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Cualquier inmueble que esté en la ciudad se alquila. No hay pisos vacíos. La demanda es tan superior a la oferta que la mayoría ... de viviendas encuentran arrendatario el mismo día que se lanzan al mercado. Ese es el mensaje en el que coinciden las inmobiliarias consultadas por LA VERDAD para este reportaje: la demanda es «brutal». Tanto que las agencias dicen tener cientos de peticiones que no pueden atender, «porque no hay viviendas para todos». Esta realidad ha provocado, según apuntan, que en los últimos cinco años y de forma generalizada los precios hayan subido unos 200 euros en todos los barrios de la ciudad.
A grandes rasgos, las agencias coinciden al apuntar que un piso de tres dormitorios, amueblado y en buen estado, tiene un precio medio de 800 euros. El de dos habitaciones ya ronda los 650 y los apartamentos se sitúan en los 500. Aunque añaden que estos apuntes son orientativos, ya que los precios varían en función de la zona, los gastos de comunidad y otros servicios, como el garaje.
Las más caras siguen siendo las zonas de siempre: Alfonso X, Gran Vía, Santo Domingo. Los precios de la vivienda que más se busca en pleno centro, de tres habitaciones y dos baños, oscilan entre los 800 y los 1.500 euros. Una oferta que, sobre todo, buscan familias cuyos hijos van a colegios de la zona, según apuntan desde Abad Grupo Inmobiliario, una de las agencias que más inmuebles tiene en la zona centro.
Pero no todo son familias con grandes ingresos; las parejas jóvenes, los profesionales y los estudiantes también ansían encontrar una vivienda en el centro de la ciudad. Y lo que más demandan es «un piso en Vistalegre, porque es el barrio del centro más barato», añaden desde la inmobiliaria Ars Vivendi. En esa zona, el precio de una vivienda puede oscilar entre los 500 y los 700 euros, según las condiciones en las que se encuentre el inmueble. La misma horquilla que presentan los barrios de San Antolín y Vistabella.
Uno podría pensar que alejándose un poco del centro encuentra precios más competitivos, pero en los barrios del Progreso, el Infante, Zarandona, La Albatalía y las pedanías del norte también oscilan las viviendas entre los 400 y los 700 euros.
Hace unos cuatro años, uno podía encontrar apartamentos en Murcia por 350 y pisos de tres habitaciones por 500. Y esta subida se nota, dicen, tanto en el mercado que gestionan las inmobiliarias como en los alquileres particulares. De hecho, los últimos informes del portal Idealista, que comparan precios por metro cuadrado en un periodo interanual, apuntan que el alquiler ha subido en todos los barrios y pedanías de la ciudad. Aunque a diferencia del año pasado ganan los barrios del norte (Juan Carlos I, Juan de Borbón, Santa María de Gracia, Vistalegre y El Ranero), donde el metro cuadrado cuesta un 10,9% más, seguidos de las pedanías de El Palmar y La Ñora, que también apuntan una subida del 10,1%.
Sin embargo, la tendencia del aumento de los precios es menos acusada en los meses de verano que al inicio del curso. Una realidad que responde a la necesidad del mercado estudiantil, que según dicen las agencias conforma el 60% de la demanda, de entrar en sus viviendas en el mes de septiembre. Eso sí, también apuntan las inmobiliarias que ellos son los que más se mueven en julio y agosto a la caza de un piso, «porque en septiembre ya no queda nada».
Aparte de esta lectura, lo que también es más barato es el alquiler de las viviendas en las pedanías. Sobre todo en las que se sitúan al este y al oeste de la ciudad. «En las pedanías hay más oferta porque la demanda es más baja. Lo que en la ciudad puede costar 600 euros al mes, allí son 400. Pero aun así, la gente no quiere depender del coche para trasladarse», consideran en Ars Vivendi.
Todos los informes apuntan a que los precios del alquiler han subido de forma vertiginosa, pero si se presta atención al mercado nacional, pueden seguir subiendo. La tasa de esfuerzo es un concepto que utilizan los estudios inmobiliarios para definir el porcentaje de sus ingresos mensuales que las familias destinan a pagar el alquiler. Según Juan Pedro Sanz Alarcón, vicedecano del Colegio de Arquitectos de la Región, el máximo de esa tasa se sitúa entre el 30% y el 35% de los salarios. Pero en la Región, el índice está todavía en el 24%, así que el alquiler tiene todavía margen de subida, aunque «seguramente muchas familias sobrepasan ya ese porcentaje», añade.
Aunque parte de la demanda de alquiler se debe a la crisis económica y el «parón» financiero en la concesión de hipotecas, tanto las inmobiliarias como el experto del Colegio señalan que también se debe al aumento de la cultura del alquiler al estilo europeo. De hecho, «el sector de la construcción se ha adaptado a la sociedad y ya no construye para vender, sino para alquilar. Los edificios se diseñan con viviendas más pequeñas pero con más servicios, como una lavandería o espacios de trabajo». Una realidad que ya se ha visto en algunas construcciones de Juan Carlos I y Juan de Borbón, pero que se acentuará en las edificaciones venideras durante los próximos años.
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