Primera conductora de bomberos de la Región de Murcia: «Soñaba con llevar el camión»

Irene Sánchez derrocha la felicidad propia de quien acaba de cumplir un sueño que ha marcado toda su vida. «Desde muy pequeña sabía que quería pertenecer al cuerpo de bomberos y soñaba con llevar el camión», asegura esta murciana de 28 años del barrio del Carmen, que ha hecho historia al tomar posesión de su plaza de conductora del Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento, ya que será la primera mujer que pilote un coche de bomberos, no solo en el municipio de Murcia, sino en toda la Región.

Aunque estudió Física, siempre supo que su futuro profesional estaría en el parque donde jugaba de cría cuando iba a ver a su padre, un bombero jubilado después de 33 años de servicio al que hace partícipe de su éxito. «Mi padre me ha ayudado mucho. El verano pasado nos recorrimos la ciudad y todas sus pedanías para que me aprendiese los nombres de las calles», recuerda de los únicos paseos de los que ha disfrutado en el último año y medio. «Mi día a día como opositora era ir a la biblioteca y entrenar. En todo este tiempo no he tenido nada de vida social, pero lo volvería a hacer porque hay que sacrificarse y luchar por lo que uno quiere. Me podía haber salido mal, pero no por no poner todo de mi parte», destaca convencida.

Irene es una apasionada del motor que suele ir a ver carreras de Fórmula 1 y de motociclismo con su familia por todos los circuitos de España. Tanto es así que ha compatibilizado sus estudios universitarios con una intensa formación en la autoescuela, siempre enfocada en el sueño que ahora ha hecho realidad a base de mucha constancia y esfuerzo.

«Cuando cumplí los 21 años empecé a sacarme todos los carnés de camión y de moto. Ahora también tengo el título de navegación porque nos lo pedían para entrar al cuerpo de bomberos», detalla. Esta especialista en conducción en situaciones de emergencia es consciente de que va a trabajar en un mundo de hombres, pero no le da demasiada importancia al hecho de haber roto un techo de cristal por ser mujer. «Las chicas que quieran entrar deberían dejar a un lado los tabús. A veces nos limitamos nosotras mismas, pero con empeño e ilusión todo es posible», explica con la esperanza de que haya futuras compañeras que al conocer su historia sigan sus pasos y se animen a intentarlo. «Mis compañeros me tratan como una más y me siento genial en el equipo. De hecho, siempre me he llevado mejor con los chicos y tengo más amigos que amigas».

No será hasta el próximo domingo cuando Irene haga su primera guardia en el Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento, cuya base está en el barrio del Infante. Sin embargo, ya ha vivido una inter vención real durante el periodo de prácticas que ha realizado este mes de junio. «Fue hace unas semanas, en un incendio que se declaró en Los Ramos. Cuando sonó el timbre del parque me dio un subidón de adrenalina, pero en esos momentos es muy importante mantener la calma, concentrarse y actuar con rapidez», cuenta de esta primera experiencia al volante del camión de bomberos, en la que fue sola como refuerzo de los efectivos desplegados en el operativo. Una salida en la que volvió a confirmar lo mucho que le gusta su futuro trabajo. «En el parque de bomberos soy muy feliz; me siento en casa», dice del lugar que se convertirá en su segundo hogar en cuestión de días. «Estoy deseando empezar».

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