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Sandra grabando uno de sus vídeos para tienda online en su tienda, La Boutique de Sandra, en calle del Carmen, Cartagena. Jose Villalgordo / AGM
Pequeñas tiendas cartageneras que arrasan en internet

Pequeñas tiendas cartageneras que arrasan en internet

Los propietarios de tres locales cuentan cómo venden ya a través de la web más ropa que en sus establecimientos, donde graban vídeos que suben a las redes sociales

JUANA MARTÍNEZ

Lunes, 15 de agosto 2022, 08:01

Sandra García, Karim El Hamri y Marta Bardeau preparan paquetes desde sus tiendas de Cartagena para todo el país. Los tres compaginan la venta por internet con la atención presencial. Para Karim, de 'Didada', representa un complemento a sus ventas en tienda; Sandra, de 'La Boutique de Sandra', recibe más compras 'online' que en su local; y para Marta, de 'La mar de lunares', la Red supone ya el 80% de su facturación.

Sandra y Marta promocionan sus productos en las redes sociales y las ventas las realizan mediante su página web, mientras que Karim trabaja mediante WhatsApp. El confinamiento fue un punto de inflexión a la hora de afrontar nuevas modalidades de negocio por internet para Marta y Karim. 'La mar de lunares' ya vendía por redes sociales y decidió abrir su propia página web. A 'Didada' le llegó poco tiempo después de su inauguración.

«Empezamos los directos en la pandemia. Solo llevábamos abiertos una semana y ya tuvimos que reinventarnos. Entendimos que las redes sociales y crear una imagen de marca eran importantes», explicó Karim, cuyo local está en la calle San Fernando, en el centro de Cartagena.

«Al inicio del confinamiento me veían las historias de 'Insta' (Instagram) 120 personas. Cuando terminó, dos mil, y a día de hoy diez mil», comentó Marta sobre su evolución. Sandra comenzó a hacer vídeos probándose la ropa cuando abrió la tienda en 2019. Fue una de las pioneras de esta nueva forma de venta en Cartagena.

Experiencia en los mercadillos

Durante la visita de LA VERDAD, Karim enseña en la pantalla un vestido estilo boho en varios colores. Está en directo tanto en Facebook como en Instagram. En sus casas, más de trescientas personas permanecen atentas a las novedades que enseña durante hora y media cada martes por la noche. En ese tiempo, el comerciante muestra una a una las novedades de la semana mientras su mujer, Marina Cobacho, controla los dos teléfonos que utilizan para las conexiones.

Los espectadores hacen una capturas de pantalla de las prendas que les gustan y las envían al WhatsApp de la tienda, para comprarlas. Por el aluvión de pedidos, el mes pasado añadieron otro número de teléfono. Ahora funcionan con uno para la gente de Cartagena y otro para los envíos al resto de España. La pasión y naturalidad, que le han llevado a conseguir diez mil seguidores, le viene en la sangre. «Me he criado en el mercadillo, mi madre tenía un puesto. Llevo vendiendo ropa de mujer toda la vida», detalló El Hamri. «Lo que vendo por veinte euros en los mercadillos de Ibiza, está por más de cincuenta», remarcó. «Con una pizca de presencia y originalidad en las redes cualquier producto es vendible», razonó sobre el éxito de los nuevos métodos de venta 'online'.

El 80% de los ingresos

«El precio está muy bien para la buena calidad que tiene. Y el trato con el público es muy cercano», explicó María José Martínez una de sus clientas en la tienda que acudió a recoger un pedido. Los precios, muy asequibles, son otra de sus bazas para lograr más ventas. «Cuando Anabel Pantoja (conocida 'influencer') nombró la tienda en 'Sálvame' (el programa televisión), vendí 250 vestidos en dos días», relató Marta Bardeau, dueña de 'La mar de lunares'. Esta tienda, unbicada en la calle Mayor de Los Belones, ha convertido a la sobrina de Isabel Pantoja en embajadora de su marca. Vestida con su ropa ha protagonizado portadas de revista, posados en Instagram e incluso ha hecho referencia ella en horario de máxima audiencia. Otras famosas anuncian la ropa de Marta. Con este trampolín, en la actualidad las ventas digitales suponen el 80% de su negocio.

«Cuando empecé hace años solo representaban un 40% y las hacía por Facebook y WhatsApp, no tenía ni web. Ahora la tienda funciona más como un almacén y todos mis esfuerzos se centran en las redes sociales. No me planteo cerrarla, pero me tomo más libertades con los horarios. El modelo de negocio ha cambiado y me estoy adaptando al nuevo mundo digital. A día de hoy, hasta mis clientas de siempre compran 'online', aunque vengan a la tienda a recoger el pedido», detalló la propietaria. «Las sirenas de mi coure», como llama a sus seguidoras, forman una comunidad de casi cien mil personas «con mucho flow y todo el power». En Instagram, con más de 56.000 mil seguidores, ejerce de referente y promociona productos de otras marcas. Para simultanear ambas actividades decidió abrir otro perfil, con contenido exclusivo de la tienda.

Sandra García 'La Boutique de Sandra'

Sandra García 'La Boutique de Sandra'

La tienda física está en la calle del Carmen. Promociona sus productos con vídeos en las redes sociales. Fue de las primeras en usar esta técnica de venta. Vende mediante página web y un número de WhatsApp. Foto: José villalgordo / agm

Karim El Hamri'Didada'

Karim El Hamri'Didada'

Desde su tienda de la calle San Fernando envía a toda España. Ha alcanzado los 10.000 seguidores, a base de directos donde muestra la ropa. Foto: José Villalgordo / agm

Marta Bardeau, 'La mar de lunares'

Marta Bardeau, 'La mar de lunares'

Esta tienda de Los Belones es un referente en internet. Su dueña impartió un curso de nuevas técnicas de venta 'online' con la Concejalía de Cultura. En su perfil, Bardeau promociona tanto su tienda que se ha destacado como 'influencer' de moda. Foto: J. V. / agm

Faceta de modelo

'La boutique de Sandra', cuya tienda está en la muy céntrica y comercial calle del Carmen, en Cartagena, acumula más de 37.000 'Me gusta' en Facebook. Cuenta con una legión de internautas que le agotan cada modelo estrella en pocas horas. «¡Menuda guapada máxima, chicas! Estáis arrasando con ella. Quedan pocas unidades. Sed rápidas», las anima comprar en un vídeo subido por la noche a Facebook e Instagram.

Por la mañana había compartido una historia con la prenda y horas después, casi había vendido ya todas las unidades. Su público le reclama que se pruebe lo que vende. Es una de las claves de su éxito. Ella es la mejor modelo de sus productos. Si no lo hace, no tardan en llegarle decenas de mensajes privados pidiéndoselo.

«Aquí, había tiendas muy fuertes y a mí no me respaldaba ninguna marca, así que empecé a hacer estos vídeos para que la gente me conociera. Gestionabamos los pedidos por WhatsApp, hasta que fueron tantos que tuvimos que abrir una página web», señaló. No imaginó el éxito actual: «Lo que empezó como una forma de darnos a conocer en Cartagena ha terminado con la expansión del negocio a toda España».

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