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YOLANDA SALMERÓN
CARTAGENA.
Miércoles, 15 de febrero 2023, 00:53
Los vecinos de la Cala del Pino, en La Manga, denuncian actos vandálicos y suciedad por los botellones desde hace un mes. Grupos de jóvenes se reúnen los fines de semana en esta playa, dejando al paso botellas de alcohol, colillas, preservativos usados y todo tipo de basura como testigo de las interminables noches de fiesta. Residentes en la zona aseguraron a LA VERDAD que han roto cristales y hasta prendido fuego a alguno de los pinos secos de esta singular cala de La Manga del Mar Menor.
Sandra Marco, residente en al zona, indicó que han destrozado «las farolas del entorno de la pinada». No tienen identificados a los jóvenes, aunque ven con preocupación cómo en cada nueva quedada hay más gente.
Al «insoportable» ruido de música y gritos que cada viernes y sábado impide descansar a los residentes, hay que sumar la basura. «Los vecinos nos encargamos de limpiar lo más gordo. Una mañana nos encontramos con una mesa de cristal rota y tuvimos que recoger todo para evitar el peligro de accidente en niños y mayores», dijo Juan Ionut, que tiene una hija menor.
A los vecinos les toca adecentar la playa urbana después de la fiesta porque la «Cala del Pino está bastante abandonada durante todo el año. La limpieza es escasa y no se hacen tratamientos al pinar», indicó Marco.
Para Ionut, que vive en la Cala del Pino desde hace tres años, «va a llegar el verano y nos come la mierda. Nos da vergüenza».
En cuanto al pinar que da nombre a esta cala, los residentes denuncian la «desidia y falta de mantenimiento» que ha secado más de una docena de árboles. La presión vecinal de las últimas semanas ha dado sus frutos y el Ayuntamiento ha actuado, e incluso prevé una repoblación que los propios residentes se habían planteado hacer por su cuenta.
Isabel Anclada, con vivienda próxima a la pinada, lamentó que «el entorno de esta playa está en declive. El Ayuntamiento reacciona a las quejas, pero todo se repite con el tiempo porque no hay constancia».
Desde el Ayuntamiento de Cartagena apuntaron a la afección de plagas, como la procesionaria, el barrenillo de los brotes de pino y organismos defoliadores, como posibles causas de la seca. Esta semana inició la retirada de treinta árboles secos.
El concejal de parques y jardines, Juan Pedro Torralba, anunció que «una vez retirados los tocones de los pinos secos y limpiado el terreno serán sustituidos con la plantación de pinos carrascos jóvenes». Finalmente, los técnicos harán «un tratamiento biológico contra la procesionaria».
Para el profesor Francisco Ruiz, que desde 2018 propone soluciones sostenibles para el Mar Menor, «el Ayuntamiento debería elaborar una declaración conjunta para proteger la cala y repoblar los pinos; garantizar su conservación y buen estado en el tiempo».
Mientras aguardan la repoblación, los vecinos insisten en la necesidad de más atención para mantener la Cala del Pino como un reclamo turístico.
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