![Patio de la Cárcel Vieja de Murcia, tras los trabajos de restauración.](https://s2.ppllstatics.com/laverdad/www/multimedia/202201/18/media/cortadas/VICENS-CARCEL%20VIEJA-1-kZzG-RJMynqbpppFGU1JMZ6zC9RN-624x385@La%20Verdad.jpg)
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Unas jornadas de puertas abiertas en febrero, con una exposición en la que se explicará el trabajo realizado, permitirán a vecinos y visitantes conocer de primera mano el resultado de la primera fase de rehabilitación de la Cárcel Vieja de Murcia, la antigua Prisión Provincial, que ya luce totalmente restaurada en uno de sus edificios, el que albergaba la parte de la administración. Para una segunda fase quedan las obras en el segundo gran bloque, el que contenía las celdas y cuya ejecución podría comenzar a finales de año.
Los trabajos, llevados a cabo por la empresa de arquitectura IH, ganadora del concurso que convocó el Ayuntamiento, han permitido que este primer edificio contenga tres salas de exposiciones (una de ellas, en la segunda planta, que servirá de ocasional salón de actos), una tienda-exposición y una cafetería, ambas en la primera planta y el local de restauración con acceso directo desde la calle que da a la Plaza Circular y colinda con el edificio de Correos, en la que habrá una terraza. El entorno del edificio ha quedado libre de los muros que la encerraba y el material de estos se ha reutilizado como pavimento.
El alcalde de Murcia, José Antonio Serrano, acompañado por el vicealcalde Mario Gómez y el concejal de Vía Pública, Juan Fernando Hernández, visitaron ayer por la mañana las instalaciones, que lucen de un blanco intenso en el interior, pero que en el exterior conserva su aspecto primitivo. Son 891 metros cuadrados «recuperados para Murcia y sus visitantes», en cuyos trabajos se han invertido casi dos millones de euros, la mitad con financiación de fondos Feder y el resto con fondos propios municipales, comentó el alcalde.
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El arquitecto Francisco Serrano explicó durante la visita, a la que fueron convocados los medios de comunicación, que para aliviar del peso a la estructura originaria del edificio, se ha construido una estructura metálica interior que ayude al soporte. En la segunda planta, a la que se accede por unas escaleras metálicas, y al lado de la sala polivalente de exposiciones y salón de actos también hay un almacén pequeño en el que albergar sillas. Serrano explicó que este salón estará disponible en tanto que no acaben las obras de la segunda fase, cuyo edificio incluirá un salón de actos permanente con capacidad para congregar a un centenar de personas.
Todo el interior está revestido de paredes blancas y con la intención de una intervención «neutra» de materiales «para dar protagonismo a los que formaban parte del edificio original de la cárcel», manifestó el arquitecto de estudio ganador del concurso, IH.
El alcalde se congratuló de que «lo que tantísimos años había estado abandonado se haya convertido en un centro moderno y accesible» para murcianos y turistas. Para el regidor, ahora lo importante era «llenar de contenido» las salas para que se convirtiera en «un foco de atracción, un punto de encuentro y casi una cita ineludible», en la agenda de la ciudad.
Indicó que la primera acción será una jornada de puertas abiertas, a falta de cerrar la fecha concreta, pero que se llevará a cabo en febrero, durante la cual habrá una exposición sobre todo el proceso de rehabilitación, y con profusión de fotografías, para mostrar el antes y el después de los trabajos.
Serrano recordó que la urbanizadora municipal, Urbamusa, ya tiene el encargo para redactar el proyecto para rehabilitar los 3.663 metros cuadrados del segundo edificio, que costará unos 7 millones. En el mismo se quiere dar un «mayor protagonismo a la memoria histórica de que estaba previsto inicialmente», dijo.
El vicealcalde y concejal de Fomento, Mario Gómez, destacó que se había logrado ofrecer «para el disfrute de todos» un espacio «precioso, con una luminosidad fantástica». Añadió que las salas del edificio podrán albergar tanto actos y eventos como exposiciones propios del Ayuntamiento como otras organizadas por los distintos colectivos del municipio.
La casualidad quiso ayer que Cristóbal Crespo, en su silla de ruedas eléctrica, paseara por los espacios liberados para los ciudadanos de la antigua Prisión Provincial. Un acto habitual que tuvo un momento especial, ya que acababa de producirse la visita oficial de la rehabilitación ya concluida, y por allí todavía estaba el alcalde, José Antonio Serrano. Crespo resultó ser «un represaliado del franquismo», como confirmó al regidor cuando este le preguntó si había estado encarcelado allí. Lo estuvo durante cuatro meses, relató este jubilado de 72 años, desde las Navidades de 1973 hasta el día de San José de 1974, y lo apresaron por formar parte de un grupo simpatizante de lo que hoy es el sindicato Comisiones Obreras. «Como yo, que soy afiliado», señaló el alcalde. Crespo recordó que tuvo un trato diferente al de otros presos «porque los funcionarios sabían que no éramos criminales», aunque no pudo evitar que le leyeran la correspondencia de su novia «y me tacharan algunos párrafos». Ayer estaba contento al ver el resultado de la obra de un edificio «que nunca tendría que haber existido».
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