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Los resultados de un estudio médico sobre la contaminación por metales pesados ha aumentado la preocupación de los vecinos de Llano del Beal y su entorno. El reciente envío de cartas oficiales del Servicio Murciano de Salud a afectados por nivel de plomo en concentraciones superiores a los valores de referencia, es decir a 5 microgramos por decilitro de sangre en adultos y 2 en niños y embarazadas, ha extendido la inquietud por el alcance de este problema de salud pública. La Comunidad Autónoma asegura que solo ha detectado siete casos, entre los 174 vecinos que se sometieron de forma voluntaria a un chequeo en el centro de salud del Llano. Los pacientes tienen un seguimiento por parte del médico de cabecera o del pediatra, quienes además les dan consejos de alimentación y de hábitos.
La Consejería de Sanidad hace hincapié en que para conocer «el porcentaje real de afectación en la población» y los niveles exactos de exposición a metales pesados, lo que incluye también el cadmio y el arsénico, no basta con las muestras de sangre y orina de estos exámenes. Hay que esperar al balance del estudio epidemiológico de 184 parejas de niños y madres de Llano del Beal y Estrecho de San Ginés, en el municipio de Cartagena, y de Portmán y La Unión, en este último municipio.
En la Consejería recordaron que «en Llano del Beal se ofreció a la población que lo deseara hacerse un análisis de sangre y orina, para conocer sus niveles de plomo. Se trata de exámenes que se hicieron hace más de un año. En total, fueron 174 usuarios quienes lo solicitaron, de los que siete, en concreto cuatro adultos y tres menores, arrojaron valores por encima de 5 [microgramos por decilitro]». Su médico se puso en contacto con ellos para seguimiento y ofrecerles consejos de alimentación y hábitos», explicó ayer a 'La Verdad' una portavoz de la Consejería.
La Comunidad recordó que «estos análisis no forman parte del estudio epidemiológico, que va a ser el que determine conforme a la metodología que impone un estudio científico de estas características cuál es el porcentaje real de afectación en la población objeto de estudio». El material (una muestra de sangre y orina y mediciones de talla y peso) fue remitido al Instituto de Toxicología de la Defensa, para su análisis por especialistas del Ministerio en el Hospital Gómez Ulla de Madrid.
Entre los motivos de inquietud vecinal está el que, en las comunicaciones remitidas por el Hospital de La Arrixaca, se incluye el «consejo de que el resto de familiares del hogar se realicen la prueba del plomo, sobre todo los más jóvenes».
La Unidad de Salud Medioambiental Pediátrica del hospital de referencia -del Servicio de Pediatría- indica por escrito que «de forma global, la intoxicación por plomo suele se subclínica y, con frecuencia, pasa inadvertida al examen físico». Añade que «las embarazadas y los niños son los grupos más vulnerables a la exposición al plomo»; y que, «aunque puede variar globalmente, la exposición a través de los suelos contaminados o los residuos industriales/mineros puede llegar a ser una fuente relevante de exposición a la infancia de algunas comunidades».
La carta añade que «en los niños no existe un nivel de plomo conocido sin efecto», y que por lo tanto «se considera cautelarmente» la cifra de menos de 5 microgramos por decilitros, si bien «en países desarrollados la media geométrica de los niños es menor de 2». La Arrixaca señala, también que, «de forma cautelar», los resultados de laboratorio de niños y embarazadas con niveles inferiores a 3,5 microgramos por decilitro serán revisados «de forma personal» en este hospital de referencia autonómica.
En la Consejería, no obstante, indicaron ayer que «las cifras de la Organización Mundial de la Salud, de las Asociaciones Internacionales de Pediatría y de los centros Internacionales de Enfermedades hablan de diferentes niveles considerados normales y de diferentes actuaciones a llevar a cabo según dichos niveles».
«El plomo existe en todas las personas, si bien cuanto menos, mejor», indicaron. Y concretaron que «la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera patológicas cifras por encima de 40 picogramos por decilitro». «En el caso de los niños, se considera que hasta 5 picogramos por decilitro son cifras que pueden considerarse normales», detallaron. Y expusieron también y que «en el caso de los adultos esta cifra se eleva por encima de los 10 picogramos/decilitro». «El nivel de intervención mínima es 5 ,y a partir de ahí, se actúa con seguimiento y determinadas recomendaciones sobre hábitos y dieta», resumieron en el departamento de Salud.
La plataforma de vecinos afectados por los metales pesados de la Sierra Minera de Cartagena y La Unión, que preside Juan Francisco Ortuño, reclamó de nuevo ayer que cada participante en el estudio epidemiológico reciba sus resultados. La Consejería no da fechas y señala que «se está en proceso de análisis de los datos obtenidos hasta el momento» en el estudio 'Emblema', donde participan también 184 parejas de niños y madres residentes en El Albujón, La Aljorra, Pozo Estrecho y La Palma. Las cifras son contrastadas con las de otros tantos residentes de zonas alejadas a la minería: El Albujón, La Aljorra, Pozo Estrecho y La Palma.
Podemos, MC y Cs han exigido al Gobierno regional que haga público ya las conclusiones del informe epidemiológico, pues la previsión era difundirlos a finales de 2018.
La Plataforma de Afectados por los Metales Pesados de la Sierra Minera de Cartagena y La Unión, de la que forman parte padres de alumnos del colegio público San Ginés de la Jara, que imparte clases en El Llano y en El Beal, reiteró ayer su temor a la contaminación de los niños en sus centros escolares, en los parques donde juegan y en sus propias viviendas.
Entre los consejos oficiales de la Consejería de Salud que inquietan a los vecinos están «mantenerse lejos de las zonas contaminadas y, si el pueblo tiene zonas de juego o recreo con suelos contaminado, lavarse las manos, especialmente antes de comer o beber».
Recuerdan que la Consejería de Educación pavimentó en 2016 el patio del colegio del Llano, tras detectar contaminación por metales pesados en el patio, pero que se dejó fuera la escuela del Estrecho.
Allí, a través de la Concejalía de Medio Ambiente, el Ayuntamiento de Cartagena gastará ahora 10.500 euros en un estudio de caracterización físico-química del suelo. Los vecinos piden también conocer los resultados del estudio de calidad del aire de la Consejería de Medio Ambiente y que ésta empiece ya el sellado de balsas mineras en la zona.
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