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Vertidos a la rambla del Albujón, este miércoles. Antonio Gil / AGM
La continua entrada de agua y nutrientes frena la capacidad de recuperación del Mar Menor

La continua entrada de agua y nutrientes frena la capacidad de recuperación del Mar Menor

El último informe técnico de seguimiento confirma el drástico aumento de la clorofila en pocos días, así como el bajo nivel de salinidad del ecosistema

Jueves, 12 de agosto 2021, 00:52

«Este año, con la entrada de agua y nutrientes que se ha mantenido durante todo el invierno y la primavera, es probable que el sistema tenga dificultades para recuperarse, y si se producen lluvias torrenciales a final de verano, podrían repetirse las circunstancias de 2019 y los efectos de las DANA de ese otoño». Esta es una de las principales consideraciones del catedrático de Ecología de la Universidad de Murcia Ángel Pérez Ruzafa recogidas en el último informe de seguimiento sobre el estado ecológico del Mar Menor.

Como avanzó el pasado domingo en LA VERDAD, la entrada de agua con nutrientes en el ecosistema costero no se ha detenido, sino que incluso es mayor debido al elevado nivel freático del acuífero cuaternario. Entre el informe del 19 de julio y este último del 6 de agosto, los parámetros de calidad del agua y de la profundidad media de visibilidad han empeorado con la proliferación de clorofila, a la vez que la salinidad está por debajo de los valores de referencia.

Concretamente, se encuentra en 42,89 gramos de sal por litro, semejante a la de estas fechas el año pasado (aún bajo los efectos de la DANA) y todavía tres puntos por debajo de la de 2019, que se situaba en 45,24. «Esto muestra que las entradas continuas de agua dulce no permiten una recuperación adecuada», refiere Pérez Ruzafa. Los valores de referencia deben situarse entre los 44 y 45 gramos como mínimo, para una salinidad aceptable y propia de las características del Mar Menor.

Rotura de la tubería

Los perfiles de salinidad muestran buena mezcla en la columna de agua. Únicamente la estación E1, frente a Santiago de la Ribera, mostró una bajada importante y estratificación marcada debido al vertido de aguas urbanas a finales de julio. Dicho efecto ya se había perdido la primera semana de agosto, indica el informe, en referencia a la rotura de una tubería de la Mancomunidad de Canales del Taibilla que estuvo vertiendo agua dulce en la playa de Barnuevo el 27 de julio.

El catedrático de Ecología apunta asimismo que la concentración de clorofila, tal y como anticipó como probable en el informe anterior, «ha mostrado un cambio drástico de concentración». Explica que a mediados de julio, la mayoría de las localidades se mantenían con concentraciones inferiores a 4 microgramos por litro. A partir de los 5 microgramos el agua empieza a ponerse verdosa.

Pérez Ruzafa considera urgente rebajar dos metros el nivel freático del acuífero del Campo de Cartagena

Solo la estación E9, frente a Los Urrutias, presentaba valores máximos de 5,41; y el 2 de agosto la estación E12 alcanzaba valores de 10,69; mientras que la estación E6 llegaba a 11,4 en la capa del fondo. «Claramente, la cubeta sur, especialmente en la zona de influencia de la entrada de aguas por las ramblas y línea de costa, debido a lo elevado del nivel freático, muestra los niveles más claros de eutrofización», recalca el informe.

Los valores de oxígeno, por último, se mantienen próximos a saturación, y en los rangos normales para la época del año. Se sitúan entre el 70% y el 100% de saturación y en ningún caso bajan de 4 mg/l, ni siquiera en las proximidades del fondo.

Como consecuencia del aumento en la concentración de clorofila, la transparencia del agua ha disminuido sensiblemente, pasando de más de 5 metros de media, mantenidos durante la primavera hasta mediados de julio, a menos de 3,5 metros la primera semana de agosto, con menos de 2 metros en la zona de influencia de la rambla del Albujón hasta Los Urrutias, subraya el informe, en línea con lo apuntado por Pérez Ruzafa días atrás.

Los datos confirman que la zona de la cubeta sur muestra los niveles más claros de eutrofización por concentración de clorofila

Como conclusión, el informe de control indica que la pérdida de calidad del agua es normal a mediados de verano, pero la respuesta del ecosistema puede depender de las condiciones ambientales (temperatura, periodos de calma, etc.) y, sobre todo, de las presiones en forma de entrada de nutrientes. Esta situación ya se dio en los veranos de 2017 y 2019, y en menor medida en 2018.

Presión social

«Por todo ello, seguimos insistiendo en la importancia y la urgencia de un plan de gestión de las aguas en la cuenca y de regulación, no solo de los vertidos, sino también de los niveles del freático», señala Pérez Ruzafa. «Es muy importante el consenso social, técnico y político en este sentido y que se adopten las medidas con los especialistas en hidrogeología, y con la colaboración de las actividades en la cuenca y el uso de las infraestructuras disponibles para reducir el nivel freático al menos entre 1,5 y 2 metros».

Considera que «la presión social debería ya moverse de la mera denuncia de una situación que está clara y diagnosticada desde hace años hacia la toma de decisiones y la ejecución de actuaciones para la gestión y control del agua, sin las cuales la solución del problema y la compatibilidad de las actividades en la cuenca, con las regulaciones necesarias, y la integridad ecológica del Mar Menor no será posible».

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