Una consultora estatal calculó un peaje de 1,7 a 3 céntimos por kilómetro de autovía

Si se pusiera un canon máximo de 3 céntimos para los turismos, y entre 6 y 11 para los vehículos pesados, las arcas públicas recaudarían entre 124 y 157 millones de euros anuales en la Región de Murcia con el establecimiento del sistema de peaje en la red de alta capacidad y en una parte de las carreteras convencionales. Así figuró en el primer informe que realizó Ineco en el año 2012.

Otro estudio posterior, de 2018, estableció dicha tarifa en 1,7 céntimos para los turismos y en 2,8 para los camiones, como promedio, de tal forma que la recaudación estimada sería sensiblemente inferior si se toma como referencia el mismo volumen de tráfico, el cual se estimó en una media diaria superior a los 235.000 vehículos (210.000 ligeros).

Esto tendría una repercusión anual de entre 65 y 187 euros por vehículo; y de 1.224 y 4.6087 euros para los camiones. La variación dependía de si se pretende financiar el nivel actual o el nivel óptimo de mantenimiento de las carreteras de alta capacidad. Influye asimismo la relación del peaje entre los diferentes tipos de vehículos. Es decir, si existe una proporción de 1,7 a 1 entre turismos y camiones, o de 3 a 1.

Aunque el Gobierno central aún no ha tomado una decisión, baraja aplicar alrededor de 1 céntimo por kilómetro, que considera un 'peaje blando'. Antes del verano, la horquilla de estudio estaba entre 1 y 2 céntimos para turismos. No obstante, el grado de aceptación social del nuevo peaje se considera «muy bajo», señaló Ineco.

La consultora, que depende del Ministerio de Transportes y está participada por Enaire, Adif y Renfe, realizó un estudio pormenorizado por comunidades autónomas, y en el caso de la Región de Murcia analizó quince posibles puntos de control de pago, con una distancia de 50 kilómetros, 8 de ellos de la red autonómica, siempre que el Gobierno regional acceda a implantarlos.

Ante los diferentes sistemas, principalmente la viñeta y los pórticos o postes (incluso una mezcla de ambos según el tipo de vehículo), la consultora propuso el segundo modelo. La viñeta, más rápida de aplicar, implica que el usuario pague un sello durante un tiempo, use o no las autovías; mientras que el segundo grava directamente a quien use los tramos tarifados. El principal inconveniente del sistema de arcos o pórticos es que su implantación resultaría muy compleja y costosa, ya que requeriría una importante inversión inicial.

El Ministerio apuesta por el pago por kilómetro, en línea con lo que propuso en anterior equipo de José Luis Ábalos. Lo considera más eficiente y justo, frente a la viñeta. Aunque la contrapartida es el coste, y el mayor tiempo que se necesita para implementar la red. Asimismo, hay que decidir qué tecnología se aplica para el sistema pago, ya sea de pórticos o satélite. Ambos van en línea con la apuesta por la digitalización.

El Gobierno de la nación pretende aplicar esta medida recaudatoria a partir de 2024, o quizás antes, en base a los compromisos adquiridos ante la Comisión Europa para recibir los fondos de recuperación 'Next Generation'. Dada las fechas de los informes de Ineco, el Ministerio de Transportes incidió en que el equipo de Mariano Rajoy ya tenía previsto aplicar el peaje en las carreteras para contribuir a su mantenimiento. No obstante, el Ejecutivo central se ha quedado solo por el momento para sacar adelante esta iniciativa.

El primer sistema que propuso Ineco, que podría quedar obsoleto, consistía en gravar hasta un máximo de 3 céntimos por kilómetro para los vehículos ligeros, 6 céntimos para los vehículos pesados de entre 3,5 y 12 toneladas, y 11 céntimos para los de mayor carga. Analizó varios escenarios de ingresos en función de una política de reducciones, de gratuidad y de tarifas variables, por lo que resulta difícil fijar un canon. Asimismo, para facilitar que el usuario acepte el peaje, se propuso liberar el pago en una sección de carretera de su elección.

La consultora planteó puntos de control en la red estatal y autonómica con 239 pórticos dobles en las vías de alta capacidad (excepto las autopistas que ya cobran peaje) y otros 171 simples en carreteras convencionales.

Falta por ver qué hacen las comunidades autónomas. El Gobierno murciano no está por la labor de gravar a los usuarios que circulen por los 253 kilómetros de las autovías autonómicas. El Estado, por su parte, cuenta con 262 kilómetros de autovías y autopistas en la Región, y de otros 84 de carreteras convencionales.

