Asciende a trece el número de muertos en la tragedia de Las Atalayas en Murcia

Al menos trece personas fallecieron este domingo en el incendio que afectó a tres discotecas de la zona de Atalayas en Murcia, esta madrugada, la Fonda Milagros, Teatre y Golden, donde continúan las labores de rescate y no se descarta que puedan aparecer más víctimas mortales. Hasta el momento, se han recibido denuncias de 16 personas desaparecidas, (entre las que estarían los fallecidos), por lo que todavía no hay noticias de cinco de las personas que se encontraban dentro de la discoteca, según informó el alcalde de Murcia, José Ballesta.

El subinspector de la Policía Nacional Diego Seral indicó frente a las discotecas que los agentes de Científica todavía no han podido entrar a las instalaciones: «Son daños muy importantes y las altas temperaturas no permiten todavía el acceso al interior», indicó. Seral explicó que la investigación tiene dos partes: la de localización e identificación de desaparecidos, heridos y víctimas mortales y otra sobre las causas del incendio. Para esta última todavía quedan unos días para poder comenzar por el estado que han quedado los locales.

Por eso, las labores de investigación están centradas en «intentar localizar cuáles son aquellas personas desaparecidas que ya estén siendo atendidas en los centros sanitarios o aquellas que desgraciadamente se puedan ya identificar como personas fallecidas». Además, indicó que la identificación de los cadáveres «se van a dilatar en el tiempo».

El fuego, que se inició cerca de las seis de la mañana por causas que todavía se desconocen, se propagó rápidamente por las plantas superiores de los locales Fonda Milagros, Teatre y Golden. Las llamas hicieron colapsar la estructura en el primer piso de la Fonda, donde se han encontrado al menos nueve de los cadáveres recuperados, según confirmaron fuentes de la Policía Nacional.

En esa planta celebraba su cumpleaños el nicaragüense Éric Hernández, con un numeroso grupo de jóvenes que a primera hora de la mañana se encontraban desolados esperando noticias de ocho de sus amigos y familiares desaparecidos. No había vuelto a saber nada de ellos desde que abandonaron apresuradamente la discoteca.

Walter Hernández, uno de los integrantes de esa celebración, esperaba con los ojos vidriosos la confirmación oficial a sus temores a primera hora. Él esquivó la muerte por la decisión de bajar a tomar una copa en la planta inferior justo en el momento en que las llamas comenzaron a devorar los palcos con que cuenta esta discoteca. Dos de sus primos, la pareja de uno de ellos y su tía y un grupo de amigos seguían en la planta superior de la discoteca cuando el fuego provocó un corte de luz y los clientes y trabajadores comenzaron a huir.

A las puertas de los locales se agolparon decenas de personas, presas de los nervios. En mitad del desconcierto, Walter decidió irse a su casa, ubicada en el barrio del Progreso, ante la imposibilidad de dar con los suyos: «Tomé un coche, y me llevaron, pero cuando llegué pensé que iba a encontrar a mi familia ahí, y no estaban», señaló. «Cuando yo llamé a mi primo, me dijo que no, que no habían salido».

En ese momento, la angustia se apoderó de él y decidió regresar. «Me viene andado hasta acá para ver cómo era la situación. Pero no nos dicen nada», señalaba angustiado solo unos minutos antes de que miembros del operativo desplegado en la zona se acercaran a él y sus familiares y amigos y les pidieran que les acompañaran para comunicarles el fallecimiento de sus allegados.

Los bomberos acababan de lograr acceder a la zona más afectada por el fuego, con severos daños estructurales, y extraer los cuatro primeros cuerpos. Eran cerca de las diez de la mañana. El Centro de Coordinación de Emergencias señaló que, una vez extinguido el fuego, comenzaron las labores de incursión en la discoteca, donde continúan las labores de búsqueda de víctimas, y en las que hasta el momento se han encontrado trece cadáveres, según informó la Policía Nacional.

El alcalde de Murcia, José Ballesta, explicó que la zona donde se concentraban los primeros cuerpos aparecidos sufría «peligro de derrumbe», por lo que tuvo que ser apuntalada. «Los trabajos de extracción son extenuantes, los bomberos salen y se tumban en el suelo con oxígeno, tienen que beber agua porque cuesta bastante trabajo».

La portavoz de la Sala Teatre, María Dolores Abellán, aseguró que el incendio no se inició en esa sala y descartó que se produjera allí algún fallecimiento. Asimismo, la abogada de Golden, María José Valverde, manifestó a LA VERDAD que, aunque no habían podido entrar aún a este inmueble para comprobar los daños causados por el fuego, sí podían asegurar que tampoco se había registrado ninguna víctima mortal en ese local.

Helen y Lily, dos jóvenes que abandonaron la zona una hora antes del incendio para ir a cenar y que encontraron las discotecas ardiendo al regresar, también contaban con cinco amigos desaparecidos. «No hemos vuelto a saber nada de ellos. Estamos esperando a que alguien nos diga algo para saber qué pasa con nuestros amigos», aseguraron. «Nosotras estábamos en Golden. Cuando volvimos ya no nos dejaron entrar. Estaban aquí la Policía y los Bomberos», afirmó Helen.

Además, los amigos de otra persona también ajena a la celebración del cumpleaños habían perdido el contacto con ella, según relataron los testigos.

Según informó el Centro de Coordinación de Emergencias, cuatro personas resultaron afectadas por inhalación de humo, de las cuales dos requirieron traslado hospitalario. Los heridos son dos mujeres y dos hombres, de entre 22 y 45 años de edad. Otros muchos heridos leves, según afirmó el alcalde de Murcia, acudieron a los centros hospitalarios de la ciudad por su propio pie.

Al lugar del incendio se desplazaron unos 40 bomberos repartidos en 12 vehículos. Posteriormente se incorporó a las labores un camión nodriza pesada (BNP) y, aunque inicialmente se solicitó la ayuda de un helicóptero de la Dirección General de Seguridad y Emergencias, finalmente no fue necesaria. También se movilizaron varias ambulancias medicalizadas y de transporte de la Gerencia de Emergencias y Urgencias Sanitarias.

Tras la recuperación de los restos mortales de los fallecidos, se incorporaron miembros del Grupo de Homicidios de la Jefatura Superior de Policía de Murcia para investigar el origen de los hechos.

El Ayuntamiento ha habilitado el Palacio de los Deportes de Murcia para atender a los familiares de las víctimas mortales y los desaparecidos. Allí trabaja un equipo de psicólogos, trabajadores sociales, diez trabajadores de Protección Civil y dos policías locales con los familiares y amigos en dos salas. Se ha dispuesto una tercera sala para los casos más graves que requieran atención psicológica.

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