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La Región de Murcia registró el año pasado 135 muertes por suicidio, según datos todavía provisionales publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Es ... una cifra preocupante: no solo supone un importante repunte con respecto a 2021, cuando se produjeron 123 fallecimientos por esta causa, sino que representa el número de suicidios más alto de toda la serie histórica del INE, que se remonta a los años 80.
Esto requiere, sin embargo, de matización, porque la población de la comunidad ha ido aumentando en todo este periodo. Así que hay que acudir a la tasa ajustada de mortalidad: en 2022 se produjeron 8,6 muertes por suicidio por cada 100.000 habitantes en la Región, según el cálculo realizado por la Consejería de Salud. Es la segunda tasa más alta de la última década, solo inferior a la que se alcanzó en 2018 (8,7 por 100.000).
Los suicidios aumentan en la Región sobre todo entre los hombres: en 2022 se quitaron la vida 105 varones (frente a los 94 del año anterior), y 30 mujeres (una más que en 2021). Por edades, se produce un descenso entre los más jóvenes: de los 21 suicidios protagonizados por menores de 29 años en 2021 se bajó a 15 en 2022. Mientras, se produce un incremento entre los 30 y 49 años, y entre los 60 y 74.
Las cifras preocupan a los expertos, que llaman a reforzar la prevención, aunque también hay señales positivas. En los últimos años se está potenciando el debate público sobre el problema del suicidio, abandonando los antiguos estereotipos. Esto está llevando a que cada vez más gente acuda en busca de ayuda. En el Teléfono de la Esperanza han atendido en lo que va de año a 892 personas con problemática suicida, 87 más que en el mismo periodo de 2021.
Teléfono de la Esperanza: 968 34 34 00 También se puede contactar a través de 'ayuda@telefonodelaesperanza.org' y de la App para jóvenes 'Conectate.Social'.
Línea de atención a la conducta suicida de Sanidad 024
Prevención suicida Murcia 'murciasalud.es'
Lejos de representar un dato negativo, esta organización social hace una lectura positiva de este incremento: son personas que han llamado con ideación o crisis suicida, y a las que se les ha ofrecido un seguimiento psicológico que en mucho casos les ha permitido empezar a reestructurar sus vidas.
«Llaman muchas personas que pasan por un hartazgo vital tras el que hay una acumulación de muchos motivos: situaciones de soledad, crisis de ruptura, falta de sentido en gente joven, aislamiento social... Llega un momento en que hacen 'crack' y sienten que su vida no tiene sentido. Nosotros les ayudamos a reelaborar su vida», explica Antonio Rubio, director técnico del Teléfono de la Esperanza. Los hombres tienden a pedir menos ayuda. Por eso, el aumento de un 7% en el número de varones que acuden al Teléfono de la Esperanza es un dato especialmente positivo, destaca Rubio.
Además de a través del teléfono 968 34 34 00, también se puede contactar con esta organización social a través de un chat de la 'app' para jóvenes 'Conectate.Social', que se ha puesto en marcha este año, y que ha tenido «muy buena acogida».
El Teléfono de la Esperanza conmemoró ayer el Día para la Prevención del Suicidio con la lectura de un manifiesto y el encendido de velas en homenaje a las víctimas. Esta organización social dio a conocer las distintas líneas de actuación. Entre ellas, un nuevo programa de prevención en colaboración con la Consejería de Salud denominado 'Grita', que está dirigido a la población más joven. Con esta iniciativa se busca «romper con el silencio y compartir el malestar ante las señales de alarma», explican desde la Consejería.
Hablar del suicidio y conocer las señales de alerta puede salvar vidas. Por ejemplo, si escuchamos a alguna persona cercana expresar verbalmente deseos de «acabar con todo», «acabar con su vida», hablar de un plan específico de suicidio o indirectamente de «dejar de ser una carga». «Toda mi vida he sido un fracasado o un inútil», «siento un dolor insoportable», «el futuro lo veo negro, no hay solución» o «estoy cansado de luchar» son algunas de las frases que deben ponernos en alerta.
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