todo, el refuerzo de las plantillas se ve obstaculizado por la falta de profesionales disponibles para la contratación. De las 111 nuevas plazas de Medicina de Familia que la Consejería de Salud creó el año pasado en el marco de la Estrategia de Mejora de la Atención Primaria (EMAP), 74 siguen vacantes. En Pediatría, 11 de las 12 nuevas plazas creadas continúan sin cubrirse.
La Asociación en Defensa de la Sanidad Pública ya advirtió el año pasado de las «desigualdades» entre áreas, poniendo el acento en las dificultades para reducir las ratios en Lorca y Mar Menor. No obstante, más allá del objetivo de no superar los 1.250 pacientes por médico, los profesionales recuerdan que no se trata de establecer cupos uniformes, sino de adaptarlos a la realidad de las consultas. El Noroeste es el área con menos tarjetas sanitarias por facultativo, pero esto obedece al hecho de que la población está más envejecida. También hay que tener en cuenta otros factores, como la proporción de pacientes crónicos complejos y la dispersión. Así, el Noroeste es el área con mayor frecuentación: los vecinos de esta zona acuden a su médico 6,5 veces al año, de promedio, mientras en la Región este indicador se sitúa en 5,7 visitas. En definitiva, un menor número de tarjetas por médico no implica que estos profesionales afronten menos presión asistencial que otros con ratios más elevadas, pero con pacientes menos frecuentadores.
Los cupos de pacientes se reducen también en el resto de categorías profesionales, aunque a diferentes velocidades. En Pediatría, la media se sitúa en la Región en 851 niños por profesional, una cifra ya por debajo de los 900, que era el objetivo fijado en la Estrategia de Mejora de la Atención Primaria. Sin embargo, de nuevo Lorca y Mar Menor van por detrás, con ratios aún superiores: 942 y 909 niños por pediatra, respectivamente.
En Enfermería, la media regional se sitúa en 1.599 pacientes por profesional, ya cerca de los 1.500 fijados como objetivo en la EMAP. Pero también en este caso hay desequilibrios: Murcia Oeste (1.761 tarjetas por enfermero) y Mar Menor (1.769) están aún lejos del umbral deseado. Mientras, el déficit de auxiliares administrativos sigue ahí, con 2.593 pacientes por profesional.
Los médicos de familia y pediatras de Atención Primaria atendieron el año pasado 8,7 millones de consultas frente a las 9,3 del ejercicio anterior, según datos del Servicio Murciano de Salud. Subieron las consultas presenciales y se redujeron las telemáticas. Estas cifras indican que la presión asistencial sigue siendo muy alta, pero se contiene después de los años de la pandemia, en los que se batieron récords. En 2023 se contabilizaron 5,7 visitas al médico de Primaria por habitante frente a las 6,6 que se llegaron a alcanzar en 2021. Sin embargo, la impresión de los profesionales es que «la demanda está desbocada, no solo a nivel cuantitativo (número de consultas) sino sobre todo a nivel cualitativo», debido a «motivos de consulta banales» o por procesos agudos, advierte Jesús Abenza, presidente de la Sociedad Murciana de Medicina Familiar y Comunitaria (Smumfyc). Esto dificulta la atención a los crónicos complejos y frágiles. El problema estructural se mantiene.
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