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Las restricciones sanitarias impuestas por la Covid-19 han llevado a las universidades a prorrogar, hasta final de curso el modelo semipresencial de clases ... y exámenes. Y, aunque el regreso completo a las aulas estará condicionado al nivel de vacunación y a la evolución de la pandemia, las instituciones de enseñanza superior confían en recobrar la normalidad plena cuanto antes, dentro del ciclo 2021-2022. Mientras lidian con las dificultades del ahora, las seis universidades con presencia en Cartagena ponen la vista en ese futuro a corto plazo. Entre otros retos, se plantean cómo atraer al máximo número de estudiantes, docentes e investigadores y, en paralelo a otras instituciones y colectivos locales y regionales, meditan cómo pueden beneficiarse del potencial económico, social y cultural del municipio y cómo pueden contribuir a su desarrollo para lograr una 'ciudad universitaria' en todas las dimensiones posibles.
En este contexto, LA VERDAD pidió a distintos responsables de la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT), la Universidad Católica de Murcia (UCAM), la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), Isen y la Universidad Internacional Menéndez Pelayo que aportaran su visión y explicaran qué hacen, qué planean hacer y qué deberían hacer otras instancias para lograr nuevos avances.
Este diario también recabó las impresiones de otras entidades, como la Consejería de Universidades y organizaciones empresariales y sindicales, en un momento donde hay matriculados unos 10.000 estudiantes en grados (incluido el de Enfermería de la Universidad de Murcia), posgrados y másteres. En las respuestas, se repite como ideas-fuerza la excelencia en la enseñanza, la adaptación de las titulaciones a las necesidades del mercado, la financiación pública, la colaboración con las empresas, la internacionalización, la renovación del entorno urbano y la mejora de las conexiones por tren con Murcia, Lorca y las provincias cercanas.
En el ámbito de la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT) ofreció su parecer el cartagenero Eugenio Galdón. Eso sí, lo hizo «a título personal, no como presidente del Consejo Social de la UPCT». Argumentó que éste es «un órgano colegiado» que «no ha debatido» de forma especifica una cuestión que forma parte del debate local desde hace años: si se hace todo lo posible por incentivar que docentes, estudiantes, investigadores y personal de administración y servicios residan en Cartagena y qué medidas habría que adoptar para conseguirlo.
Galdón pone el acento en que la «libertad para elegir el lugar de residencia y para moverse dentro del territorio nacional es un derecho esencial en todas las democracias, y en España tiene rango constitucional». En todo caso, considera que «el conjunto de instituciones públicas que intervienen en la educación universitaria –las autoridades nacionales, autonómicas y municipales y la propia UPCT– han de poner los medios para que los integrantes de la comunidad universitaria que así lo decidan puedan vivir en nuestra incomparable Cartagena, como también han de facilitar que los que no residan en nuestro municipio puedan acceder a él».
Galdón destaca que, «en estrecha colaboración entre el Rectorado y el Consejo Social, la UPCT negoció un complejo acuerdo con la Asamblea Regional que permitió aún no hace dos años salvar del desalojo a los usuarios de la Residencia Universitaria Alberto Colao; y, mediante una asociación público-privada, movilizar recursos para promover la nueva residencia, con un significativo aumento de la capacidad que se podrá ofertar desde el próximo curso». Con ello, facilitará «que los estudiantes que así lo decidan puedan residir en el municipio de Cartagena».
El presidente de la Cámara de Comercio y del consorcio de la sede en Cartagena de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), MiguelMartínez, apuesta por «crear un verdadero ecosistema universitario en Cartagena», retomando «el proyecto Barrio de Emprendedores». Recuerda que la redacción de éste aunó a Cámara, UPCT, Ayuntamiento e Instituto de Fomento (Info) de la Comunidad Autónoma. Para dar «un nuevo impulso» a Cartagena, pide «implementar nuevas titulaciones, relacionadas con la digitalización de las empresas y de la economía, la industria 4.0, la ingeniería médica y alimentaria, la economía circular y la transición energética a energías renovables y estudios relacionados con el mar». También ve conveniente «incorporar nuevos espacios urbanos a la comunidad universitaria, primando la recuperación urbanística de la ciudad; la internacionalización; y la mejora de las conexiones ferroviarias, con un buen servicio de Cercanías con Murcia y Lorca».
