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La compañía eléctrica Iberdrola ha finalizado la instalación de las líneas de media tensión subterráneas que van a permitir sustituir a las aéreas que ... sobrevuelan la urbanización de Los Rectores y las que salen en dirección a otras zonas de la pedanía de El Puntal. Estos trabajos, realizados en los últimos meses, necesitaron la ejecución previa, por parte del Ayuntamiento de Murcia, del cajón de hormigón bajo tierra que alberga la infraestructura eléctrica que ocupa parte de la Costera Norte. Esto va a permitir desmantelar 12 líneas aéreas de media tensión, que se sustituirán por 11 nuevas subterráneas que suman 55 kilómetros de cable, según especifican fuentes de la empresa.
Respecto a las líneas de alta tensión (132 kilowatios) que ocupan 12 kilómetros de cable, los trabajos avanzan más lentos, ya que «los desmontajes se van a ir realizando en función de que se pueda garantizar la operatividad con plenas garantías de la subestación Espinardo, muy importante para el suministro eléctrico de la ciudad de Murcia», explican desde Iberdrola.
Actualmente, debido a los trabajos de compactación de la instalación, funcionan a la vez dos sistemas de tecnologías diferentes, unas conectadas de forma soterrada al nuevo GIS (subestación con aislamiento de gas) y otras conectadas en aéreo al sistema tradicional, añaden. «Son unos trabajos muy complejos con instalaciones en servicio y que afectan a tres ejes críticos para el abastecimiento eléctrico a la ciudad de Murcia, por lo que toda la planificación y secuenciación de los trabajos se está llevando a cabo para que no afecte a la calidad y fiabilidad del suministro eléctrico», apuntan.
Al finalizar todos los cambios de las líneas, se desmantelarán más de 30 apoyos (o torres eléctricas) existentes, de las que la gran mayoría son de media tensión y alrededor de media docena de alta tensión.
A la hora de dar plazos para la ejecución total de la obra en marcha, la compañía eléctrica se muestra muy cauta. «Son trabajos muy complejos con instalaciones en servicio que están en estos momentos funcionando con dos tecnologías diferentes, por lo que las fechas van a depender, entre otros aspectos, de la planificación que podamos hacer para el cambio de lo aéreo a lo soterrado; pero la previsión es que se comience dentro de este año».
Paralelamente a los trabajos para sustituir los tendidos aéreos por los subterráneos en la zona, Iberdrola (a través de i-DE, la empresa distribuidora del grupo energético) continúa con la compactación de la subestación eléctrica Espinardo, vecina de la urbanización Los Rectores. La empresa ha finalizado la construcción de los edificios en cuyo interior se van a instalar los transformadores y demás infraestructura eléctrica que permitirán la compactación de la actual subestación Espinardo.
La compañía está instalando el sistema con la tecnología más avanzada (GIS), «que permite una mayor eficiencia en su funcionamiento y ubicar parte de sus elementos constitutivos dentro de edificio», indican. De hecho, ya hay instalado y energizado un transformador de 132 kilovoltios (kV) de tecnologías GIS y cuenta con más espacios para instalar en los próximos meses otros dos nuevos transformadores.
Actualmente se está trabajando en la interconexión de esta nueva instalación con la red de subestaciones que alimentan a Murcia. «Una vez se finalice, se podría proceder al desmontaje de la instalación a la intemperie y que ocupa gran parte de los terrenos de la subestación».
i-DE también ha finalizado la construcción de un nuevo edificio y sala de control para llevar a cabo la compactación de las celdas de media tensión de Espinardo.
Una vez finalicen los trabajos de la subestación se realizarán las pruebas para ir programando con el Centro de Operación y Distribución la desconexión de las líneas aéreas y se dotará de energía a las nuevas subterráneas. «Será necesario realizar un estudio del reparto de cargas entre diferentes líneas para poder desconectar unas y conectar las otras y que no afecte al servicio», concluyen desde la empresa.
Los vecinos de Los Rectores llevan más de dos décadas reclamando la desaparición de las torres de alta y media tensión que circundan, e incluso cruzan, por la urbanización de la pedanía murciana de El Puntal. Unos dos mil vecinos viven en estas casas, a los que ya en 2016 les comentaron que la compañía eléctrica se comprometía a soterrar las líneas. De hecho, ese año Iberdrola indicó que estaba previsto finalizar la primera fase en marzo de 2017 y acabar todo durante el primer semestre de 2018.
Más recientemente, en 2019 se anunció que los trabajos iban a comenzar en breve, e incluso se barajaron como fechas para la finalización de las obras finales de 2020 o principios del 2021. En este caso la empresa argumentó que le pilló de lleno la pandemia de la covid, lo que llevó a la paralización de los plazos administrativos. «Eso nos supuso una gran dificultad para llevar adelante estos proyectos; incluso nos vimos forzados a posponer muchas de las actividades de campo; y nos obligó a un reajuste de la planificación», comentaron. Es en ese reajuste en el que están actualmente.
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