Citas para noviembre de 2025 en Rehabilitación del Morales Meseguer: «Estoy harto de poner reclamaciones»

Se trata de una espera de dos años y 17 días, lo que refleja el atasco que sufre el servicio. LA VERDAD ya se hizo eco en 2022 de las largas demoras en Rehabilitación del Morales Meseguer, aunque en aquel momento los plazos iban por año y medio. La situación, por tanto, ha empeorado.

El Servicio Murciano de Salud (SMS) señala que se trata de una cita generada «automáticamente» por el sistema informático, «pero se podrá adelantar en función de las agendas». Este departamento achaca las demoras a «dos bajas de larga duración de dos facultativos», que no han podido cubrirse «fruto del déficit de médicos especialistas» en todo el país. «No hay médicos rehabilitadores en la bolsa de trabajo», señala Salud. Ante esta situación, se «da prioridad a los pacientes que requieren rehabilitación urgente, como los casos de ictus, fracturas de cadera o cirugía».

José Antonio ya pasó por Rehabilitación del Morales Meseguer este verano a raíz de la rotura del calcáneo, que se produjo en marzo fruto de una mala caída. En aquella ocasión la espera no superó los dos meses, aunque el paciente asegura que en buena medida se debió a que reclamó para agilizar los plazos. Ahora, tras una revisión, el traumatólogo ha decidido derivarle de nuevo para tratar de mejorar su situación con nuevas sesiones. Esta derivación no ha sido considerada urgente, pero aunque se trate de una consulta de prioridad 3, no debería demorarse más de 50 días, según el decreto de tiempos máximos del Gobierno regional. «Ese decreto se incumple sistemáticamente; estoy harto de poner reclamaciones», se queja José Antonio. La última, por los 117 días de espera para una cita con el reumatólogo precisamente tras la rotura del calcáneo.

A sus 39 años, este escaparatista de Molina de Segura al que le han dado la incapacidad permanente confiesa sentirse «desesperanzado» por su situación. Sus problemas comenzaron en 2015, cuando debutó una artritis reumatoide que le dejó tumbado. «No podía ni caminar, me afectaba incluso hasta la mandíbula». A partir de ahí se inició un rosario de «muchas citas» que con el tiempo se han ido reduciendo. Requirió apoyo psicológico, y ahí comprobó las carencias de la sanidad pública en este campo. «Tardas entre tres y cuatro meses en que te vea el psicólogo y, a partir de ahí, te ve cada tres meses. Con Psiquiatría ocurre lo mismo. En dos años, me han visto cuatro médicos diferentes», relata.

En marzo, tras una caída terminó en Urgencias del hospital de Molina. Le dijeron que sería un esguince, pero en junio una resonancia mostró que se trataba de una fractura en el hueso del talón. Ha pasado desde entonces por su reumatólogo, con una cita que consiguió adelantar mediante reclamación, y por Traumatología y Rehabilitación. Sigue sufriendo fuertes dolores. «Todo esto ha afectado a mis relaciones sociales y familiares, porque mi familia también sufre. Y aquí sigo, sin encontrar ninguna solución», se lamenta.