Adif sostiene que, si no corta la línea, se alargarán las obras y se desalojarán más viviendas

Es la primera vez que Adif comunica, a preguntas de esta Redacción, que realizará el corte ferroviario en dicha zona, el cual provocará este otoño la suspensión del servicio de Cercanías de la línea Murcia-Lorca-Águilas, probablemente durante tres años, el cual se sustituirá con autobuses. Asimismo, desviará por Orihuela los trenes de larga distancia con Madrid, ya que el corte afectará también a la línea Cartagena-Chinchilla.

El cambio de planes obedece a elementos técnicos que no se tuvieron en cuenta anteriormente, en el estudio informativo y en el proyecto. A lo cual se añade la celeridad para ejecutar los fondos Next Generation dentro de plazo.

Para justificar dichos cambios respecto del proyecto original, un portavoz de la sociedad estatal explica que la anterior solución técnica tenía que «conjugarse con la normativa y procedimientos necesarios para su ejecución junto a una línea ferroviaria en explotación». Añade que habría que realizar al menos tres modificaciones en el esquema ferroviario que necesitan la autorización de puesta en servicio por parte de la Agencia Estatal de Seguridad Ferroviaria. Indica que estos procedimientos producirían un aumento considerable del plazo de obra que incrementa notablemente las molestias para la población y para la explotación ferroviaria».

Considera, por un lado, que se verá «reducida de una manera considerable la calidad del servicio ferroviario en cuanto a reducción de frecuencias, probable aumento de las incidencias y supresiones ocasionales de servicios por necesidades de la obra. En cuanto a la explotación, indica que «se verá reducida al menos a la mitad la capacidad de la línea en esta zona, por lo que se debería ajustar a la baja el número de trenes en circulación, todo ello debido al reducido espacio del que se dispone para la ejecución de los desvíos ferroviarios, así como la reposición de los servicios afectados [electricidad, teléfono y sobre todo abastecimiento, saneamiento y riegos]».

Adif recalca que «la implantación de un corte ferroviario para la ejecución de esta obra se llevará a cabo debido a las dificultades de falta de espacio». Como consecuencia adicional, indicó que ha sido necesario tramitar 149 privaciones de derecho de uso de las propiedades, ya que el acceso y la habitabilidad de las viviendas y locales se considera incompatibles con el desarrollo de las futuras obras debido a su cercanía. «Sin un corte ferroviario habría que aumentar el número de privaciones de derecho de uso debido a las vibraciones y ruidos del tráfico de trenes, predominantemente durante el día, al tener que circular por desvíos provisionales mucho más próximos aún a las viviendas».

Sin esas nuevas privaciones, apunta Adif, dichas viviendas tendrían además que asumir por las noches «el ruido y las vibraciones de la maquinaria de construcción que predominantemente utilizarían ese horario, por la incompatibilidad física de su trabajo con un horario diurno continuado y compatible con la seguridad ferroviaria».

Adif señala que con la nueva propuesta se evita el problema de las cuatro pasarelas peatonales previstas en la zona, similares a la que se montó en Santiago el Mayor para garantizar la permeabilidad transversal peatonal, no así de los vehículos.

El consejero de Fomento, José Ramón Díez de Revenga, declaró ayer que el corte de la línea por parte de Adif «no tiene ninguna justificación técnica; es una decisión política, injusta y arbitraria». Calculó que provocará un aumento de más de 3.000 vehículos diarios en la autovía A7, lo que agravará los problemas de circulación. «Las obras de soterramiento se diseñaron, licitaron y contrataron para mantener el servicio ferroviario», agregó. «Perderemos además cualquier conexión directa con el centro de España». Ha solicitado una reunión a la ministra Raquel Sánchez, informa Julián Mollejo.