Borrar
Dos jóvenes entran en el supermercado San Nicolás, ubicado en la avenida Juan Carlos I y que es el único del casco urbano con horario 24 horas. ROS CAVAL / AGM
Los pequeños supermercados con horarios amplios toman el centro de Murcia

Los pequeños supermercados con horarios amplios toman el centro de Murcia

Diversas pymes, muchas bajo franquicia, abren en los últimos años negocios que levantan la persiana domingos, festivos e, incluso, las 24 horas del día

Domingo, 9 de octubre 2022, 00:50

A deshoras. Puede que los ritmos de vida actuales, independientemente de su conveniencia o no, hayan difuminado el sentido de esta expresión o, al menos, ya no sea tan fácil, como ocurría décadas atrás, determinar en qué franja horaria, día o contexto es susceptible de ser utilizada. Actividades cotidianas e imprescindibles como la de llenar la nevera o despensa se están trasladando casi por inercia a momentos del día considerados tradicionalmente como inhábiles para la actividad laboral o comercial, gracias a la liberalización de horarios. Un buen número de establecimientos han apostado por buscar su clientela en ese nicho de población con unos hábitos u obligaciones que no se adaptan al horario de oficina europeo.

Así, más allá de las pequeñas tiendas que albergan muchas gasolineras, el casco urbano de la ciudad de Murcia ha comenzado a poblarse, en apenas unos años, de establecimientos que podrían ser calificados como de horarios amplios. El ejemplo más claro lo constituye la apertura del único supermercado 24 horas del casco urbano. Se trata del súper San Nicolás, que, ubicado al inicio de la avenida Juan Carlos I, cumple esta semana un año de vida. «Está claro que no podemos competir en precio con las grandes cadenas, así que lo hacemos en el servicio, siendo conscientes de que el estrés de vida actual genera este tipo de demanda», explica Francisco Rodríguez, gerente de este pequeño grupo de supermercados, con sede en Beniel, y que comenzó ensayando este tipo de experiencia hace varios lustros en Orihuela.

«Entonces, empezamos vendiendo bastante más caro, para compensar los largos periodos de apertura, pero no captábamos clientela; a día de hoy, no tenemos unos precios tan elevados –son apenas superiores en un 3% a los de los líderes del sector– pero a cambio siempre estamos ahí», expone, reconociendo que, «en el fondo, somos una tienda de faltas». «Lo que ocurre es que a veces, por comodidad y ahorro de tiempo, mucha gente se acostumbra y pasa de hacer una compra de dos tres productos a otra de 15 o 20 para salvar unos cuantos días, por ejemplo, personal que sale del hospital Morales Meseguer, así como compañeros en un piso de estudiantes u otros vecinos», apostilla.

Compras de madrugada

Pero, más allá de ciertas necesidades puntuales, ¿cuáles son las urgencias que pueden motivar una compra de madrugada y justificar que la persiana de un comercio de este tipo siga levantada a esas hora? «La gente que suele tocar el timbre a esas horas son profesionales que trabajan o salen de turno, como policías, camareros y personal de ambulancias, pero también jóvenes que se recogen de fiesta los fines de semana y llegan en busca de algo de comer, aprovechando, además, que tenemos productos de panadería», comenta Rodríguez. Y sí, tocan literalmente el timbre. En ese momento, el dependiente se encierra por su seguridad en una cabina de cobro y abre la puerta, para que el cliente se mueva libremente por la tienda. Si entonces se produce un hurto de productos, las cámaras de videovigilancia permitirán su denuncia.

Raquel, empleada del Family Express de plaza Condestable, ordena la tienda. Ros Caval / AGM

Por demanda, pragmatismo y viabilidad, no todos los establecimientos pueden apostar por este funcionamiento permanente, aunque muchos sí se han decantado por horarios continuos de más de 12 horas, que se mantienen durante fines de semana y festivos. «Las ventas se disparan los domingos respecto a los días laborales, ya que te llega mucha gente que tiene una comida, una barbacoa o cualquier otro evento y que sale cargada», apunta Duly Muñoz, responsable de Marketing de Grupos Mayoristas Murcianos, una pequeña empresa regional de supermercados que lleva expandiéndose desde 2015. Cuentan ya con cuatro establecimientos en el municipio bajo el nombre de Family Express, dos de ellos en barrios de la capital: uno en Juan de Borbón –abierto en 2019– y otro en la plaza Condestable, a espaldas de El Corte Inglés, que comenzó su andadura en febrero de 2021.