¿Cómo sería el sistema de peaje en la Región de Murcia si se utiliza el sistema de pórticos? Un punto de pago cada 50 kilómetros, es lo que propusieron los estudios de Ineco mediante la instalación de pórticos de lectura electrónica. La consultora desarrolló este modelo, suponiendo que se utilice dicho sistema de control y pago, ya que existen otras alternativas y no hay nada decidido. El Gobierno confirmó días atrás que se cobrará por el uso de las autovías, y falta por concretar la fórmula.

Llevado a la práctica el estudio que hizo Ineco, un conductor se encontraría con 8 puntos de control entre Murcia y Madrid. Por ejemplo, un dispositivo instalado en un turismo (u otro sistema de cobro), iría facturando entre 0,86 y 1,5 euros cada vez que atraviese un pórtico, según las tarifas analizadas. El pago barajaría a 0,5 euros si se aplicará 1 céntimo por kilómetro. En el caso de los vehículos pesados, se propuso una media de 1,44 euros por tramo.

En la Región de Murcia se analizaron quince pórticos distribuidos cada 50 kilómetros en las autovías estatales y autonómicas, de tal forma que en la A-30 Cartagena-Albacete habría dos puntos de control; y en la A-7 Murcia-Puerto Lumbreras otros dos. Entre esta última población y Vélez Rubio se ubicaría otro; así como en la nacional N-340. En lo que atañe a la red autonómica, habría un solo pórtico en cada uno de los ocho ejes, ya que ninguno supera los 100 kilómetros de longitud. El estudio no incluyó la autopista Alicante-Cartagena-Vera.

En el primer informe, que habría que actualizar, se estimó una recaudación nacional de entre 2.700 y 3.000 millones de euros anuales, de los que el 4,2% correspondería a la Región.

Estas tarifas se consideraron con el fin de recuperar el 40% de los costes de construcción, el 100% de los gastos de conservación; así como toda la inversión y costes de operación que requiere la implantación del sistema de pago por uso y una estimación de los costes de desarrollo de la red. Todo el dispositivo precisaría una inversión elevada en relación a la recaudación que se pretende conseguir. Una circunstancia que fue sopesada por el equipo ministerial.

La recaudación prevista en la Región se estableció en relación al tráfico registrado en el momento en el que se realizó el estudio, con una proyección hasta el año 2017. Las mayores intensidades de tráfico se detectaron en varias zonas de la A-7 y la A-30; así como en las autovías autonómicas RM-12 (La Manga) y RM-19 (San Javier-Puerto de la Cadena). Se analizó un tráfico conjunto de 235.614 vehículos diarios susceptibles de abonar peajes, de los que 209.619 eran ligeros, y el resto camiones, discriminados entre los de menos y los de más de 12 toneladas.

El anterior equipo ministerial de José Luis Ábalos señaló una serie de condicionantes para aplicar el peaje, entre ellos que hubiera consenso con el sector del transporte profesional, junto a la posibilidad de este colectivo no

El incremento del coste para los transportistas dependerá del gravamen que se imponga y de los kilómetros recorridos anualmente que se vean afectados por el cobro, señaló Ineco en su primer informe. Dependiendo de la definición de la red y de los vehículos que deban abonar el gravamen, el sistema afectaría a una proporción estimada entre el 10% y el 20% de los 150.000 millones de toneladas-kilómetro que anualmente se transportan en España por carretera.

Puso como ejemplo que una tarifa en el entorno de 10 céntimos para un vehículo de más de 12 toneladas representaría un sobrecoste de entre un 7% y un 9%. Advirtió de que dado que el sector de transporte por carretera es muy competitivo y con escasos márgenes, «la mayor parte de ese incremento de costes se trasladará a los precios».

En su segundo informe de 2018, la consultora estimó que la repercusión del peaje sobre un vehículo pesado oscilaría entre los 1.224 y 3.017 euros por año, aplicando una tarifa de 2,8 céntimos. Prevía una reducción a corto plazo de entre 3.000 y 5.000 empleos en el sector. «Este dato con ser significativo, es una cifra relativamente menor en comparación con los 350.000 empleos directos del sector», señaló.

Indicó asimismo que habrá que analizar el impacto que tendrá en el transporte de productos hortofrutícolas al resto de Europa, que consideró un «caso particular» por la alta incidencia que tiene en el saldo comercial.

En el transporte en autobús de viajeros por carretera interurbano el impacto será similar. El sobrecoste en la explotación representaría, dependiendo de la tarifa aplicada, entre un 5% y un 7% del coste total de transporte. Precisó igualmente que dicho sobrecoste se trasladaría a los precios, lo que redundaría en una reducción en el número de viajeros.