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No había pasado ni dos horas desde la jura del cargo de José Gabriel Sánchez Torregrosa como nuevo consejero de Transparencia, Participación y Administración Pública cuando Ciudadanos hizo pública una nota de prensa en la que informaba de que se va a acelerar en la Asamblea la tramitación de la Ley de Buen Gobierno y Lucha contra la Corrupción. Se trata de un proyecto estrella de la formación naranja, que se registró en el Parlamento pero se dejó aparcado para dar prioridad –según se dijo en su momento– a la Ley de Servicios Sociales.
El nuevo consejero tomó posesión ayer en el palacio de San Esteban, en presencia de López Miras. El presidente restó importancia a las fricciones de las últimas semanas entre los socios del Ejecutivo, PP y Cs. «Las discrepancias nos enriquecen», dijo el jefe del Ejecutivo, que sin embargo solicitó «unidad» para que los murcianos «piensen que tienen el mejor Gobierno en estos momentos complicados».
El acto fue tenso porque coincidieron Javier Celdrán y Miguel Motas, después de que este último arremetiera contra el titular de Hacienda por decir que le constaba que los consejeros de Cs estaban centrados en lo importante, pero no nombrar a Martínez Vidal. «Es un ataque desleal e inaceptable hacia una compañera», criticó Motas.
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