El coste del puente de El Raal se encarece en 300.000 euros por trabajos no previstos

Para solventar este problema, la empresa ha tenido que construir una rampa de acceso al cauce del río y allí colocar dos plataformas sobre las que trabajará la maquinaria para poner la estructura. Unas piezas que aguardan ya montadas en una parcela cercana al río, que, a su vez, ha habido que desbrozar y preparar para esos trabajos. Asimismo, añadieron desde el Ayuntamiento, ha habido que demoler totalmente los estribos del antiguo puente, al coincidir con los nuevos.

Acabada la obra, la empresa tiene que devolver a su estado original ambos márgenes del río y el cauce. Fue en diciembre de 2024 cuando la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) dio el permiso al Consistorio para utilizar el cauce para montar la nueva pasarela para el tráfico y los peatones.

El puente tendrá una longitud de 44 metros y un ancho de 12, así como dos carriles de 3,5 metros cada uno, aceras accesibles de 2,05 metros y una estructura de viga y arco parabólica.

Otros cambios introducidos en el proyecto original afectan a la rampa peatonal de acceso a la pasarela en la parte de El Raal. «Se ha conseguido salvar los árboles de gran porte que se iban a talar, y varios bancos que tenían que desaparecer», apuntaron desde el Consistorio. Además, se van a trasplantar parte de los ejemplares más pequeños a otra zona de ese paseo paralelo al río.

Aunque las obras debían haber acabado para las navidades -el plazo de ejecución era de seis meses- y están en su fase final, nadie se aventura a dar una fecha para su conclusión.

El antiguo puente sucumbió al paso de una hormigonera de 40 toneladas de peso el 29 de marzo de hace cuatro años, si bien había presentado problemas estructurales diez años antes, lo que le mantuvo cerrado un tiempo hasta que se arreglaron aquellos desperfectos.

El colapso ha obligado a los vecinos a realizar desvíos de más de cuatro kilómetros para llegar de una pedanía a otra. Un trayecto que a pie se hacía en unos minutos y ahora se tarda más de una hora.

Muchos vecinos a ambos márgenes del río empiezan su día dando un paseo por la zona de obras, que siguen paso a paso desde que comenzaron en junio del año pasado. «Estaba previsto que esta semana se montara la estructura sobre el río, pero han llegado las lluvias y la crecida del río y los trabajos se han paralizado», lamentó Antonio Gómez, presidente de la Asociación de Vecinos de El Raal.

Al otro lado, en La Basca, José Merino advirtió de que «el agua, además, puede que se haya llevado por delante las dos plataformas de arena y hormigón que la empresa había construido en el cauce para que la grúa trabajara sobre ellas». Una grúa que, además, se retrasó de diez días en llegar sobre el calendario previsto, según los vecinos. «Si no hubiera pasado esto, ya estaría colocada y las lluvias no le habrían afectado», subrayaron.

Tampoco hubo suerte, manifestaron, con las empresas que han tenido que intervenir para dejar expedita la obra del puente. «Los de Iberdrola tardaron más de tres meses en quitar un poste de la luz, está claro que se lo tomaron con calma», apuntó Gómez.

También ha habido que desviar las líneas de telecomunicaciones y construir una nueva tubería para el suministro del agua potable.