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Manuel Madrid
Jueves, 29 de diciembre 2016, 00:42
La declaración de urgencia permitirá intervenir en los próximos días en el monte Miravete y eliminar el peligro de desprendimiento de rocas de varias toneladas desplazadas con las últimas lluvias. Dieciséis viviendas tuvieron que ser precintadas, y los propietarios e inquilinos se encuentran desde entonces con familiares a la espera de que se adopte la solución definitiva que garantice que no hay peligro para volver a habitar sus hogares.
Según indicó a 'La Verdad' una portavoz de la Consejería de Agricultura, Agua y Medio Ambiente, hasta ahora se ha estado trabajando en la evaluación de los daños por diversos medios. La empresa Tragsa, especializada en trabajos de emergencia para las administraciones, incluso ha utilizado un dron de su propiedad para comprobar el estado del entorno y, sobre todo, de la piedra de mayor tamaño que se desencajó y quedó encallada en la pendiente. Los vecinos aseguran que pudo influir en este fenómeno un movimiento telúrico registrado en verano. ¿Qué pasos se darán ahora? Actuar en los próximos días sobre el bloque de mayor tamaño poniéndose los medios para su fragmentación y sujeción adecuados. Así debe evitarse su caída y conseguir que desaparezca la situación de emergencia. El plazo previsto de ejecución es de 10 días desde el inicio, según cálculos de técnicos de esta Consejería.
Por otro lado, se prolongará 200 metros la malla que ya se instaló en 2008 tras un episodio similar para proteger las 16 viviendas de la caída de otras piedras de entre 1.000 y 1.500 kilos.
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