Mujeres en riesgo de exclusión social de Murcia encuentran «un trampolín» laboral en Proyecto Abraham

Esta aguileña afincada en Murcia llevaba once años sin empleo hasta que entró por la puerta del taller hace tres meses para hacer un periodo de formación en prácticas que está a punto de acabar. «Estaba desconectada del mundo laboral y por fin he encontrado un trabajo que me engolosina», destaca mientras acaba unos estuches para la Universidad de Murcia que han hecho a base de tela de pantalones vaqueros, ropa de trabajo y retales sobrantes del corte de patrones.

«Necesitaba ingresos y no encontraba nada. Aquí te ayudan a prepararte para salir al mundo real y te das cuenta de que vales para más cosas de las que creías. Me da mucha pena irme», asegura Pilar, quien ha encontrado en El Costurerico un estímulo que va más allá de lo estrictamente laboral. «Me ha devuelto la ilusión de mejorar cada día. Es muy diferente a la vida que yo llevaba estando en mi casa».

Asun Mauriz es otra de las modistas en prácticas. Hace cinco años que tuvo que dejar el trabajo de peluquera que desempeñaba a raíz de diagnosticarle esclerosis y una enfermedad mental. «A mi cabeza le viene genial este trabajo; es perfecto. Aquí he encontrado un refugio donde sacar mi creatividad», cuenta mientras repasa el corte de unos patrones «para que todo case», explica.

Esta vecina de Puente Tocinos dice que ha recuperado la ilusión al levantarse cada mañana. «Ahora soy feliz. Venir al taller es terapia. Antes estaba todo el día en mi casa y de médicos», expresa emocionada ante la atenta mirada de sus compañeras, a las que agradece su ayuda diaria. «Antonia es como mi madre. Me siento protegida porque miran por ti y eso es muy importante», valora.

La 'madre' Antonia Antequera es una granadina que lleva treinta años viviendo en Murcia. «La mitad de mi vida», apunta. Ella es la encargada de 'El Costurerico', donde ha visto progresar a unas cincuenta mujeres en riesgo de exclusión en su lustro de historia, como es el caso de Paqui García, que era una parada de larga duración hasta que empezó a trabajar en el taller de Proyecto Abraham. «Estoy aprendiendo muchas cosas», afirma.