«Desde la Confederación de Organizaciones Empresariales de Cartagena y Comarca estamos trabajando para generar un entorno de colaboración entre la Universidad y la empresa, porque ese es un incentivo para captar más estudiantes» para la UPCT y el resto de centros universitarios, afirma la presidenta de COEC, Ana Correa. Y explica que una prioridad es «fomentar las prácticas en las empresas de la comarca. «Ahora bien», advierte, «Cartagena debe ofrecer un entorno social, de comercio, hostelería y cultural lo suficientemente atractivo para que los estudiantes decidan vivir en la ciudad mientras realizan sus estudios». A su juicio, «es la misión y el trabajo coordinado de muchas instituciones contribuir a ello», las universidades deben «ofrecer, cada vez más, una formación de calidad y una investigación e innovación que generen prestigio académico». Ello, dice, contribuirá a «un incremento de matrículas de alumnos y a captar los mejores talentos». Y concluye: «Es un trabajo de todos lograr el resto.
Es miembro del Consejo Social de la UPCT a propuesta de UGT, si bien José Pérez Conesa prefiere comentar «a título personal» que esta universidad está realizando «una apuesta decidida por la excelencia» en los estudios», la «empleabilidad de los egresados» y por «la transferencia de los avances científicos a la sociedad». A su juicio, tener los campus en el casco urbano es un incentivo para que sus miembros residan en Cartagena, «respetando siempre la libertad de residencia». Su visión es «claramente negativa» respecto a la Comunidad Autónoma y el Ayuntamiento, «ya que más bien ponen trabas a esa apuesta de tener una universidad urbana, que pueda servir de atracción para tener una residencia próxima al lugar de trabajo». Critica, en particular, «el enorme deterioro del barrio universitario, por la ocupación de edificios, la basura en calles y solares, la falta de iluminación y la inseguridad son un claro ejemplo de esa falta apoyo».
Asimismo, Galdón indica que «en colaboración estrecha con las autoridades nacionales y regionales», la UPCT «negocia regularmente y procura persuadir a Renfe y a otras empresas de transporte para que aumenten las frecuencias, mejoren la calidad y se moderen los costes».
En cualquier caso, Eugenio Galdón subraya que la UPCT recibe más del 75% de sus recursos financieros de la Comunidad Autónoma y que es una de las cuatro politécnicas españolas. En este contexto, defiende, «o la UPCT tiene la mirada puesta en el mundo global o, como entidad exclusivamente cartagenera, defraudará a sus estudiantes y no tendrá futuro alguno», al no lograr atraer a «los mejores profesores, a alumnos talentosos y a las mejores empresas, que financien la investigación, sean de donde sean y residan en la Muralla, en Orihuela, en Murcia o en Edimburgo».
En el Centro Asociado de la UNED en Cartagena, su directora, María Luisa Martínez, defiende que «desde su creación, ha realizado una contribución muy importante al desarrollo social y particularmente en el ámbito provincial». «Pero no solo con su oferta formativa, sino también con la participación activa de la promoción de la cultura y el deporte, añadiendo la extensión universitaria, que proporciona a nuestros estudiantes universitarios una formación complementaria», expone.
Para el futuro, Martínez ve «muy importante que el entorno laboral de Cartagena considere el papel fundamental de la universidad en la sociedad del conocimiento, con una formación de calidad y en sintonía con la demanda social». Y explica que la UNED «se implica en la empleabilidad de los egresados» y juzga «muy necesaria la implicación de todos los sectores para conseguir estos objetivos, ofertando prácticas en empresas de calidad».
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En Isen, centro adscrito a la Universidad de Murcia, creen que «el tejido económico empresarial y las administraciones públicas locales y las de la Región tienen que identificar a la universidad como un nicho de actividad con capacidad para apoyar y dar estabilidad al crecimiento económico de la ciudad». Así lo indica su director general, Luis Cruz, quien añade que «como quiera que la universidad por excelencia de Cartagena es la Politécnica, ellos en primer término deben afanarse en hacer que sus facultades y escuelas adquieran buena reputación en los rankings universitarios y en todo el sector de la educación superior, reto que también implica al resto de centros universitarios: Isen, UNED, Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) y UCAM.