«Reconozco que la compra fuerte de la semana no la hago aquí, pero esta cercanía te ayuda con determinadas carencias puntuales», explica Felisa, una vecina de 84 años, en la puerta de uno de estos comercios. «Voy todo el día liada porque estudio y trabajo y de pronto me he visto sin café, ni leche, y ya de paso me he llevado algo de carne; ha sido un aquí te pillo, aquí te mato», confiesa Leticia, rodeada de jóvenes que se hacen con cajas de empanadillas, latas de refrescos, o cualquier otra cosa para picar.

Estas tiendas han vuelto así a ocupar el espacio que ha ido dejando el supermercado de barrio, un tipo de comercio que empezaba a estar en peligro de extinción ante el empuje de las grandes distribuidoras, y se han fortalecido en esta competencia gracias al horario, terreno en el que los gigantes, en principio, no pueden aspirar a entrar.

Y es que, de acuerdo con lo establecido en la Ley estatal 1/2004, de Horarios Comerciales, y en la 1/2006 sobre el Régimen del Comercio Minorista de la Región de Murcia, entre los establecimientos con «plena libertad de horarios para determinar los días y horas en que permanecerán abiertos al público» se encuentran aquellos «de reducida dimensión, que dispongan de una superficie útil para la exposición y venta al público inferior a 300 metros cuadrados, excluidos los pertenecientes a empresas o grupos de distribución que no tengan la consideración de pequeña y mediana empresa según la legislación vigente (hasta 250 trabajadores y 50 millones de facturación anual o 43 de balance)».

Tiendas bajo marca conocida

Teniendo esto en cuenta, cabría preguntarse cómo puede ser que el centro de la ciudad esté siendo tomado por pequeños supermercados que abren domingos y festivos bajo la marca Carrefour Express –ya hay seis en el casco histórico–, asociados al gigante francés de la distribución. La respuesta se encuentra en que con esta imagen corporativa operan negocios en régimen de franquicia, pertenecientes a pequeños emprendedores. En la misma situación se hallan los supermercados Charter, la franquicia de la cooperativa Consum, que ya cuenta con ocho establecimientos en el municipio y al menos la mitad de ellos están en la ciudad. El último de estos abrió en la calle Jacobo de las Leyes, en mayo de 2021.

La tienda Carrefour Express de la plaza Circular ha sido el último establecimiento de este tipo en abrir. ROS CAVAL / AGM

Bajo la marca francesa opera, por ejemplo, el supermercado que sustituyó a finales de 2020 a la tienda deportiva Cancha de Centrofama. Más recientemente, hace apenas cinco meses, abrió sus puertas la tienda Carrefour Express de la plaza Circular, la última de este tipo en levantar la persiana en la capital. «Verdura, fruta, carne, congelados... tenemos la misma oferta que el supermercado de proximidad de toda la vida, apoyándonos en la logística y potencia de una empresa grande», explica su gerente, Enrique Carrión. Esta variedad de productos les permite superar la propuesta de los llamados chinos, que adolecen de la falta de género fresco. «Me informé y decidí que esta era una buena apuesta, más aún en un sitio estratégico, aunque los comienzos siempre son duros», explica Carrión, que ahora cuenta con seis empleados que prestan servicio también a deshoras.

«Los comercios de toda la vida tendemos a la desaparición»

«Los negocios de barrio tendemos a la desaparición», lamenta Antonio. Él ha trabajado como carnicero durante décadas en el supermercado que el pequeño grupo murciano Torre Lucas tiene a espaldas del hospital Morales Meseguer. Sus dueños ya decidieron hace unos años pasar a abrir los domingos por la mañana para no perder ventas. Ahora se encuentran con la competencia -además de la del vecino DialPrix- del súper San Nicolás, abierto 24 horas al día. «Aquí hemos vivido de conocer al vecino del barrio y de tratarlos como si fueran de la familia, pero ahora recibimos clientes con una edad de entorno a 60 años, que son los que nos compran los arreglos para los guisos. ¡Si la gente joven no cocina y le vale con una bandeja de cualquier cosa!», lamenta el carnicero. Francisco Rodríguez, gerente de San Nicolás, reconoce que comenzaron su actividad en Murcia con carnicería al corte, pero que tuvieron que abandonarlo, ya que «no funcionaba».

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

laverdad Los pequeños supermercados con horarios amplios toman el centro de Murcia