Muere una mujer tras ser arrollada por un todoterreno la calesa en la que paseaba

Lo que estaba siendo una espléndida jornada dominical de otoño para la familia Mendoza Pérez, de Fuente Álamo, acabó dolorosamente para cuatro de sus miembros, y fatal para la madre, que murió en el acto, arrollada por un vehículo en el asfalto.

La vida de Isabel Pérez Urrea, de 49 años, quedó truncada por un desgraciado accidente en la angosta carretera que une Fuente Álamo con la pedanía de Corverica. Sobre las cinco de la tarde, padre, madre y sus tres hijos, menores de edad, habían salido a pasearse en su calesa como casi todos los fines de semana. Regresaban plácidamente a la cuadra, en dirección Fuente Álamo. Sin embargo, antes de llegar al polígono industrial del municipio, donde se encontraba la nave donde guardan sus caballos, el viaje quedó abortado abruptamente por el atropello de un todoterreno, que circulaba detrás del carruaje.

Como consecuencia del impacto, además del fallecimiento de la madre de familia, los otros cuatro ocupantes sufrieron heridas de diversa consideración. La más grave, una niña de 12 años, que fue trasladada al Hospital Virgen de la Arrixaca al sufrir diversas fracturas en parte del cuerpo, aunque su vida no corre peligro. Sus hermanos, una mayor y otro menor, aparentemente sin daños importantes, fueron conducidos al centro de salud de Fuente Álamo para permanecer en observación. El padre, Gaspar Mendoza Sánchez, de 47 años, un empresario porcino muy conocido en la ciudad, resultó prácticamente ileso, y permaneció en el lugar del suceso hasta el levantamiento del cadáver, poco antes de las siete de la tarde. A esa hora, eran ya decenas de vecinos del municipio los que habían acudido a la zona a interesarse por el suceso, alertados por el dispositivo desplegado por Policía Local y Guardia Civil. Entre ellos, varios familiares de los accidentados, que asistían abatidos a la desoladora escena, tras el atropello.

La calesa quedó literalmente aplastada en el arcén, y el automóvil acabó volcado unas decenas de metros más adelante fuera de la vía. La yegua que tiraba del carro apenas sufrió magulladuras en algunas de sus patas.

El conductor del coche, ileso

El conductor del coche, según informaron fuentes municipales, era E. C., de 76 años. Las mismas fuentes aseguraron que no sufrió heridas de consideración y dio negativo en el control de alcoholemia. Tras someterse a una batería de preguntas por parte de los agentes de tráfico, se levantó acta de su declaración y quedó en libertad, a la espera de que el informe preliminar del accidente pase a disposición de un juzgado de Cartagena.

Sobre las causas del accidente, las fuentes consultadas se remitieron a las investigaciones del equipo de atestados de la Guardia Civil de Tráfico de Murcia, aunque apuntaron que, «al parecer, el coche no iba rápido». De todas formas, señalaban que un elemento de análisis «podría ser el deslumbramiento por el sol, que le habría impedido al conductor tener total visibilidad para percatarse de que tenía un carruaje delante, circulando a escasa velocidad».

El cuerpo de la víctima fue traslado a las dependencias del Instituto de Medicina Legal de Cartagena. Cuando haya finalizado el examen forense, a lo largo de la jornada de hoy, se espera que el féretro sea velado en el tanatorio del municipio.