El corazón de la Cárcel Vieja de Murcia acogerá el auditorio y el área de memoria histórica

De momento, Urbamusa (la empresa urbanizadora municipal) ya trabaja en la redacción del proyecto de ejecución, que fija acometer la intervención de una tacada. El vicealcalde y edil de Fomento, Mario Gómez, espera que antes de que finalice el próximo año ya esté en marcha la reforma, una vez cumplido todo el proceso administrativo de la licitación.

La ambiciosa remodelación se basa en la propuesta 'Muros etéreos', del estudio IH Arquitectos, ganadora del concurso de ideas, que persigue conectar la que fue prisión provincial con la trama urbana de su entorno. Gómez explica que, aunque se derribarán tramos de tapia y paredes interiores, «la esencia estructural» del inmueble se mantendrá para que los visitantes tengan siempre presente que pisan un antiguo penal. De hecho, se conservará una de las galerías de celdas, que el público podrá explorar. Será el espacio reservado a la memoria histórica del edificio –en el módulo oeste del eje transversal– y podrá utilizarse «como exposición de lo que un día fue la vida carcelaria y sus ocupantes», según los planes que baraja el Ayuntamiento.

Enfrente, el ala este aglutinará el módulo didáctico, con talleres, mediateca y un espacio superior con equipos táctiles y audiovisuales. Los dos pabellones ubicados al principio de eje longitudinal se plantean como espacios diáfanos y flexibles –manteniendo el volumen de cerramiento original– con vistas a que puedan funcionar como salas polivalentes para acoger eventos y muestras temporales.

El núcleo del corredor principal se reserva para las grandes exposiciones, mientras que en la cabecera irá el auditorio. Así, junto al espacio de memoria histórica, ocuparán el corazón del antiguo recinto penitenciario, donde, además, el panóptico –la estructura con cúpula que servía para vigilar todo el interior de la cárcel– se reconstruirá para convertirse de nuevo en el elemento más llamativo.

El módulo norte, que cierra el conjunto en la calle Río Argos, ganará una planta acristalada, destinada «a un espacio de vanguardia para la realización de eventos públicos o privados, reuniones de asociaciones y exposiciones temporales». La zona baja albergará el archivo histórico, además de almacenes y otras dependencias auxiliares para el funcionamiento interno del futuro centro cultural.

El impacto del proyecto alcanza al entorno urbano. Los patios de la zona de internos, vinculados a la calle Torre de la Marquesa y la avenida Primo de Rivera, verán caer sus muros para que funcionen como plazas ajardinadas. Con ello se pretende «propiciar la permeabilidad e integración» del edificio en el barrio. Gómez recuerda que la intervención en la Cárcel Vieja se acompaña de otros trabajos de «calmado del tráfico», como un carril bici y aceras más anchas.