Secciones
Servicios
Destacamos
Una vez más ha sido la intervención vecinal la que ha impedido que un resto arqueológico del municipio sea pasto de las excavadoras. Ocurrió hace unos días en Torreagüera, donde la alcaldesa, Silvia Almarcha, miembros de la asociación Bicihuerta y de Caballeros de Cristo, paralizaron la demolición de parte del antiguo muro San Blas.
Se trata de un muro del siglo XVIII que rodeaba la hacienda, cuyo registro data de 1750 como propiedad del Hospital Convento San Juan de Dios. Pese a que ha sufrido alguna modificación desde entonces, es mayoritariamente de mampostería con argamasa de cal, «lo cual delata su antigüedad», explicaron vecinos de la zona.
Es una obra de defensa de avenidas de aguas de la rambla del Garruchal y se solicitó hace tiempo su inclusión en el catálogo de elementos de huerta al Ayuntamiento, al igual que se ha pedido la protección de los hornos de yeso del monte Miravete.
Los vecinos destacaron que el muro no se puede tocar, ya que según el PGOU vigente está fuera de los límites del suelo urbanizable. «Estamos luchando para que ninguno de estos dos restos desaparezca, y esperando que el Ayuntamiento evite su pérdida».
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Pillado en la A-1 drogado, con un arma y con más de 39.000 euros
El Norte de Castilla
Premios a las mejores campañas publicitarias de España
El Diario Montañés
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.