La CHS contrata los trabajos para mejorar los bombeos que eviten la entrada de nutrientes al Mar Menor

La Confederación Hidrográfica del Segura ha contratado los trabajos para optimizar e incrementar el bombeo en tres estaciones con el fin de reducir la entrada de nutrientes en el Mar Menor. El BOE publica este viernes el contrato suscrito con una empresa que se encargará de instalar nuevos grupos de bombeo verticales, caudalímetros y valvulería para la optimización hidráulica y energética de las estaciones de bombeo del Albujón, Los Narejos y El Mojón, con un presupuestos de 211.000 euros.

Esta actuación está incluida en el Marco de Actuaciones Prioritarias del Ministerio para la Transición Ecológica, con el propósito de retener parte de la carga de nutrientes que entran en el Mar Menor, principalmente a través de la rambla del Albujón. Dichos caudales son extraídos con sistemas de bombeo y se derivan hacia los canales del Postrasvase del Campo de Cartagena para diluir las concentraciones de nitratos y utilizar dichos volúmenes en el regadío, siempre que el nivel de salinidad sea tolerable para los cultivos.

La CHS recibió tres ofertas, y los trabajos han sido adjudicados a la empresa Eppa Ingeniería, S.L.

El esquema de flujos contaminantes del Miteco y la CHS, avanzado por LA VERDAD, revela que gran parte de nutrientes entra en el Mar Menor a través de la rambla del Albujón. En régimen ordinario, por este cauce desembocan 8,52 hectómetros cúbicos al año, que contienen 1.090 toneladas de nitratos y 0,68 toneladas de fosfatos. En los episodios de avenidas por lluvias torrenciales, el volumen evacuado es de 2,14 hectómetros, con 188 toneladas de nitratos y 4,1 de fosfatos debido a los arrastres.

El Albujón canaliza la escorrentía superficial de su cauce así como los afloramientos del subsuelo debido el elevado nivel freático de gran parte de la cuenca vertiente. Aporta más carga en régimen ordinario, mientras que las ramblas del norte y Miranda son más dañinas cuando hay avenidas.

El estudio del Ministerio, con datos del año pasado, destaca las entradas de agua dulce con elevadas concentraciones de nitratos y fosfatos, estos últimos por el arrastre de tierras de cultivo y lavado de suelos con altas concentraciones de fertilizantes orgánicos, y por el desborde de balsas de purines. Ha cuantificado en 26,52 hectómetros anuales la entrada a través de las avenidas, del régimen ordinario y de la infiltración de los acuíferos. Como resultado, dicho volumen de agua ha vertido en el Mar Menor con 3.580 toneladas de nitratos y 19,7 de fosfatos.

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