La pala echa al suelo noventa años de historia en los muros de la Cárcel Vieja de Murcia

Noventa y un años de historia y 39 en desuso. Esas son las principales 'edades' de la antigua Prisión Provincial de Murcia, conocida como Cárcel Vieja, que ayer empezó a abrirse a la ciudad y a los ciudadanos con el derribo de parte de sus muros. Un espacio liberado que dará paso a una nueva zona peatonal por la calle Torre de la Marquesa, y cuyas piedras se reutilizarán como elementos de las aceras.

En total, se van a tirar cinco muros: uno, el lateral, que da al Hospital de La Vega, y otros cuatro muretes interiores que dan a los patios de la Cárcel Vieja. Al abrir el edificio la ciudad recupera 300 metros cuadrados de «espacios abiertos y permeables», dijo el alcalde de Murcia, José Ballesta, antes de iniciarse la demolición. «Es multiplicar por ocho el entorno peatonal» del edificio, añadió. Los concejales de Movilidad Sostenible y Juventud, Rebeca Pérez; de Desarrollo Sostenible y Huerta, Antonio Navarro; y de Cultura y Patrimonio, Jesús Pacheco, le acompañaron en este acto.

Las obras, en su fase I, comenzaron el 1 de junio, tienen un plazo de ejecución de 12 meses y un presupuesto de 1,9 millones. Ballesta recordó que desaparecerá la zona azul de la ORA en la parte de la calle Torre de la Marquesa que da a la cárcel y que esta vía será de una sola dirección, partiendo de Primo de Rivera.

La edil Rebeca Pérez recordó que cuando acaben los trabajos habrá zonas ajardinadas, plazas y carriles segregados para bicis. Mientras, los operarios ya han tirado la tabiquería interior de la primera planta (edificios este y oeste); el siguiente paso será la retirada de los escombros de todas las plantas interiores, la ejecución de la cimentación de la estructura y el cambio de la cubierta. Los obreros están haciendo acopio del material extraído, puesto que será reutilizado para la mejora del propio inmueble.

Los arquitectos Manuel Hernández, Alejandro Ibáñez y Francisco Serrano, los 'padres' de la idea ganadora para la rehabilitación de la prisión (de IH Arquitectos), destacaron que no solo se va a recuperar el edificio para la memoria histórica y la cultura, sino también supondrá una «regeneración urbana» de una zona que estaba deteriorada.