Cruz apunta también que «la internacionalización es quizá uno de los objetivos más relevantes, como lo son las dotaciones y equipamientos, tales como residencias universitarias, buenas bibliotecas, editoriales e» incubadoras de empresas». Por último, anota que «la ciudad debe dotarse de locales y espacios para jóvenes, donde disfrutar de música en directo y espacios para la tertulia», como un atractivo adicional a la hora de «venderse en el extranjero para «atraer a buenos estudiantes de todas las latitudes».
La Consejería de Universidades, que dirige Miguel Motas, subraya que «Cartagena concentra el mayor número de campus y de oferta universitaria de la Región, teniendo en cuenta su población». Y dice que el Gobierno regional (de PP y Cs) «apoya, coordina e intenta mejorar cada día» esta realidad. «El abanico de posibilidades universitarias es realmente amplio y variado», resumen.
Y señalan que, al confluir entidades públicas y privadas, la oferta va desde las «tecnológicas de la UPCT» a las que imparte a distancia la UNED, «que ha aumentado el número de estudiantes este año», pasando por las de «el campus de la UCAM, especializado Ciencias de la Salud».
Para promover el peso universitario en Cartagena, la Consejería cita varias actuaciones. La primera, el que ha «luchado por mantener abierta la sede de la UIMP y por hacerla crecer, incorporándonos al consorcio, para lo que hemos negociado directamente con el Ministerio de Universidades y hay un compromiso de financiación anual». En segundo lugar, «a la Escuela de Enfermería se le ha organizado el espacio de las aulas en el antiguo cuartel de Antiguones y se trabaja en mejorar sus condiciones». Además, Universidades «da apoyo a la implantación de nuevos títulos en la UPCT, la UMU y la UCAM e incrementará la financiación de la UNED, «para la remodelación de un laboratorio de Química y cumplir las exigencias de los protocolos Covid».
Recordaron también el respaldo a la Politécnica en «proyectos estratégicos como el Consorcio Europeo de Universidades Tecnológicas y la Universidad Dual y las nuevas instalaciones de la Escuela de Arquitectura». A esto último destinará 2 millones de euros en 2021 y 2022; y este año la financiación global sube un 3%.
En el caso de la UIMP, el presidente de su consorcio local, Miguel Martínez, y la alcaldesa, Ana Belén Castejón, acaban de acordar que el Ayuntamiento aporte financiación (en una cantidad por definir) para garantizar la «viabilidad» en el municipio.
«Lo más importante para la UPCT es que el Gobierno regional garantice su futuro, contemplando en los presupuestos de 2021 y para los próximos años una financiación que permita su crecimiento y la funciones investigadora y de dinamización económica y cultural», defiende la diputada regional del PSOE Carmina Fernández.
«No nos basta con lo anunciado, que contempla exclusivamente el mantenimiento legal de los gastos de personal», afirma. Y cree que «atraer a Cartagena a la comunidad universitaria debe ser una prioridad para el equipo de gobierno del Ayuntamiento, que no ha tomado las decisiones necesarias para integrarla en la vida ciudadana y debería conectar todos los recursos de Cartagena con las universidades». Denuncia «la degradación del entorno de las universidades» y reclama a ambas administraciones «conectar a la Universidad con las empresas», como motor de transformación y crecimiento» local y regional.
Este periódico solicitó también información y valoraciones al equipo de gobierno municipal y a la UCAM, pero no respondieron.
El equipo de dirección de la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT), que dirige la rectora Beatriz Miguel, tiene puestas sus esperanzas de atracción de estudiantes, docentes e investigadores en la internacionalización y, de manera especial, en los programas de intercambio de la Universidad Tecnológica Europea (EUt+). Se trata del consorcio de ocho universidades europeas en el que participa la UPCT junto a universidades de Francia, Alemania, Bulgaria, Chipre, Irlanda, Letonia y Rumanía.
El vicerrector de Profesorado y Promoción Institucional de la Politécnica, Luis Javier, Lozano, subraya que este proyecto «pondrá a Cartagena en el mapa» de las universidades con mayor proyección en el ámbito de la ciencia y la tecnología, gracias a su especialización en las ingenierías.
Y añade que la llegada de personas de todo el continente a partir de finales de año, para realizar estancias, será un salto «decisivo» para la dimensión universitaria de la ciudad. Según las cifras de la UPCT, en Cartagena ya «reside entre el 75% y el 80%» de sus miembros.
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