Secciones
Servicios
Destacamos
Podría parecer una profecía autocumplida. Pero es que las cifras que manejaba el pequeño comercio en la segunda semana de las fiesta navideñas ya ... daban indicios suficientes para intuir que la campaña de rebajas de 2022 no iba a ser precisamente la de la recuperación para el sector. A ello se sumó un contexto pandémico en el que la curva de contagios ha seguido creciendo y creciendo hasta mitad del mes pasado. Esta situación, en la que el virus amenazaba en cada esquina –si uno no lo tenía ya en casa o, incluso, dentro–, ha sacado a los consumidores de las calles. La casi total ausencia de vida social ha hecho el resto y ha dado lugar a una caída de ventas en este periodo de entre el 25% y el 30% en relación a lo facturado en 2019, según estima el presidente de la Federación Murcia Área Comercial (Femuac), Santiago Vera.
«Están siendo un auténtico desastre», puntualiza Vera, mientras ve como no se le acaba de dar salida a lo que hay en los almacenes. «No hay la alegría de otros años ni de lejos y, encima, los productos que nos van llegando lo hacen con precios cada vez mayores por culpa de la inflación», apunta Marian, dependienta de la tienda de ropa de hombre Vidal Cano, en Platería. «La incertidumbre que impera está pesando mucho», destaca Inma, dependienta del establecimiento de moda Ridebike, en la misma calle, algo que comparte con Silvia, trabajadora de Simona Blu, también en el centro. «Sin eventos sociales, que no hacen más que aplazarse, es difícil vender este tipo de ropa; la gente tira de armario», añade.
Es cierto que, en puridad, esta campaña especial de ventas no termina hasta el 28 de febrero, que es su fecha clásica de finalización, y que es momento de las 'segundas' o 'terceras' rebajas, según el establecimiento con el que se hable. Pero, lo no vendido a comienzos de año difícilmente tendrá salida en febrero, cree Vera, por lo que no se esperan grandes cambios en el balance, sobre todo tras finalizar enero, el mes de rebajas por excelencia. «La desregulación del periodo de descuentos ha acabado incluso con el efecto llamada con el que contábamos antes», apostilla Carmen Piñero, presidente de la Federación Regional de Comercio (Coremur) y de la Asociación Triángulo de Murcia. «Y el comercio de proximidad no puede soportar esa guerra constante de precios, con bajadas de hasta el 70%; necesitamos un periodo mínimo para vender a un precio normal, porque no compramos tan barato como otros», incide.
No obstante, Piñero sabe que a los establecimientos no les queda otra que mantener descuentos durante este mes de febrero para intentar dar algo de salida a la importante cantidad de 'stock' con la que cuentan. «En estas segundas rebajas, 25% adicional sobre lo ya rebajado», rezaba un cartel de un local del centro. Ante esta situación, los representantes del comercio vuelven a pedir ayuda a las instituciones tras más de dos años sin subvenciones y ante la escasa presencia de acciones de dinamización. Y ello sin olvidar que varias asociaciones de comerciantes se encuentran al borde de la disolución por el reintegro de ayudas. De esta manera, Piñero, al igual que otros compañeros del sector, ve necesaria la realización este año de, al menos, dos ferias 'outlet' para dar salida a este 'stock'. Estos eventos, en su opinión, deben celebrarse en espacios preferenciales de la ciudad y en fechas que convengan a los comerciantes, incluyendo una en primavera y otra en otoño.
«Tenemos una ciudad con muchas posibilidades, que necesita que se retomen las actividades y eventos», destaca Marisa Cano, representante de Comerciantes de Trapería y Platería, que pone como ejemplo el desfile 'Murcia es Moda', organizado por las Juntas Municipales Centro, Este y Oeste y que se celebrará los próximos 9 y 10 de febrero en el Salón de los Espejos del teatro Romea. «Eventos y mejoras en el transporte público o convenios con los parkings para favorecer que la gente venga al casco y no acabe en los centros comerciales», pide Vera. Y aprovechó para lamentar que el proyecto de la web municipal 'MuacMurcia.com' «no haya tenido el seguimiento adecuado y necesario para convertirlo en un verdadero 'marketplace'».
En cuestión de cifras, es más que patente que el pequeño comercio va por un lado y las grandes superficies, por otro. Los malos datos de facturación en rebajas que han sentido los establecimientos urbanos no se han percibido en centros comerciales como Nueva Condomina, que se han acercado mucho a los registros de 2019 y han mejorado bastante los de 2021, cuando los confinamientos perimetrales condicionaron la afluencia a estos espacios. Así lo pone de manifiesto su gerente, Óscar Pastor, que ha constatado la existencia de dos fases diferenciadas durante esta campaña: por un lado, una quincena muy buena, la primera, con una gran presencia de compradores; y, por otro lado, las últimas dos semanas, en las que el pico de contagios evitó aglomeraciones. «Detectamos que la gente ha evitado concentrarse los sábados y ha optado por repartir sus compras y visitas entre los distintos días de la semana», subraya Pastor. Sin embargo, febrero nunca ha sido un mes bueno, señala, al tiempo que incide en que los problemas con el 'stock' que tienen los grandes comercios no los suelen sufrir las grandes marcas.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Favoritos de los suscriptores
Especiales
Así se desbocó el urbanismo en La Manga
Fernando López Hernández
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.