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Seis meses tiene la empresa Ingeniería y Construcciones Murcianas 2007 para llevar a buen puerto la remodelación integral del parque Sauces. El cumplimiento exhaustivo del plazo de obras, una vez cerrado en estos días el contrato, forma parte de los planes del Ayuntamiento para sacar adelante obras públicas y modernización de servicios sin retrasos, que se han convertido en habituales en los últimos tiempos.
Tres años se cumplirán la próxima primavera desde el primer intento de reformar esa zona de esparcimiento situada en la avenida Reina Victoria. Era una de las más utilizadas por los ciudadanos del Ensanche, para llevar a jugar a los niños, dar una vuelta con el perro o simplemente sentarse a tomar el aire. Restos de árboles talados, bordillos desportillados, bancos estropeados y una vegetación asilvestrada dan muestra de su actual abandono. El conjunto está rodeado por una valla provisional que se ha venido abajo en varios tramos. Dentro hay habitualmente vecinos de la zona que siguen dando paseos por ella, pese a su deficiente estado.
De la primera remodelación fallida queda un cuarto en forma de seta. Aquella obra fue abandonada por la empresa adjudicataria porque se detectó un defecto en el pavimento que pretendía instalar y tampoco hubo acuerdo sobre la instalación de una fuente. El cambio del proyecto, con el correspondiente encarecimiento, no salió adelante. Y hubo que volver a sacarlo todo a contratación.
El nuevo parque Sauces no tendrá nada que ver con el anterior. El nuevo proyecto contempla elementos inspirados en la Prehistoria, entre ellos la figura de un animal de aquella época.
El parque incluirá una plataforma con aparatos para el ejercicio físico. Habrá una fuente en cascada, que nacerá de un pequeño montículo rodeado de árboles. Asimismo tendrá una zona de recreo y un quiosco con mesas para merendar. La iluminación la colocación de bancos y papeleras completarán el conjunto.
Eso es lo que figura en el proyecto al que 14 empresas presentaron ofertas. La más ventajosa incurría en baja temeraria y la siguiente mercantil se retiró. La tercera es Ingeniería y Construcciones Murcianas 2007, de la que el Ayuntamiento espera que cumpla el plazo de obras. Si no, se expone a una sanción por incumplimiento, tal y como estipula la legislación.
Apretarle a las constructoras, en los plazos de ejecución, es solo que una de las estrategias que el Ayuntamiento quiere poner en marcha hasta final de legislatura. Otra tiene que ver con un momento previo del proceso, cuando la obra llega a contratación.
En el Ayuntamiento preocupa la cantidad de ofertas presentadas con presupuestos que están muy por debajo de los de licitación. Descartarlas exige actualmente el empleo de un tiempo en emitir juicios de valor basados en criterios subjetivos que la concejal delegada, María Amoraga, no quiere perder. Ahí empiezan los retrasos que han supuesto que las obras cuya ejecución quedó fijada en un presupuesto, empiecen tarde por cuestiones económicas y no dé tiempo a acabarlas en el año correspondiente.
«Trabajamos en la implantación de más criterios de valoración automática para evitar las subjetivas siempre que sea posible. Se trata de ajustar el apartado económico, mediante consultas previas de cómo está el mercado», subrayó Amoraga. También sumarle variables medioambientales como que la empresa utilice vehículos y maquinaria con el sello 'eco', entre otras que puedan ser valoradas fácil y rápidamente. Así, podrán ser descartadas con celeridad las propuestas que no cumplan, pasar a la que lo hace y reducir la posibilidad de que alguien recurra y retrase los trabajos.
Al concurso para construir el cuartel de la Policía Local de Pozo Estrecho se presentaron dos empresas con ofertas temerarias, de las 14 totales. Al de instalación del alumbrado en el paseo marítimo de Punta Brava las que plantearon el mismo problema fueron tres.
Un caso curioso es el de la remodelación para hacer museo la casa natal de Isaac Peral, situada en la calle Zorrilla. La mercantil que presentó la oferta más barata era la misma que había dejado sin acabar la remodelación del Molino de las Piedras, en Los Mateos, a la que le ha faltado el techo hasta que hace muy poco le fue colocado, merced a otro contrato. El problema fue resuelto, al recurrir a la siguiente propuesta más económica y el Ayuntamiento espera empezar la restauración muy pronto. De hecho, la imprenta que está enfrente y que tenía autorización para utilizarla como almacén ya la ha desalojado.
Las ofertas temerarias no solo se dan en el caso de las obras públicas, sino también en el de los contratos de servicios. Así ha ocurrido recientemente con el de exposiciones en salas municipales, solo por poner un ejemplo. La próxima contratación de alguno tan oneroso e importante como el de mantenimiento de zonas verdes también da motivo para atajar este tipo de ofertas.
euros es el presupuesto de adjudicación de las obras y cumple con las exigencias legales en lo referente a las bajas temerarias (no más de un 25% de rebaja), incluidas la justificación del precio de los materiales.
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