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El Ministerio para la Transición Ecológica ha ampliado el máximo legal de la concentración de boro permitida en las aguas que circulen o se almacenen ... en las infraestructuras del Postrasvase Tajo-Segura. Este elemento, que puede ser dañino para las plantas y el suelo a partir de determinados niveles y tiempo de exposición, procede principalmente de las desaladoras, y su valor admisible para el riego se ha incrementado de 0,3 a 0,4 miligramos por litro en las canalizaciones de Trasvase.
Unido a esto, no existe un conocimiento suficiente de los efectos del boro sobre los cultivos en condiciones reales, por lo que son necesarios más estudios y un programa de seguimiento, según los informes técnicos que encargó el Ministerio. Estos mismos estudios indican que en cualquier caso es «necesario» mezclar el agua desalada con otra de menos contenido en boro, como la del Trasvase, para diluir la concentración de boro. Como se sabe, el Ministerio, a través de la CHS y de la Dirección General del Agua, tiene previsto conectar las aguas de la desaladora de Torrevieja con los canales del Postrasvase, en Ojós y Librilla, a través de dos nuevas conducciones y sistemas de bombeo.
El Plan de Cuenca del Segura, aprobado en enero, incluye expresamente este cambio, motivado por un estudio específico que realizó el Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas (Cedex) sobre el límite impuesto al boro en las aguas del Postrasvase. La CHS había tenía establecido un máximo de 0,3 miligramos, sobre la base de que el elevado contenido de boro puede causar problemas en determinados cultivos, así como en los suelos.
El estudio del Cedex concluyó que ese límite resultaba «excesivamente estricto» y propuso aumentarlo a 0,4 miligramos por litro, un valor que también seguiría siendo «conservador» a tenor de las normas más exigentes examinadas también en Israel y California. A partir de ahí, la CHS adoptó el nuevo nivel, con el añadido de que los 0,4 se computará como una media semestral, sin que puedan superarse en ningún momento los 0,6.
Solo en estas nuevas condiciones se puede inyectar agua desalada en los canales del Trasvase para ser mezcladas con las del Tajo. Sobre esta base, el Cedex explicó que los límites que propuso se hicieron «con un escaso conocimiento en la materia» y para que tengan vigencia durante el ciclo de planificación 2022-2027. Destaca en este sentido que «sería muy recomendable asegurar la continuidad de los estudios llevados a cabo sobre los cultivos y terrenos del Campo de Cartagena».
El Cedex centró el estudio en la desaladora de Torrevieja, que tenía un límite de boro de 0,5 miligramos para las aguas producidas, las cuales se depositan en el embalse de La Pedrera para su posterior distribución. El Centro de Estudios y Experimentación indicó al respecto que en la estación más cálida, «este límite resulta difícil de conseguir por las instalaciones actuales, aunque el aporte medio sí tiene una concentración menor». Añadió que, en cualquier caso, y teniendo en cuenta los otros recursos hídricos del sistema, consideró «necesario mantener un aporte con otras aguas con menor contenido en boro», como la del Trasvase, «para asegurar que el canal se mantiene con una concentración por debajo de los niveles establecidos».
Sigue siendo difícil mantener de forma continua los niveles permitidos de boro, sobre todo en verano, que es cuando se suelen dilatar algunas membranas utilizadas en el sistema de ósmosis inversa, debido a la temperatura del agua. La Comisaría de Aguas de la CHS informó que en el anterior año hidrológico se había producido «un ligero incremento» de la concentración de boro en el embalse de La Pedrera, con valores por encima de los 0,4 miligramos por litro.
En lo que respeta al Campo de Cartagena, el Cedex recomendó hacer un seguimiento de los suelos para determinar el contenido de boro absorbido, ya que suele ser una zona que tiene en general una baja precipitación excepto en episodios de lluvias torrenciales, por lo que se hace más difícil el lavado del terreno con la lluvia.
Añadió el estudio que en situaciones normales de un mix de recursos (trasvase, desalación, pozos, cuenca y reutilización) no habría ningún peligro en lo relacionado con el boro; pero señaló que la realidad es otra porque los aportes de la desalación son mayores y que otras fuentes podría tener un contenido de boro que supera incluso al de las aguas desaladas.
La necesidad de mezclar el agua desalada con la del Trasvase refuerza la posición del Sindicato de Regantes en defensa de esta infraestructura y en contra del recorte programado. Lucas Jiménez indica que este incremento del tope máximo de boro, incluido en el plan de cuenca, no les preocupa en estos momentos. «Antes existía un indicador muy bajo, y el aumento de 0,3 a 0,4 miligramos no resulta muy relevante. Ninguna comunidad de regantes nos ha comunicado hasta ahora que haya tenido problemas, ya que es necesario mezclar estas aguas con las del Trasvase». No obstante, destaca que sí les interesa conocer los efectos que tendría el uso de aguas desaladas en el regadío con el paso de los años, para lo cual existe un estudio que lleva a cabo la Politécnica de Cartagena.
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