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Nicolas Van Den Heavel quería disfrutar del sol de España una vez más, abrazar a sus seis sobrinos, que viven en Villajoyosa (Alicante), y recordar los buenos momentos vividos en familia a lo largo de cuarenta años de vacaciones frente al Mediterráneo. El tiempo no le defraudó. Un sol espléndido estaba esperándole este lunes en la plaza de Belluga, después de un viaje de más de 2.000 kilómetros desde Rotterdam (Holanda) en ambulancia, acompañado por su mujer, Yvonne, y su hija Ramona. «Este es su último viaje a España. Mi padre está enfermo y quería reunirse aquí con su hermana y sus sobrinos por última vez», contaba, emocionada, Ramona. La Fundación Ambulancia del Deseo ha hecho posible este encuentro. «Salimos de Rotterdam el viernes a las siete de la mañana, dormimos en Francia y llegamos a Villajoyosa el sábado; día y medio de viaje», resumía Kees Veldboer, presidente y creador de la fundación. En Alicante y Murcia les esperaban los voluntarios de la delegación española de la Ambulancia del Deseo, un grupo de sanitarios del Servicio Murciano de Salud (SMS) que pusieron en marcha esta iniciativa en nuestro país en 2018.
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El domingo, Nico Van den Heavel pasó el día en familia, rodeado de los suyos. Este lunes tocaba excursión a Murcia, y la empezó en Belluga con un chocolate con churros. Después, visitó la Catedral acompañado de su mujer y su hija. Incorporado en su camilla, no se perdió detalle de la capilla de Junterones, ni del resto de tesoros artísticos del templo. Pese a sus cuarenta veranos en Alicante, Nico nunca había venido antes a Murcia. No contaba ya con ver la Catedral, ni con pasear por Trapería. Pero la vida, y los voluntarios de la Ambulancia del Deseo, le tenían reservada esta pequeña sorpresa.
«Ahora comeremos algo típico», contaba con una sonrisa y buen humor tras la visita cultural. Después, vuelta a Villajoyosa para seguir disfrutando de la familia. Hacía cuatro años que Nico, dedicado a la construcción de invernaderos en su país, no visitaba España por culpa de la enfermedad. Por fin ha podido cumplir su deseo. Al volante, desde Rotterdam, Kees Veldboer, que creó la Fundación Ambulancia del Deseo en 2007, después de treinta años trabajando como conductor en servicios de emergencias. «Veía cómo los pacientes morían sin poder cumplir sus deseos, y así surgió esta idea. En realidad, es muy fácil de hacer. Ves sus sonrisas, la energía que transmiten, y te das cuenta de lo importante que es», confesaba Kees este lunes en Murcia. La fundación está presente ya en 14 países, entre ellos España, a donde llegó de la mano del enfermero del 061 Manuel Pardo y el médico José Manuel Salas. Desde 2018, han ayudado a cumplir ya los deseos de unos 50 pacientes.
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