Borrar
¡Cuidado con la de rojo!

¡Cuidado con la de rojo!

Carmen Conesa se mete en la piel de la perversa marquesa de Merteuil en el rompedor montaje de 'Las amistades peligrosas' que mañana llega a la Región

Antonio Arco

Miércoles, 22 de octubre 2014, 23:07

Perversa, manipuladora, vengativa, en apariencia fría como la nieve que todavía no ha sido asaltada por las huellas. Sépanlo: no es de fiar la marquesa de Merteuil, pero apetece conocerla... a fondo; eso sí: protegidos con escudos mentales y emocionales, porque se corre el riesgo de quedar atrapado, como un espantapájaros, entre sus delicadísimas garras. Hay un claro inconveniente: para conocerla tendremos que viajar, a través de 'Las amistades peligrosas', de Pierre Choderlos de Laclos, al París prerrevolucionario del siglo XVIII. Allí, ella y el vizconde de Valmont se enfrentan al tedio seduciendo y pervirtiendo a todos aquellos que se encuentran cerca. Y para vengarse de un antiguo amante que ha acordado casarse con la joven Cecile de Volanges, Merteuil incita a Valmont a seducirla. Comienza entonces una lluvia de maldad en la que se mezclan pasión y dolor, sexo y lágrimas. La última actriz española en meterse en la piel de seda y el alma oscura de la marquesa de Merteuil es Carmen Conesa (Barcelona, 1960), que encabeza el reparto del montaje puesto en pie por Metatarso Producciones, y que podrá verse mañana en Molina -Teatro Villa de Molina, a las 21.00 horas- y el domingo en Cieza -Teatro Capitol, a las 20.00 horas-. Edu Soto se convertirá en el vizconde de Valmont.

  • En Molina Mañana, a las 21.00 horas, en el Teatro Villa de Molina. La entrada cuesta 15 euros.

  • En Cieza El domingo, a las 20.00 horas, en el Teatro Capitol. La entrada cuesta también 15 euros.

Rompedora, delirante, libre, musical, desnuda, acelerada...; así es esta versión de 'Las amistades peligrosas' -donde la música en directo se fusiona con la tecnología, los audiovisuales, el vestuario rococó y la 'performance'-, que impactó en su día al público del Festival Fringe Madrid 2013, y que sigue levantando de sus butacas a los espectadores de todo el país. Adaptada por Javier L. Patiño y Darío Facal, está dirigida por este último y cuenta entre sus intérpretes con la actriz murciana Lola Manzano (Madame de Volanges), de la que Carmen Conesa, que conversa con 'La Verdad' a primera hora de la mañana, habla maravillas.

-¿Por qué ha elegido esta hora tan temprana para la entrevista?

-Porque me levanto de muy buen humor, ya que para mí la mañana es el momento más bonito del día. Es cuando más optimista me siento, sabiendo que tengo una nueva oportunidad para ser feliz. Doy los buenos días a las plantas que tengo en la terraza, doy las buenos días a mis perritos, me como a besos a mi hija... y le atiendo a usted encantada.

-¿Y qué pasa conforme va transcurriendo el día?

-Que te topas con la realidad, claro, y que aparece el agobio que te provoca saber que no te va a dar tiempo a poder hacer todo lo que te gustaría; yo necesitaría varias vidas para poder realizar todos mis planes. Pero me digo: 'Tranquila Carmen, haz hoy lo que puedas y lo que no, mañana'. No me desespero, no me permito caer en ninguna depresión.

-¿A qué tiene usted tendencia?

-A creer en la bondad del ser humano, como Rousseau. De entrada, siempre pienso que nadie quiere fastidiar al otro; pero compruebo que, lamentablemente, sí hay gente que, incluso, disfruta mucho haciéndolo; y eso me deja descolocada. Huyo de las malas intenciones e intento rodearme de gente que intente hacer las cosas todo lo mejor posible.

-Nada que ver con la marquesa de Merteuil.

-Nada, pero fíjese: yo creo que detrás de su perversidad, de su crueldad, de su gusto por la manipulación y de su obsesión por pensar nada más que en su propia satisfacción, hay muchas y grandes dosis de sufrimiento, de dolor y de soledad; creo que todo eso es fruto de una insatisfacción personal que, tal vez, si hubiera estado llena de amor no hubiese vivido. Detrás ha tenido una educación muy estricta y muy castradora que, en parte, le hace después comportarse de ese modo tan egoísta. Todo es por algo. La víctima se convierte, una vez más, en verdugo.

-¿Cree usted que habría caído también en sus redes y que ella la hubiese podido manejar a su antojo?

-Supongo que sí [risas], pero sobre todo si nos hubiésemos encontrado siendo yo más joven, porque es cierto que la madurez hace que dudes un poco más de todo. Pero sí, yo sería de las personas fácilmente manipulables para ella.

-¿Nunca se pone a la defensiva?

-No estoy nunca a la defensiva, en absoluto. Intento no tener prejuicios, ni ideas preconcebidas, cuando conozco a alguien. Estoy escarmentada, me han dicho tantas cosas negativas de personas que luego han sido grandes amigas mías...

-¿Qué han hecho ustedes en este montaje con todo el erotismo del texto de Choderlos de Laclos?

-¡Uy, virguerías, se lo aseguro! [Risas.]

-¿De qué no se olvida?

-De que me voy acercando a un final, que no tiene marcha atrás, para el que cada vez me queda menos tiempo. Y quiero disfrutar al máximo de la vida. El otro día lo estaba pensando: ya no tengo tiempo que perder. Recuerdo lo que me dijo, durante los ensayos hace años de 'Las últimas lunas', de Furio Bordon, mi gran amigo Juan Luis Galiardo. Un día llegué cinco minutos tarde al ensayo, me miró y me dijo: 'Mira, Carmen, tú eres joven y tienes tiempo que perder, pero yo no lo tengo ya. Así es que te pido que no me lo hagas perder'. Desde entonces, llevo esas palabras escritas en mi disco duro: cada vez tienes menos tiempo que perder. A veces, incluso me pedía que le acompañase a pasear por algún tanatorio, porque Juan Luis estaba convencido de que hacerlo -al menos una vez al mes- sería muy aleccionador.

-¿Quién fue un ejemplo para usted?

-Mi padre, empezó trabajando de albañil y acabó siendo constructor. Además, era 'inventor'. Disfrutaba en su taller lleno de cachivaches, al que yo también me iba para estar con él y para pintar, que era mi afición. Estudié Bellas Artes, danza y canto lírico. Y hace dos años que empecé a estudiar de nuevo: Filosofía e Historia del Arte en la UNED.

-¿Qué tal la experiencia de compartir escenario con la gran actriz murciana Lola Manzano?

-¡El placer de trabajar con Lola es extraordinario! Es una persona y una actriz de un talento y de una bondad tremendos. Tenerla de compañera es para mí una suerte.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

laverdad ¡Cuidado con la de rojo!