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La entrada en la Fase 1 de la desescalada permite a los gimnasios de la Región iniciar su actividad bajo ciertas medidas muy concretas. ... En el caso de recintos cerrados, esta etapa permite realizar actividades deportivas individuales, con cita previa y que no impliquen contacto físico ni uso de vestuarios. En los gimnasios de sesiones colectivas de Murcia consultados por este periódico –más de una decena–, sus propietarios afirman que han decidido no abrir durante esta etapa «porque requiere disponer de un monitor por cliente, algo que no compensa». En el caso del gimnasio Heracles, Johnny Valencia, el encargado, explica que se propuso la opción de las clases individuales, «pero no ha habido demanda». Todos ellos indican que esperarán a la siguiente fase, prevista para el 25 de mayo, cuando se podrán abrir las instalaciones deportivas en espacios cerrados, con una limitación de aforo aún no especificado.
Sin embargo, hay centros deportivos especializados en atención personal que funcionan desde hace una semana. Es el caso del centro Sport Training, situado en la calle Cisne de Murcia, que el pasado lunes volvió a poner sus 250 metros cuadrados de sala de entrenamiento a disposición de sus clientes. El gimnasio cuenta con doce entrenadores personales que preparan a los clientes con cita previa. El espacio lo han dividido en cuatro zonas delimitadas, que se ocupan de forma alterna en cada sesión. «Con esa distribución conseguimos que se mantenga la distancia mínima de seguridad durante toda la clase. Cada uno de estos espacios está separado, tanto en las zonas de cardio, como en la zona destinada a ejercicios de suelo y pesas. En cada entrenamiento solo pueden coincidir dos personas a la vez, con su preparador, que ocupan una de las zonas, dejando un área intermedia libre. Una vez acabado el entrenamiento, se desinfecta el lugar usado y las zonas que habían estado libres son las que utilizan los siguientes dos usuarios», explica Miguel Ángel Barrionuevo, preparador personal del centro.
Además, la empresa ha establecido ciertas normas, elaboradas por personal sanitario, para garantizar la seguridad. Entre ellas, establece el acceso a la zona de ejercitación por dos entradas distintas; la desinfección del calzado a la entrada de las instalaciones; el uso del personal de guantes y mascarilla; y el equipamiento de gel hidroalcohólico.
El empleado asegura que en la primera semana desde la reapertura, el 80% de sus clientes ha vuelto al gimnasio. «Nuestros usuarios estaban acostumbrados a funcionar con cita previa y sesiones particulares, por lo que se han adaptado muy rápido», señala Barrionuevo.
María Sánchez es propietaria de la clínica fisiodeportiva Body Element, situada en el barrio del Carmen, donde además de tratamientos de rehabilitación, imparte clases personales de pilates con máquina, yoga, cardio y kick boxing, entre otros. En su caso, explica que decidió volver a la actividad en el último momento, por la insistencia de sus clientes de retomar las clases.
«No me sale rentable abrir, porque asisten pocas personas a las sesiones. Pero recibí muchos mensajes al móvil pidiéndome que abriera, porque necesitaban ejercitarse, y al final decidí ponerme en marcha. Aquí, nuestra relación es muy cercana, somos como una gran familia», concluye la entrenadora.
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