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La falta de aparcamiento, el corte de varias calles y el denso tráfico de mediodía provocado por el montaje del recinto del festival Rock Imperium en la Cuesta del Batel y en el Campus de la Muralla del Mar de la Universidad Politécnica, está provocando quejas entre los conductores y vecinos, sobre todo, del casco antiguo. Denuncian falta de previsión y exigen medidas para paliar el perjuicio, como más presencia de agentes de la Policía Local en las zonas más conflictivas y autobuses lanzadera entre el estacionamiento disuasorio habilitado en el centro comercial La Rambla y el centro.
«Normalmente aparco junto al antiguo Hospital de Marina para ir a trabajar al casco antiguo, pero ahora lo tengo que hacer en las calles del barrio de Santa Lucía y andar más de veinte minutos para llegar. Si pago un parking o la ORA no me sale rentable venir a trabajar», se quejó Mariano Hernández, de Pozo Estrecho. Él es uno de los muchos vecinos que se ven en la obligación de estacionar en el barrio de pescadores ante la ausencia de un aparcamiento disuasorio más cercano. Es de los que opina que al igual que habrá autobuses desde el Eroski los días de los conciertos, el Ayuntamiento debería haber ampliado ese servicio los días previos, «para facilitarnos la vida», indicó.
Del viernes al domingo, desde el centro comercial habrá un bus lanzadera de ida y vuelta al recinto del festival cada 20 minutos hasta las 2.30 horas de la madrugada. Costará un euro por trayecto y se pagará al subir al vehículo. La parada estará junto al recinto, en la plaza Puertas de San José.
Otros, como Adela Martínez, una vecina de Los Alcázares que trabaja de abogada, opta por dejar su coche en las calles del barrio universitario, donde estos días hay vehículos por todos sitios. «Sé que está prohibido y que me juego una multa, pero la otra opción es dejarlo mucho más lejos y con los tacones me es imposible andar tanto», detalló a LA VERDAD. La acumulación de turismos en este barrio enfada a los vecinos, que ya han solicitado en varias ocasiones al Ayuntamiento acabar con esta situación a golpe de multas.
En la plaza Puertas de San José es donde más problemas de tráfico hay, sobre todo a mediodía. Muchos conductores desconocen que los carriles de subida y de bajada de la Cuesta del Batel están cerrados y se ven obligados a tomar la dirección hacia el Paseo Delicias para llegar hasta el puerto. Los estudiantes de la UPCT que estos días hacen sus exámenes también salen perjudicados. «Ahora me toca venir andando o en autobús. Hacerlo en coche es impensable», admitió Lorencio Escudero, alumno de Telecomunicación.
Precisamente, trabajadores de la Politécnica mostraron a la institución docente sus quejas por las dificultades para entrar al campus y porque no fueron habilitadas vías de evacuación.
La alcaldesa, Noelia Arroyo, aprovechó la junta local de seguridad celebrada ayer en el Palacio Consistorial para «pedir disculpas» a todos los afectados por este corte, a los vecinos de la zona y, muy en especial a los profesores, trabajadores y estudiantes de la Universidad Politécnica». Y añadió: «Agradezco su comprensión y colaboración y confío en que todos entiendan la relevancia que para Cartagena tiene un evento de este nivel, que llena hoteles y bares y proyecta el nombre de Cartagena por todo el mundo».
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