«Cuando pasamos por el resalto perdí el control de la moto»

Manuel Paredes no se imaginaba lo que podía provocar un resalto mal atornillado hasta que dio con uno de ellos. Este vecino de 32 años de La Alberca aún se remueve cuando se acuerda el accidente que sufrió el 27 de septiembre del año pasado al volver a casa con su chica, Alejandra, después de asistir a una clase de 'spinning'. «Mi novia y yo veníamos del gimnasio y, cuando pasamos por el resalto, perdí el control de la moto y tuvimos el accidente. Fue todo muy rápido, recuerdo que noté cómo la rueda se deslizaba y la moto culeaba. Entonces pegué un frenazo, caímos al suelo y la moto se deslizó hasta acabar moviendo varios metros un contenedor. A mi novia le cayó encima y le dejó el brazo totalmente rasgado y la pierna amoratada. Yo me llevé un fuerte impacto en la cadera contra el asfalto y aún rabio de dolor», asegura.

Tras el siniestro, a Manuel le diagnosticaron una fractura en la cadera que ha hecho que durante dos meses haya tenido que usar un bastón para poder dar un paso. «No podía ni moverme del dolor y tuve que pincharme un anticoagulante. Después empecé a hacer rehabilitación, pero ahora he vuelto a tener una recaída y los médicos que me han visto me han dicho que se debe a una necrosis grasa provocada por el impacto que sufrí en el accidente», asegura Manuel. «Me duele hasta al sentarme, es horrible», confiesa este estudiante de Auxiliar de Enfermería que sintió cómo todos sus planes se iban al garete.

«Acababa de empezar las prácticas y también había conseguido un trabajo al que no me he podido incorporar desde que tuve el accidente. Me iba todo muy bien y de repente me vi sin poder salir de casa, yo que soy una persona muy activa. Lo he pasado muy mal», destaca. El suceso tuvo lugar en la calle La Paz de La Alberca, una zona residencial en la que los vecinos ya temían que algo así pudiera pasar antes o después. «Varias personas salieron de sus casas y nos dijeron que ese resalto de goma llevaba mucho tiempo con una parte desatornillada y que no debía estar así porque alguien podía tener un accidente. El conductor de un coche que iba detrás de mí en el momento de la caída pensaba que se me había cruzado un gato por el movimiento que hicimos», afirma.

Manuel denuncia que la ambulancia tardó más de una hora y media en llegar al lugar de los hechos. «Al rato del accidente, empecé a encontrarme mal. Tenía angustia y estaba muy mareado del dolor de cadera que tenía, así que tuve que ponerme en la parte de atrás del coche patrulla que vino, llorando de dolor, y, mientras, mi novia estaba en el suelo porque no podíamos moverla por precaución», rememora angustiado.

Fue a principios de diciembre del año pasado cuando Manuel prestó declaración en la Policía Local para informar de que había un obstáculo peligroso en la carretera, pero dice que pasaron casi dos meses hasta que retiraron el módulo del reductor de velocidad suelto. «No me lo explico, yo iba de vez en cuando por la zona a ver cómo estaba y seguía igual. A finales de enero, lo quitaron, pero el resalto sigue sin arreglar y creo que es peor que si no hubiera, porque la gente intenta evitar los trozos que quedan en la calzada y hay más posibilidades de caerse si vas en moto».

Manuel ha presentado una reclamación patrimonial al Ayuntamiento de Murcia por la banda de frenado en mal estado que provocó el accidente que le ha causado dolencias de las que aún no se ha recuperado. «Por suerte, no nos pasó nada grave y me puedo dar con un canto en los dientes, pero no lo han arreglado todavía. Y si saben que los resaltos de goma se desatornillan, que los pongan de asfalto como hay en otros sitios. No se hace un mantenimiento adecuado y hay muchas calles en La Alberca donde pasa lo mismo», lamenta al recordar aquel último día en el que pudo ir al gimnasio y vivía sin dolores.

Desde el Ayuntamiento responden que no han tenido constancia del desperfecto hasta finales de mayo, cuando la reclamación patrimonial de Manuel se notificó al servicio de Tráfico. Fuentes municipales aseguran también a este periódico que «se revisarán los resaltos de esa calle».

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