Recogen 9.000 firmas para que La Algameca Chica, en Cartagena, sea declarada Bien de Interés Cultural

La asociación de vecinos de La Algameca Chica anunció este lunes que ya ha recogido 9.000 firmas para solicitar que la Comunidad Autónoma declare el poblado Bien de Interés Cultural (BIC). La principal motivación que les ha llevado a emprender esta iniciativa es que exista una figura de protección que impida que se vean obligados a derribar sus casas. «Necesitamos una figura jurídica de protección adecuada para el mantenimiento, la conservación y la puesta en valor del poblado, y esa figura es la de Bien de Interés Cultural», manifestó el presidente del colectivo, José Manuel de Haro.

El responsable vecinal avanzó que «llevamos ya 9.000 firmas, pero nuestro objetivo es llegar hasta las 20.000 para que las administraciones se tomen nuestras reclamaciones en serio». Quieren que se reconozca la singularidad de este emblemático asentamiento de la costa cartagenera. Por eso, de Haro anima a todos los cartageneros a firmar en esta petición que «continúa a disposición de todo el mundo los fines de semana en horario de diez de la mañana a ocho de la tarde».

Jose Manuel de Haro explicó que «aunque las primeras barracas como tales datan de 1881, existe documentación que acredita que ya había un poblado aquí antes». De hecho, en su comunicado, el colectivo recuerda que La Algameca Chica data del año 1778, tal y como aparece documentado en el libro 'Los inicios del poblamiento contemporáneo en el paraje de la Algameca Chica de Cartagena', escrito hace una década por el historiador José Ibarra.

En la actualidad, este asentamiento está compuesto por 120 viviendas adaptadas a la orografía del terreno. No disponen de agua corriente y la luz la proporcionan las placas solares que les sirven incluso para iluminar las calles, pero aseguran que «la sensación no es, ni mucho menos, de exclusión ni de pobreza. El modo de vida se asemeja a una red familiar en la que todos se encuentran en plena y armoniosa comunidad». Para todos ellos, «La Algameca Chica atesora un gran valor etnográfico, tradicional y recoge un gran legado histórico».

El poblado es visitado a diario por numerosas personas, ya sea para hacer senderismo o para contemplar la inusual estampa que ofrece a los visitantes. «Nos dicen que venir a La Algameca Chica es como viajar cien años atrás en el tiempo, con casas de madera suspendidas sobre el mar, la mayoría pintadas de colores y muchas con su barquito amarrado en la puerta. Por eso desde hace años nos llaman 'La pequeña Shanghái'».

Tal y como aseguraron los residentes, «no es un poblado chabolista sino que está compuesto por barracas. Hay una pista de fútbol y se realizan multitud de actividades y visitas culturales. Entre ellas, se trabaja con los alumnos de colegios para enseñarles las costumbres del lugar, como se vivía hace 200 años y el vínculo del mar con el monte».

De Haro recordaba este lunes que, en los acuerdos alcanzados en la mesa de trabajo de La Algameca Chica en el año 2016, «se pactó dejar el poblado de La Algameca tal y como se encontraba en aquellos momentos. Como si fuera una burbuja».

Precisamente para garantizar la preservación de las construcciones que ya existían y evitar que se hicieran más barracas, «se modificaron los estatutos para que no se pudiera hacer ni obra nueva ni ampliaciones de las barracas que ya teníamos y que, en caso de que alguien lo hiciese, tendríamos que denunciar desde la propia asociación de vecinos», declaró el presidente.

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