Comunidades de vecinos tiran de ahorros o de subida de cuotas para pagar facturas

Antonio Ruiz es portavoz y miembro de la junta directiva del Colegio Oficial de Administradores de Fincas de la Región de Murcia, y también lleva la administración de varias comunidades vecinales. «Todos nosotros estamos intentando que se optimicen al máximo los consumos, y hemos propuesto y puesto en marcha medidas como instalación de placas solares en azoteas, cambiar a tubos LED la iluminación de los garajes y las bombillas de las escaleras o ajustar las potencias, entre otras medidas». Solo la factura de la electricidad, añade, se ha triplicado desde el año 2020.

Además de los consumos energéticos, las comunidades de vecinos están notando la escalada de las facturas de otros servicios, como los de limpieza (que repercuten a su vez las subida de su gastos como los productos o la gasolina); los tratamientos y mantenimiento de las piscinas o los de desinsectación de plagas. «Todo ha subido, y hace un año no era así», insiste Ruiz.

De hecho, hay comunidades de propietarios que ya en el mes de junio «estaban en números rojos» y hubo que convocar juntas urgentes para incrementar cuotas o hacer alguna derrama. «Si no qué hacemos, ¿cortamos la luz?» se pregunta. Por el contrario, aquellas que tienen un fondo de reserva importante «lo están consumiendo mes a mes y por ahora pueden esperar a subir las aportaciones si así lo deciden los vecinos», apostilla el administrador. Lamenta que el tope del gas aprobado por el Gobierno para que se redujera la factura de la luz, la 'excepción ibérica', «tampoco se está notando tanto como se esperaba».

El temor de los administradores de fincas ahora es que estos precios tan elevados provoquen un aumento de la morosidad en las comunidades de propietarios, porque se suman a una inflación generalizada en los precios, incluidos los alimentos básicos.

Una medida extra de ahorro que podría ayudar sería, en opinión de el Colegio, que tanto los particulares como las comunidades de propietarios soliciten los fondos europeos para la rehabilitación de los edificios y viviendas que mejoren la eficiencia energética de los mismos. «Si rehabilitamos nuestros inmuebles, conseguiremos un consumo energético menor que hará más asumibles los gastos, y se lograrían entornos más sostenibles», apuntan los administradores de fincas.

Las asociaciones de vecinos, como parte integrantes de comunidades, siguen muy de cerca también la evolución de todos los precios. En el caso de una de las más activas y grandes del municipio de Murcia, la de la urbanización Joven Futura, su presidente, Chencho Mateos, comenta que «ya se están convocando reuniones a las juntas de los edificios, y no es de extrañar que la subida de las cuotas se produzca; seguro que les afectará a todas».

Mateos comenta que, en su caso, los vecinos ya habían tenido que incrementar un 15% la cuota de su comunidad, «aunque en este caso ha sido en la playa», apunta. «Estamos muy preocupados por la subida de todos los precios, no ya como vecinos sino como ciudadanos en general», dice, y puntualiza que hay que hacerle frente «mientras los salarios siguen igual».

Desde esta asociación se ha promovido la creación de una comunidad energética solar, que pretende trascender sus límites, para tener herramientas con las que hacer frente tanto a la escalada de precios como al cambio climático.