Imperial Morrissey

Es complicado aventurar una cifra de espectadores -se habla de más de 30.000-, pero que me aspen si la primera jornada de la octava edición del Estrella de Levante SOS 4.8 no batió el récord de asistencia. La 'culpa' la tienen ciudad -manga corta incluso de madrugada- y festival -no he estado en ninguno con mejor organización-, pero también un Morrissey del que sabíamos que es el último gran icono del pop, pero en cuyos directos siempre cabe la incertidumbre. Bien, pues en Murcia estuvo imperial.

Valen otros calificativos como soberbio, excelente o magnífico, pero ninguno que no bordee lo superlativo. En un gran estado de forma, tanto vocal como escénicamente, Mozzer abrió su concierto con 'Suedehead', recordó brevemente a The Smiths en 'Stop me if you think you've heard this one before', cantó espectacularmente durante todo el concierto y cuando todos estábamos enamorados del mismo amor, decidió golpearnos en el rostro con 'Meat is murder' en un final tan desagradable como políticamente radical. Me parece estupendo: es un maldito genio y nosotros unos simples mortales afortunados.

Palma Violets -el rock era esto, actitud en vena-, la elegancia sintetizada de Metronomy, el poderío escénico de The Vaccines y, atención, Supersubmarina -gustos al margen, su directo es poco cuestionable- fueron otros puntos fuertes de la primera del SOS. En el lado del olvido, opositaron fuerte unos Years & Years inaceptables si se han cumplido los 15 años y un Xoel López que parece querer ser el nuevo José Luis Perales pero no llega. Esto ha empezado mejor que bien.