![El Ayuntamiento de Murcia inicia la revisión del modelo de movilidad cuando apenas empezaba a ejecutarse](https://s2.ppllstatics.com/laverdad/www/multimedia/2024/03/18/189292810--1200x840.jpg)
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La hoja de ruta de la movilidad en el municipio para, al menos, una década. Eso es lo que constituye el Plan de Movilidad Sostenible (PMUS), documento que fue aprobado a finales de 2013, en tiempos de Miguel Ángel Cámara, tras un tortuoso proceso ... de alegaciones de casi dos años y que generó importantes discrepancias entre el Ayuntamiento de Murcia y la Comunidad Autónoma. Fijaba esta propuesta un horizonte de aplicación y evaluación con la vista puesta en el año 2022. Sin embargo, a fecha de 2024, y cuando el diseño contenido en él apenas ha conseguido comenzar a ejecutarse de manera efectiva, el Consistorio apuesta ahora por proceder a su actualización, la cual arrancará esta misma primavera.
Cierto es que esta revisión llega en buena parte impuesta por exigencias del Gobierno central, que ha condicionado la concesión de los fondos 'Next Generation' para proyectos de movilidad y transporte, entre otras cuestiones, a la adaptación de estos planes a la situación y previsiones actuales así como a las nuevas tecnologías que se han ido incorporando. No obstante, tampoco se escapa que la percepción y soluciones del gobierno de José Ballesta no encajan exactamente, a día de hoy, con lo contenido en la propuesta formulada hace más de una década.
«No podemos copiar simplemente las fórmulas aplicadas en otros lugares, sino que tenemos que apostar por un modelo propio, coherente con nuestra compleja, dispersa y multicéntrica estructura urbana y el necesario acceso al centro desde de las pedanías», han reiterado en numerosas ocasiones fuentes municipales, empezando por el alcalde. Se busca así apuntalar un argumento base con el que se quiere dejar una vía de escape para el uso de coche en el entorno urbano, matizando lo recogido en el documento, así como las directrices que llegan de Europa y del Gobierno central y que miran a la fijación de restricciones y desincentivos al vehículo privado.
El trabajo de campo para la actualización del PMUS, de la que se harán cargo las consultoras Regenera y Aisum por encargo de la Urbanizadora Municipal (Urbamusa), arrancará el próximo 9 de abril. Será ese el momento en el que se ponga en marcha la fase de encuestas ciudadanas, que terminará el 3 de mayo. Estas se realizarán por varias vías, tanto de manera 'online' como de forma presencial –a pie de calle–, para llegar a aquellos colectivos que tienen mayores dificultades de acceso y uso de las nuevas tecnologías. Además, se colocarán códigos 'QR' en los servicios de transporte público, así como en otros puntos del municipio, con acceso directo al cuestionario para animar a los murcianos a que participen.
El objetivo de estas encuestas, que serán anónimas, es establecer, de manera participativa, un retrato robot de los hábitos y necesidades de movilidad de todos aquellos que se desplazan habitualmente por el municipio de Murcia, centrándose en aspectos como origen y destinos, horarios, modos de transporte a utilizar y motivos. El inicio de este procedimiento coincidirá en el tiempo, prácticamente, con el desarrollo de la asistencia técnica que encargará el Consistorio para la redacción de los pliegos de la futura concesión del nuevo servicio de autobús del municipio, la cual, si se cumple el calendario fijado por el Concejal de Movilidad, José Francisco Muñoz, debería salir a licitación antes del verano.
No obstante, aunque parezca que se trata de actuaciones distintas que versan sobre materias coincidentes –lo que lleve a suscitar preguntas sobre su encaje–, hay que recordar que la planificación del modelo de transporte público del municipio de Murcia, como una verdadera alternativa al vehículo privado, es solo una de las patas del sistema de movilidad que se diseña en el PMUS y que abarca otros ejes como la apuesta por los desplazamientos peatonales, la oferta de aparcamientos –que se quiere hacer más asequible– y su distribución a lo largo del territorio, el impulso a la movilidad personal sostenible, representada por las bicicletas y los patinetes, así como el marco regulatorio de la movilidad y el espacio urbano y su gestión apoyada en la tecnología.
La nueva señalización instalada la semana pasada en el Puente Viejo ha generado en los últimos días desconcierto y situaciones de peligro sobre el histórico paso. Ejecutaba el Consistorio lo acordado con el Ministerio para certificar las obras, lo que incluía reservar el tráfico sobre el puente a bicicletas, patinetes y buses. No obstante, las nuevas señales abrían la puerta al uso de la infraestructura por «vehículos autorizados». Por otra parte, el Ayuntamiento indicaba que, pese a la nueva señalización, no se aplicarán las restricciones al menos hasta el año próximo. Esta situación ha generado confusión entre muchos conductores que han comenzado a transitar el carril reservado a la circulación, en ambos sentidos, de bicis y patinetes y que cuenta con un peligroso cambio de rasante. «Vamos a preguntar si se ha dado orden a la Policía Local de no intervenir ante estas situaciones y qué va a pasar si ocurre un accidente», señalaba ayer el portavoz socialista, Ginés Ruiz. El Consistorio asegura que aplicará un plan de nueva señalización.
El Plan de Movilidad Sostenible (PMUS), aprobado a finales de 2013, apenas ha empezado a encontrar su desarrollo una década después. Se podría argumentar que la pandemia demoró aún más su puesta en marcha, pero lo cierto es que los fondos europeos impulsaron el desarrollo de la hoja de ruta que contempla el documento. Sin embargo, incluye este plan aspectos aún pendientes de cumplimiento, si bien no se opta por su modificación. El principal talón de Aquiles de su ejecución sigue siendo la creación de un sistema de transporte público que sea verdadera alternativa al vehículo privado. El PMUS apostaba por el tranvía como eje vertebrador con cuatro líneas más (El Carmen, El Palmar, Beniaján y Alcantarilla), pero ahora mismo sólo la primera parece un objetivo alcanzable y no a corto plazo.
En su defecto, el Consistorio apuesta por generar ejes estructurantes a través de las llamadas líneas BTR y de 'tranvibús', utilizando unos carriles reservados que han generado controversia. Precisamente, la mejora de este sistema de transporte público, aún pendiente, era la base para abordar sobre otro aspecto: el del aparcamiento.
Vaticinaba el PMUS que una mejora del transporte público habría eliminado en 2022 la necesidad de más plazas de estacionamiento en el centro, del que se pretendía sacar buena parte del tráfico privado, permaneciendo el de servicios y residentes. Por ello, aconsejaba la construcción de parkings disuasorios, pero no de subterráneos. El gobierno de Ballesta apuesta ahora por crear cuatro instalaciones más bajo tierra. No obstante, es cierto que sí se constataba un déficit de plazas para residentes en El Carmen, aunque aplazaba el desarrollo de un aparcamiento en la calle Floridablanca por lo controvertido del proyecto. También pedía el plan ampliar la ORA y controlar el uso ilegal para estacionar de las zonas de carga y descarga, algo que diez años después sigue sin abordarse. Sí se ha creado la red de carriles bici propuesta.
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