Crece el riesgo de demora para la modernización de los Cercanías Murcia-Alicante

El Ministerio también avisó el año pasado de las consecuencias negativas que habría para la Región si tiene que cambiar sus planes. La línea C1 de Cercanías entre ambas ciudades configura uno de los núcleos ferroviarios con mayor movimiento de España. En el año 2022 se transportaron más de 2,7 millones de viajeros, seis veces más que la demanda actual del AVE entre Murcia y Madrid.

El hecho es que las obras de la variante, que desviaría el trazado por el norte de Alicante para suprimir el actual, que va por la costa, no empezarían antes del año 2026, a lo que habría que sumar el tiempo de ejecución. La consecuencia es que la Región de Murcia tendría que esperar más tiempo para disponer de trenes eléctricos modernos y un servicio de calidad, subraya García Calvo.

Este experto se pregunta cuándo habrá una línea electrificada de ancho internacional que reconvierta el antiguo trazado entre Murcia y Alicante, que pasa por Elche y Torrellano. Considera que el Ministerio de Transportes debe actuar de inmediato para modernizar la vía. Sostiene que la adaptación al ancho internacional y el montaje de la catenaria son actuaciones relativamente rápidas, unos dos años de ejecución, en comparación con lo mucho que tardaría la construcción de la variante de Torrellano, que lleva incorporada la futura estación del aeropuerto. Adif deberá decidir en su momento si corta la vía antigua o hace compatible las obras con el paso de trenes.

«Primero hay que electrificar y adaptar el tramo que ya existe entre San Isidro, Elche y Alicante; a la Región de Murcia le interesa mucho que el Ministerio acometa rápido esta actuación provisional, ya que de lo contrario tendrá problemas», apostilla García Calvo, quien considera que hay que poner el foco en el triángulo conformado por Monforte del Cid, San Isidro y Alicante, para conformar definitivamente el mapa ferroviario que más interese a la Región para obtener el máximo beneficio del Corredor Mediterráneo.

Recuerda que actualmente hay tres formas de viajar entre Murcia y Alicante: los trenes de alta velocidad; los Avant que utilizan el nuevo trazado, pero no pasan por Elche y Torrellano; y los viejos automotores diésel que circulan por todas las estaciones intermedias con trazado de ancho ibérico.

«Las dos primeras dejan sin trenes de Cercanías las estaciones de Elche Carrús y Torrellano. La última, la tradicional, es realmente la de Cercanías y la que hay que adecuar urgentemente para dar un servicio de calidad cuando se tengan los nuevos trenes eléctricos que Renfe tiene contratados y que ya se están construyendo; para ello hay que cambiar el ancho de vía y electrificarla», explica el asesor de QuieroCorredor.

«Hasta que no esté electrificado y adaptado el trazado desde Murcia a Alicante, manteniendo la vía actual o con las modificaciones previstas, seguiremos teniendo los trenes diésel antiguos de Cercanías, y además no podrán pasar mercancías desde Murcia, Cartagena y Andalucía hacia la frontera francesa por el Corredor Mediterráneo, pues no existe una vía alternativa para ellas», recalca García Calvo. A su juicio, el Ministerio no debe cambiar de planes por la presión que existe en Alicante.

El Ministerio de Transportes también advirtió de que si no se moderniza el trazado actual por la costa, habrá consecuencias negativas para la Región. Hace justo un año, la anterior secretaria de Estado Isabel Pardo de Vera anunció en Alicante el inicio de los trabajos para licitar el proyecto constructivo de la variante ferroviaria de Torrellano, que sustituirá al actual trazado por la costa, excepto un tramo de acceso al puerto.

El trazado de esta variante, de unos 7,5 km de longitud, bordea el exterior de Alicante, pasa por el barrio de Bacarot, cruza la sierra de Colmenares y elimina el retroceso en San Gabriel. Enlaza con el tramo que dará acceso al aeropuerto. Dicho ramal, con una longitud de unos 5 km, cuenta con un presupuesto de 80 millones de euros y prevé la construcción de una estación bajo la terminal de pasajeros.

Aunque la construcción de la variante de Torrellano implica, a largo plazo, levantar la línea de la costa, Pardo de Vera indicó que el Ministerio ha decidido «electrificar y adaptar a ancho estándar la vía de forma provisional para garantizar el tráfico de mercancías por el Corredor Mediterráneo y la calidad del servicio de Cercanías entre Murcia y Alicante». Recalcó que el Ministerio tiene la idea clara de desmantelar el trazado junto al mar, pero, hasta que se construya la variante, es necesario mantener la línea y mejorarla para que el tráfico de mercancías no se corte en Alicante y puedan seguir hasta Murcia y Almería, y para que el servicio de Cercanías siga operativo. «La mejor solución mientras se construye la variante y haciendo más eficaz y sostenible el transporte de mercancías».

La Región tiene a su favor a la UE, que acaba de incluir entre los proyectos prioritarios de la Red Transeuropea ampliada la modernización del trazado actual por la costa, y no por el interior. Dicha modernización debe estar finalizada antes de 2030.