La Roma de María Zambrano

Sara Martínez Navarro, la flamante ganadora del XLI Premio Carmen Conde de Poesía de Mujeres, convocado por Ediciones Torremozas, se ganó al publico el pasado martes en la presentación de su poemario 'Léxico Romano', en un acto que se celebró en Centro Cultural Ramón Alonso Luzzy y en el que estuvo acompañada por familiares, amigos, y un público aficionado a la lectura.

La joven, que ha estudiado Filología Clásica y Filosofía, y ahora ejerce como profesora de latín y griego en Mojacar, estuvo acompañada por la presentadora Desirée Beltrán, directora de la libreta Mandarache. Ella dijo sentirse «orgullosa por la maravillosa oportunidad que me ha dado Sara de conocer su voz inteligente». Explicó, entre otras cuestiones, que el libro es un poemario emocional y filosófico escrito por alguien que teje versos, explorando en su interior y buscando el sentido y la verdad de las cosas.

'Léxico romano' es ante todo una reflexión sobre el deseo de permanecer, nacido de la inquietud de la poeta por la vida de la escritora María Zambrano. Los textos, se desarrollan desde la Piazza del Popolo a la Via Appia, dando lugar a un poemario que recorre las calles de aquella Roma que sirvió de patria a Zambrano durante parte de su exilio.

Sara Martínez explicó que Zambrano, de la que se documentó a la perfección, vivió en la ciudad eterna una etapa muy especial de sus 45 años de exilio por distintos destinos como Francia, México y Nueva York. María Zambrano escribió a Ramón Gaya describiendo a Roma «como algo que se parece a la vida».

La protagonista, que ha publicado cinco poemarios, explicó que en el libro ha incluido una foto de una estatua que hay en la Vía Apia de Roma que tiene un especial significado ya que Zambrano, dijo, se enamoró de esa obra de arte e iba con su hermana con frecuencia a visitarla. «Esta imagen representaba para la escritora la permanencia, algo que ella, tras su largo exilio, no había logrado».

A la cita no faltaron familiares como sus padres, Ginés Martínez y Teresa Navarro, y su hermana Maite Martínez. Ellos explicaron que, desde niña, era una persona muy inteligente y estudiosa que le gustaba la literatura. También acudieron amigos como Elena Vidal, Eusebio García, Eusebio García Navarro, Ginés García, Lucía Martínez, Santa Agüera, Rubén Ponce, Cari Bolea, Diego Bruno y María Sáez, esta última una de sus compañeras de clase quien la calificó como «la mejor alumna de todo el colegio».

Muchos asistentes felicitaban a la autora, a la que describieron como «una persona con mucha voluntad y con una gran capacidad de conseguir todo aquello que se propone». Flori Martínez se mostraba «encantada de que se apoye desde el Ayuntamiento a una persona que ha ganado un premio de esta categoría». Gabriel Navarro calificó la poesía de Sara como de «reflexiva y sensible», mientras que Concha Cervantes y Ana Pastor comentaban la presentación «que ha resultado brillante y que nos ha dejado una poesía muy sugerente».

Al finalizar el acto, Sara Martínez dio lectura a una serie de poemas, que entonó con una declamación perfecta. Textos muy bellos que hacían referencia a fragmentos de la vida de María Zambrano en una ciudad que le marcó para siempre y en la que vivió experiencias extraordinarias que ella nunca se esperaba, como aquellas noches en las tabernas del Trastévere acompañada del poeta madrileño Jaime Gil de Biedma.