Borrar
Exterior de una residencia para jóvenes, en la plaza Islas Baleares, de Murcia. ALFONSO DURÁN / AGM
Alquiler piso en Murcia | Crece la demanda de residencias de estudiantes ante el incremento de anuncios falsos de viviendas

Crece la demanda de residencias de estudiantes ante el incremento de anuncios falsos de viviendas

La publicación de fotografías que no son reales es uno de los principales problemas en las ofertas que se encuentran en internet

MIGUEL LAJARÍN

MURCIA

Lunes, 26 de agosto 2019, 07:56

La mayor parte de los casos de fraudes en el alquiler de inmuebles en la Región los sufren extranjeros, aunque también los estudiantes son un colectivo afectado por este tipo de engaños, según un estudio publicado por la Asociación Murciana de Consumidores y Usuarios. Uno de los fraudes que más se lleva a cabo con los estudiantes se produce a través de internet. «El supuesto arrendador publica el anuncio de un piso, que en la mayoría de los casos ni siquiera es suyo. Los estudiantes pagan una fianza por adelantado y acaban percantándose de la estafa cuando no pueden entrar al piso», explica Roberto Barceló, presidente de Consumur.

Otra de las denuncias que más recibe esta asociación de consumidores se centra en las fotos que se publican de las viviendas. «Muchas de estas luego no se ajustan a la realidad, son fotos retocadas. Se pone un mobiliario que no existe, aparecen electrodomésticos que están rotos, paredes que no tienen humedades y después sí», añade Barceló.

«Los jóvenes desconocen los organismos para presentar reclamaciones»

«En el ámbito inmobiliario existe un gran desconocimiento de las organizaciones de consumidores. Hemos hecho un estudio para ver si los jóvenes las conocen y el resultado evidencia que no. Al estar estudiando, el dinero sale de los padres e ignoran los mecanismos para reclamar y defenderse, por desconocimiento o por comodidad», apunta Roberto Barceló.

Las residencias, sin plazas

Una alternativa son las residencias para universitarios, cuya demanda ha aumentado en los últimos cursos. Las existentes en la Región están ubicadas en Murcia y Cartagena y a la mayoría no les quedan plazas libres. Entre finales de mayo y principios de junio las residencias abrieron el plazo de inscripción para el curso escolar 2019/2020. Algunas preveían aceptar solicitudes durante todo el verano, pero la mayoría de plazas se agotaron en las primeras semanas.

«Los jóvenes desconocen los organismos para presentar reclamaciones»

La subida del precio de los pisos en alquiler durante los últimos dos años ha provocado que cada vez más estudiantes opten por vivir en estas residencias, como la ubicada en la plaza Islas Baleares, en el barrio murciano de Vistalegre, que se ha quedado pequeña. La demanda de plazas para alojarse a partir de septiembre y hasta final del mes de julio de 2020 se ha incrementado este año y los responsables han tenido que colgar el cartel de «completo» antes de que finalice el plazo de inscripción. «Otros años solo renovaba la solicitud el 30% o 40% de los universitarios que se alojaban en la residencia, pero este año 7 de cada 10 estudiantes han pedido repetir», informa Enrique Abellán, jefe de recepción del alojamiento.

Vivir un curso en una residencia cuesta entre 3.300 y 6.000 euros, según la modalidad de habitación, la ciudad en la que se encuentre y si incluye manutención. Las habitaciones individuales son más caras, y las dobles con aseo compartido registran los precios más bajos. Las dos residencias de Cartagena cuestan 4.279 euros al año, aunque si se solicita el servicio de comedor para los fines de semana y festivos, el coste anual se incrementa en 462 euros. En Murcia, la residencia para jóvenes de la Comunidad, en Vistalegre, es la más barata con 3.300 euros por habitación doble, sin servicio de comedor. La tarifa más cara pertenece al Colegio Azarbe (6.000 euros, con pensión completa).

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

laverdad Crece la demanda de residencias de estudiantes ante el incremento de anuncios falsos de viviendas