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La cuenca del Segura ha vuelto a pasar por una revisión exhaustiva de sus zonas inundables con el fin de atajar los daños que provocan en momentos de fuertes precipitaciones. La Dirección General del Agua del Ministerio para la Transición Ecológica publicó este lunes los ... primeros trabajos que están llevando a cabo las confederaciones hidrográficas de España de cara a elaborar el tercer ciclo de planificación contra el riesgo de inundaciones, que abarcará el periodo 2028-2033. La demarcación levantina se encuentra inmersa en el segundo plan, que estará en vigor hasta dentro de tres años con la ejecución de más de un centenar de actuaciones y 800 millones de euros de presupuesto.
Estos documentos son la guía para actuar contra las avenidas que provocan grandes cantidades de agua que caen en poco tiempo. La elaboración del nuevo plan, que en la Región de Murcia corre a cargo de la Confederación Hidrográfica del Segura, permitirá incorporar diez nuevos tramos al mapa de zonas inundables con alto riesgo que hasta ahora no estaban catalogados como tal por el organismo de cuenca. 53,4 kilómetros de cauces peligrosos que ya habían sufrido «inundaciones recientes con daños significativos».
El Ministerio ha sacado a consulta pública la nueva revisión de la Evaluación Preliminar del Riesgo de Inundación, un estudio que culminará más adelante con el nuevo plan de gestión de zonas inundables del Segura. Con esta actualización, la CHS tendrá identificadas por su elevado riesgo hasta 163 tramos con problemas por acumulación de agua o riadas, que en total suman 625,9 kilómetros de longitud. Por otro lado, el organismo de cuenca no prevé eliminar zonas ya reconocidas como inundables a causa de las lluvias ni tampoco añadir más espacios a la cartografía de áreas de riesgo por la subida del mar.
Siete de estas nuevas zonas son cauces urbanos y rurales, sin nombre oficial, que desembocan en el Mar Menor. Los problemas de inundaciones en las localidades ribereñas han obligado a actualizar la cartografía para incorporar estas áreas y actuar sobre ellas. Uno de estos tramos, de 4,18 km, cruza el centro de San Pedro del Pinatar hasta desembocar en el canal perimetral del parque regional de Las Salinas. En San Javier, un tramo atraviesa Santiago de la Ribera hasta la playa de Los Arcos mientras que otros dos, que nacen en San Cayetano y Pozo Aledo, corren en paralelo o cruzan la autopista AP-7 hasta chocar contra las instalaciones del aeropuerto y de la Academia General del Aire, para terminar desviándose hacia el norte en un mismo cauce.
La Confederación también ha definido dos nuevas bajadas de agua que pasan por Los Alcázares, una por Los Narejos y otra que acaba en la playa La Atascadera. Ambas están condicionadas por la trama urbana del municipio, pero su recorrido en épocas de precipitaciones ya han causado daños durante DANAs o fuertes tormentas en 2019, 2020 y 2022. La última incorporación es la continuación de la rambla del Miedo, en Cartagena, ya que faltaba por reconocer 3,9 km de zona inundable justo al desembocar en el humedal del Carmolí.
Nuevas zonas inundables
Demarcación Hidrográfica
del Segura, 2024
Tramos actuales
Propuestas de nuevo tramo
Nuevas zonas inundables
Demarcación Hidrográfica del Segura, 2024
Tramos actuales
Propuestas de nuevo tramo
Nuevas zonas inundables
Demarcación Hidrográfica del Segura, 2024
Tramos actuales
Propuestas de nuevo tramo
Las ramblas de Béjar y de Nogalte, entre Puerto Lumbreras y Lorca, se sumarán al mapa a partir de 2028 como continuación de sus tramos aguas arriba, hasta que confluyen ambas cerca de la autovía de Águilas. El mayor riesgo que presentaron ambos cauces fue durante las intensas lluvias de septiembre de 2019. La décima zona señalada por la CHS se encuentra en la localidad alicantina de Cox.
La Confederación ha cuantificado en una treintena de episodios meteorológicos los eventos con mayor peligro por lluvias que se han registrado en la cuenca desde 2018 y hasta ahora. El nuevo ciclo de planificación llega motivado por las consecuencias del cambio climático y una Unión Europea más estricta en la regulación de las zonas inundables. Desde 1996, las indemnizaciones por daños en la Región de Murcia han alcanzado los 457 millones de euros, la mayoría por desperfectos en viviendas y vehículos.
Los escenarios simulados de los efectos de futuras inundaciones con el recrudecimiento de la crisis climática ponen el foco en el entorno de la rambla de Agua Salada, entre Yecla y Montealegre del Castillo (Albacete), donde se prevé un incremento de los caudales punta. La zona norte de Águilas, hasta el valle del Guadalentín, también está señalada por el organismo de cuenca por el mayor riesgo que presentará.
En una década, desde que se pusiera en marcha el primer ciclo de planificación para las zonas con alto riesgo por inundaciones, esta superficie reconocida por la Confederación Hidrográfica del Segura se habrá duplicado. El plan de gestión comenzó reconociendo 345 kilómetros de cauces o tramos afectados por las avenidas, pero en 2028 esa longitud llegará a los 625,9 kilómetros.
La metodología seguida por la CHS para establecer un área de potencial peligro es que esta debe acumular el 80% de los daños causados durante una inundación. Este sistema se ha aplicado igualmente en la revisión del mapa de inundaciones para el tercer ciclo. «Varios se descartaron debido a que el riesgo procedía de problemas concretos de drenaje de carreteras o porque la cuenca de aportación era urbana», señala el organismo de cuenca.
Como «caso especial», la Confederación ha estudiado la rambla de La Ventosa, que cruza la pedanía murciana de Javalí Viejo y desemboca en el río Segura. Las lluvias registradas en septiembre de 2022 provocaron la muerte de un hombre de 58 años tras una riada que desbordó el cauce y destrozó varias casas. La intensidad de la precipitación alcanzó los 40,6 litros por metro cuadrado en diez minutos. «Con la base de los estudios existentes no se ha considerado pertinente que sea declarado [el cauce] 'Área de Riesgo Potencial Significativo de Inundación', pero sí que sea estudiado de nuevo durante este ciclo», señala la CHS en su documento del tercer ciclo de planificación.
Lo que sí se pretende hacer es actualizar el trazado de 153 tramos con peligro de inundación que están reconocidos en el actual plan hasta 2027. El nuevo trabajo todavía no contempla nuevas medidas, e incluso algunas que deberían ejecutarse en este ciclo podrán prorrogarse al siguiente. El documento tampoco menciona si la nueva decena de tramos propuestos afectarán al mapa de zonas de flujo preferente, que tanta polémica ha causado en los últimos años.
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