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DIEGO MARTÍNEZ
Sábado, 2 de mayo 2015, 01:02
Aunque hasta las cinco y media no empezaron a sonar en el festival Estrella de Levante SOS 4.8 los primeros golpes de guitarra, de la mano de Sen Senra, una hora antes las puertas de La Fica ya estaban abiertas. El público, eso sí, fue llegando con cuentagotas: muchos, recién llegados a la ciudad y con el equipaje todavía a cuestas, se acercaron a recoger su pulsera y se marcharon para volver luego, cuando los grandes escenarios estuviesen abiertos y el sol no pegase tanto como a primera hora.
Otros, en cambio, aprovecharon el rato más tranquilo de la jornada para ubicarse en el recinto, coger la primera cerveza y darse una vuelta por los 'stands' situados a la entrada del festival. Aparte de los puestos que cabría esperar, con 'merchandising' y discos, diversas marcas y organizaciones estuvieron presentes en el La Fica dando la oportunidad a los melómanos más ociosos de pintarse las uñas gratis, participar en un pequeño juego de búsqueda para conseguir unas gominolas o comprar la última pieza de ropa que completase su 'outfit' festivalero. En otros 'stands', se recogían firmas para causas medioambientales, se trataba de concienciar a los asistentes contra el abandono animal y se invitaba a los 'sosers' a salir del armario.
Aunque la zona que más público congregó durante las primeras horas de la tarde fue el escenario SOS Club. Los más afortunados (o los más rápidos) consiguieron tumbarse en los sofás que había dispuestos frente a los DJ's; otros optaban por echarse en el césped con la bebida en la mano y unos cuantos, con ganas de fiesta desde el primer minuto, rompían el hielo bailando en la plataforma colocada frente al escenario a ritmo de DJ Gorrión, el primero en pinchar.
El moño masculino
Conforme pasaban las horas, y pese a que los otros espacios ya estaban abiertos, la gente que bailaba en el SOS Club se multiplicaba, mientras la locutora Virginia Díaz (Radio 3) o el grupo Second tomaban el mando de la selección musical. Entre la multitud, se podían apreciar los 'looks' del momento, que no han variado demasiado desde 2014: ellas con el pelo de colores vivos y ellos con barbas cada vez más largas. Pero una nueva tendencia parece haber llegado para quedarse: el moño masculino.
Las grandes cartulinas de propaganda -como las del '¡Pedazo temazo!' del año pasado- sirvieron esta vez para algo más que abanicarse: uno de los patrocinadores repartió unos grandes bocadillos de cómic (la forma del logo del festival) en los que los jóvenes podían escribir lo que quisiesen y donde se podían leer todo tipo de mensajes que intentaban llamar la atención de los grupos y artistas: «Vigo ama el SOS», «Dándolo todo», «¡Súbeme al escenario!», «Por muchos SOS más» o «Es mi cumpleaños».
Buena parte de los que se saltaron la siesta, además, lo hicieron para echar un ojo a la sección de Arte y Voces. Allí se exponía la muestra 'The dark side of the party', que ahondaba en el lado más turbio y desconocido del mundo del espectáculo mediante piezas audiovisuales, luces, humo ecológico y un espacio para 'performances' y mesas redondas.
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