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Edificio de la Audiencia Provincial de Alicante, en una imagen de archivo. LV
Condenan a un guardia civil, actualmente destinado en Alhama, por colaborar en asaltos

Condenan a un guardia civil, actualmente destinado en Alhama, por colaborar en asaltos

El agente asume haber participado con una banda en dos violentos robos en 2010

Domingo, 16 de febrero 2025, 20:00

Un miembro de la Guardia Civil ha sido condenado por la Audiencia Provincial de Alicante a penas que suman dos años y quince días de prisión tras reconocer que colaboró con una banda de asaltantes de casa en 2010. Este cabo, actualmente destinado en Alhama, asumió los hechos, al igual que los otros cinco procesados, y alcanzó un acuerdo de conformidad con la Fiscalía. A la hora de sellar este pacto, el Ministerio Público tuvo en cuenta el retraso que ha sufrido esta causa. Los acusados se beneficiaron de una atenuante muy cualificada de dilaciones indebidas que rebajó notablemente sus penas.

En uno de esos asaltos, el 24 de febrero de 2010, según recoge la sentencia, los procesados se acercaron a una vivienda de una urbanización de Orihuela, cuyo dueño habían tenido bajo vigilancia. Los acusados tocaron a la puerta diciendo que eran policías. Al abrir tres de ellos, esgrimiendo una pistola golpearon y tiraron al suelo al propietario del domicilio exigiéndole la entrega de dinero. Además de algo de dinero y dos tarjetas de crédito, los asaltantes se llevaron un Jaguar, exigiéndole al dueño 10.000 euros para devolverlo. A la víctima de este asalto la retuvieron cuatro horas en su casa.

El 28 de mayo de 2010 la banda volvió a actuar tras contactar con un hombre que tenía una casa en alquiler. Una de las asaltantes quedó con él para ver la vivienda y en ese momento, con la ayuda de otro de los condenados, lo condujo a punta de pistola a un inmueble de Santiago de La Ribera donde esperaban otros dos de los acusados. Allí le amordazaron, engrilletaron y golpearon, exigiéndole 50.000 euros. Le quitaron joyas y dinero y dos tarjetas de crédito. Al comprobar que no tenía saldo exigieron que llamara a su mujer y que ésta dejase una bolsa en el jardín de su casa para que pasasen a recogerla consiguiendo de ese modo mil euros. A la víctima la liberaron horas después a cambio de entregar otros 4.000 euros.

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