

Secciones
Servicios
Destacamos
PEDRO SOLER
Miércoles, 2 de noviembre 2016, 11:04
Así de tajante se manifiesta: «Voy a seguir pintando y reconvirtiendo hasta la muerte, porque lo bueno de estas aficiones o profesiones libres es que yo soy mi único jefe». Lo afirma Antonio Barceló Ballester (Cartagena, 1942), quien hoy es protagonista, en la galería madrileña Orfila, por su exposición 'Memoria de la pintura' y el libro 'Antonio Barceló Ballester, en la Muralla del Mar', escrito por Antonio Leyva. Será presentado por Tomás Paredes, presidente de la Asociación Española de Críticos de Arte.
Exposición y libro están directamente relacionados, porque en éste aparecen fotografiados doce cuadros de aquella. «Con esto -afirma el pintor- he querido hacer un recuento de las obras de grandes autores, que he visto en exposiciones de museos o en cualquier entidad bancaria, y que me han impresionado mucho. Hay un Kandinsky, 'Torre con campanario', que vi en el Museo Pompidou, de París; un Matisse, 'La cortina egipcia', que se expuso en Granada, en una mustra comisariada por Francisco Jarauta; dos Cézanne, del Monte Sainte-Victoire, que pintó tantas veces; 'La Primavera', de Arcimboldo, sobre el que ya he hecho tres variaciones; Paul Klee... etc».
Entonces, ¿lo que hace es copiar grandes obras? «No. Hago una aproximación a esas obras, no una interpretación. Como un acercamiento a la obra original, y de modo tan respetuoso que, en la mayoría de los casos, el formato es idéntico al original, salvo raras excepciones. Y, sobre todo, lo hago con una técnica nueva, que yo llamo 'textiles', que ya comencé en otra exposición, que presenté en Cartagena, pero que ahora está mucho más trabajada». ¿En qué consiste? «Los 'textiles' son telas que mancho, que recorto por las manchas y que pego. Es decir, que la cara de Arcimboldo o cualquier otra está hecha de trocitos de tela pintados. En algunos casos, utilizo óleo como fondo neutro, de color negro, blanco o gris, aunque también recurro, a veces, a otros colores. Así podía definir la nueva técnica, con la que estoy muy contento».
Asegura Antonio Barceló que no tiene inconveniente en buscar nuevas técnicas, pese a los años que le acompañan, «porque para mí consisten en investigar y explorar otras rutas. Yo no soy el pintor que pinta siempre el mismo arbolito y la misma casita. En el libro, el autor dice que soy un pintor nómada, que voy variando, aunque no creo que varíe tanto, porque mi anterior etapa siempre me sirve de base para la siguiente». Influenciado por artistas de muy distintas tendencias, afirma que «son los pintores que admiro, aunque hayan cultivado estilos tan diversos. Aparte de los que he citado, también me emocionan Picasso, Juan Gris, Braque...». ¿No le dicen nada Velázquez o Murillo? «Mi tendencia ha sido muy colorista; por esto busco pintores en los que el color sea un elemento muy primordial. Aún no he llegado a Velázquez, ni a Goya».
Hizo su primera exposición, en 1969, en Cartagena. «Después, me puse a estudiar Artes y Oficios, donde tuve muy buenos profesores y otros, no tan buenos. Recuerdo muchísimo a Antonio Carbonell. Pero no llegué a terminar, porque hube de dedicarme a preparar las oposiciones para la docencia». Pese a todo, «nunca me he cansado de ser pintor. Es cierto que estuve a punto de abandonar, tras mi primera exposición, porque uno espera siempre una acogida más calurosa. Permanecí bastante tiempo sin volver a exponer individualmente, aunque participaba en colectivas. Retomé la que siempre ha sido mi mayor afición; y así, hasta ahora. Además, al estar jubilado, tengo más tiempo para pintar». ¿Pinta solo porque le gusta o porque también le ha servido de sabroso complemento o rentable negocio? «Negocio, cero. Yo tenía la docencia como mi medio de vida. Hay pintores que pintan para los demás, y otros que lo hacen para sí mismos. Yo pinto para mí mismo. Pintar me vale para muchas cosas. Ahora mismo, me pongo a pintar y me olvido de todo, porque me concentro en este tema».
«No me gusta repetirme»
Se ha manifestado a través de muchos estilos, algo que «ha obedecido a que no me gusta repetirme. Lo que le he dicho: me gusta investigar y buscar nuevos caminos. Yo empecé pintando paisajes de Ibiza y Mojácar y no he vuelto a tocar ese tema de calles bancas y ventanas azules». Tanto cambio, ¿ha merecido el respeto de los críticos? «Excepto en alguna ocasión, mi pintura ha sido respetada siempre. Una vez, cuando expuse en la que entonces era Casa de Cultura de Murcia, también se vertieron opiniones negativas, porque era una exposición con distintas técnicas y alguna de ellas no pareció bien». Le cuesta definirse como pintor: «Es algo muy difícil. Creo que soy y siempre he sido un pintor sincero. Pinto lo que quiero y trabajo para encontrar ese camino que busco y que no hace concesiones».
A propósito del libro, Antonio Barceló afirma que el título quizá obedece a que vive junto a la Muralla del Mar. Le parece muy interesante la cita que Leyva hace del artista Joaquín Torres García, referente al equilibrio que el artista debe saber encontrar entre lo real y lo abstracto. «Yo buscaba siempre este equilibrio, porque esas telas que mancho, las mancho como lo hacía Pollock: tirando la pintura. Esto es abstracción total; pero, luego, cuando esto queda asumido en la composición del cuadro, ya no es abstracto. Lo abstracto está haciendo de apoyo de lo real y figurativo».
Reconoce que «a estas alturas de la película o de mi vida, me siento satisfecho. He sufrido, porque la vida del artista tiene una sensibilidad distinta. Uno no se da cuenta al principio, aunque, en la atalaya de mis años, ya se percibe que uno tiene un sentido que no tiene todo el mundo. Creo que esto es positivo al final de la vida o según van pasando los años».
¿Por qué en Madrid ambas presentaciones? «Quiero presentar la exposición también en Cartagena, con motivo de mis cincuenta años como pintor; pero, entonces, voy a hacer otra cosa, que podría definir como el más difícil todavía. Consistirá en que voy a presentar mi trayectoria en la pintura con esta nueva técnica. O sea que un cuadro de Mojácar de mi primera exposición aparecerá reconvertido en un 'textil' en la futura exposición».
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.